domingo, diciembre 30, 2007

YAKAMOZ


La palabra es caverna, la otra cara del sueño, ala de un naufragio, aventura, siempre, más allá, el otro lado del reflejo...

Las palabras son las palabras y no siempre significan lo mismo. Luna, montaña, mar, agua, tierra, tal vez significaron la materia elemental espiritual al inicio de nuestros tiempos. El lenguaje cambia, se recicla, funde, dispersa, se convierte en silencio. Una pared blanca ya no sigue siendo igual para todos. El hombre juega con las palabras y el tiempo termina por asimilarlas, modificarlas, olvidarlas y dar paso a nuevas voces. Su uso va determinando su presencia o ausencia. Y las palabras son aún más distantes en sus significados en otros idiomas. Pierden contexto, gracia e indudablemente sentido y ese sabor oculto referencial del alma de cada pueblo que nace con ellas. Es difícil imaginar un concurso en búsqueda de la palabra más bella entre 58 países de cinco contienentes que hablan lenguas tan disímiles como el chino, noruego, castellano, turco, etnias africanas, inglés, portugués, etc.
Sin embargo, la revista alemana Kulturaustausch,Cambio de Culturas, realizó el concurso, pero nadie debiera salir defraudado, porque la belleza suele estar detrás de las palabras que amamos. de todas maneras resulta un ejercicio gratificante que se acuda a las palabras para seguir significando cosas, en un mundo digital, de imágenes y señas, más bien de códigos. Se siente y entiende de una manera muy distinta, porque la palabra cae con cadencias y contenidos diferentes en cada oido.
Las palabras tal vez no estén para concursos de belleza, sino más bien de contenidos, pero es inseparable la forma y el contenido en cualquier texto que busque la belleza y creatividad. Siempre habrá palabras misteriosas que sólo convocan nuestro corazón, o al menos, las sentimos con mayor intensidad. Son como el mensaje que recibe el caracol de uno a otro océano imperceptiblemente personal. La palabra es un viaje, no tiene paredes, un sonido, un olor, una textura, un destinatario. Un tiempo para madurar. La Palabra no es parole ni word, es algo muy personal. No siempre la palabra es bilingue. su significado y misterio, siento, nos pertenece.
Yakamoz, la palabra escogida por la belleza que refleja del cielo a las aguas del mar, estoy casi seguro que los lectores de este blog desconocen su significado. Palabra para significar un reflejo, palabra palpable en la noche, palabra que convoca milenarios amores y contemplaciones. Palabra que no ha podido desaparecer de la poesía. Yakamoz es una palabra turca, fue la seleccionada por Kulturaustausch, qué palabra impronunciable, como la más bella y significa...el reflejo de la Luna sobre el agua. Todo concurso es un juego con sus leyes arbitrarias. Este no ha sido distinto, tiene la magia de las palabras. Se necesitan ocho palabras en español para decir Yakamoz, es lo que han dicho tal vez quienes la coronaron. El poder convocatorio de la palabra como una síntesis de un pensamiento, idea, imagen, es fuerte, impacta, sin duda, dice. La Luna nació con los ojos del hombre, imagen ancestral, anclada en la noche humana, la oscuridad visual de los tiempos.
La Luna
La luna es el espejo,
el reflejo de lo que no ve la piel
la noche blanca dormida
en la palma de mi mano
un lobo huelo su blanco sueño.
Sobre la montaña
Sobre la montaña
la luna no es más alta
ni oscura.
Tus ojos seguirán detrás,
de la montaña viéndome,
alumbrándome,
como luna nueva.
Sólo las ramas
Detrás del cielo la luna es una ilusión
ciega abandonada al juego de la existencia.
La noche es sabia oscuridad
y deja brillar a la luna
detrás de unas simples ramas.
La Luna
Es redonda y blanca,
el sueño de la noche
suspendido en la nieve,
la luz que sobre el mar
arroja mucho antes de partir
La piedra
La piedra rueda,
si tiene un propósito.
El reflejo permanece invariable,
como una gota de agua,
se parece asímisma.
Hu lu, fue escogida en segundo lugar, un sintagma chino que significa un ronquido armónico, una expresión, esatdo de ánimo, no sé, algo que en occidente es poco comprensible. ¿Dónde estará la belleza de la palabra? ¿O quiere significar algo que no está en nuestro vocabulario y sentimientos? ¿Paz, fortuna, dónde está su enigma? Volongato, palabra africana que significa caótico, también ocupo un sitial de preferencia. La belleza tiene sus caminos ignotos, al parecer. Es una palabra originaria de las lenguas nativas de Buganda. Sin duda la música, en estos casos, comunica más que la palabra. Los noruegos no podía quedar atrás y los juardos menos cuando exclamaron entre las favoritas: Oppholdsvaer, que en castellano quiere decir: la luz del día después de la lluvia. Los de etnia Hausa, también africana, acuñaron una palabra que hemos escuchado, creo, en las películas: Madala, que significa gracias a Dios. Saudade, tan conocida, de origen portugués, pero brasileña, y que significa nostalgia, estuvo entre las palabras bellas. Las palabras en castellano brillaron por su ausencia. Un argentino propuso Caracol, pero no se escuchó su eco. Las hay muy hermosas y que son un motor de la vida cotidiana, permiten respirar, crecer, vivir, ser, sentir, como por ejemplo, Amor y Libertad. Sencillas, pero indispensables, como el agua y el oxígeno. Fue la turca Rana Aydin, residente en Bélgica, quien propuso YAKAMOZ.
Rolando Gabrielli©2007
Amiga y amigo Internauta, sé que no estás satisfecho con estas palabras. ¿Por qué no incluyes la tuya, aquella que te haya tocado el corazón, qué mueva tus días, pasos, que haga vibrar tu piel?

No hay comentarios.: