martes, mayo 02, 2017

No me nombre

No me nombre,
el nombre,
ni nada.
La poesía tiene,
aposento propio,
posada real, 

palabra viva,
residencia absoluta
en el verbo,
que la mueve
y sostiene,
en cuerpo y alma.
A quien habita,
todo le pertenece,
nadie le niega la palabra.
Rolando Gabrielli©2017

domingo, abril 30, 2017

Se pudren semillas

Se pudren semillas
antes de reunirlas.
Si fueran palabras,
se convertirían
en letra muerta,
más que un fruto fallido.
No dejarán de ser origen,
principio de lo que pudieron
haber sido.
Rolando Gabrielli©2017