Aquí muere la flor,
que Adán y Eva expulsados
del  paraíso  deshojaron
 como una  pobre margarita,
antes de partir
Sus cuerpos, desobedientes,
engañados, no vencidos,
un amor frágil, tentador
desde un principio,
prohibido,
 se
les iba ir de las manos
 y  mudarìan de nido
 con sus  alas rotas,
a vivir 
con los pies en la tierra.
Rolando Gabrielli©2016

 
 








 
 
 
 
 
