sábado, abril 11, 2009

Ha muerto Corin Tellado


Ha muerto Corin Tellado y con ella la historia de la novela rosa en habla castellana. Marìa del Socorro Tellado Lòpez, asturiana, de casi 83 años, comenzò a escribir por necesidad desde 1946 y no se detuvo màs hasta pisarle los talones a Cervantes en ventas y popularidad. Dejò 4 mil novelas escritas y màs de 400 millones de jemplares vendidos. Un best seller de best seller, anudado en el corazòn de la pasarela de los sentimientos humanos. Mario Vargas Llosa y Guillermo Cabrera Infante, siempre alabaron su escritura. El cubano la calificò de inocente pornògrafa.
La comparaciòn con Cervantes es tan arbitraria como la profundidad de ambas obras en cualquier època y tiempo, pero mide los gustos de una parte de los lectores de las ùltimas dècadas y el impacto de un tipo de literatura que surge tambièn de las carencias humanas, las debilidades de un corazòn rosa y una psiquis que se plantea tres o cuatro variables en yuna relaciòn de pareja.
Ella escribìa realmente como contratada, 60 novelas cortas anuales y se fue de este mundo cerrando su ùltima entrega. Impecable con sus compromisos. Novelas por serie, historias en la revista de Vanidades, de intriga, celos, traiciones, suspensos, ese ascensor doliente y gozoso de la psiquis humana, donde hay ganadores y perdedores. Movìa los hilos de las marionetas del amor y del desamor, la titiretera de la palabra rosa. Folletìn, folletìn por entrega a quienes se entregaban ciegos, ciegas a sus historias.
No habìa nacido cuando comenzò a escribir a los 20 años. En mi adolescencia, no habìa peluquerìa, empleada domèstica, ama de casa, muchachas, muchachos que no conociera alguna historia de Corìn Tellado y no haya derramado algùn lagrimòn por las sàbanas del invierno. La Academia no la estudiaba, no era de su gusto ni atenciòn, pero ella se manejaba en el sutil subterràneo de los deseos insatisfechos de las personas comunes y corrientes, esas que contrastan sus vidas con esta historias realizadas. Ella encebollaba al mercado
En Vanidades tenìa una pùblico màs global, "sofisticado" de secretarias, algunas ejecutivas, amas de casa adineradas, clase media alta, señoras de peluquerìas de alto nivel y baños saunas.
Por màs de seis dècadas fue una especie de taquìgrafa de la realidad que el cristal de sus ojos observaba atentamente y fue un fenòmeno de difusiòn de sus historias, aunque fracasò en la televisiòn.
¿En cuàntas mesitas de noche han descansado las novelas de Corìn Tellado? ¿En cuantos revisteros de mèdicos de clìnicas privadas? ¿Peluquerìas, centros de belleza, hoteles, aviones? Sin duda que la señora Tellado es un fenòmeno de producciòn editorial difícilmente superable, una especie de maquinaria de la tipografìa, Al mismo tiempo, un fenòmeno de cautivaciòn de lectura, mantenìa un grueso pùblico "prisionero" con sus tramas, alejados de la literatura reconocida como tal. Ella misma decìa no comprender ni le interesaba la obra de Gabriel Garcìa Màrquez. Su cìrculo era la intimidad del lector, esa proximidad personal, bilateral intransferible.
Marcò una larga època y muchos la vincularon a una especie de pasta de dientes difìcil de olvidar su marca y uso, algo que ya formaba parte de sus pieles.
Habìa algo maniqueo, armado en sus historias, una visiòn blanca y negra de realidad, donde los matices brillaban por su ausencia. Una reina del estereotipo, con sus sofisticaciones y manejos. ¿Escribìa lo que le gustaba a la gente? ¿Sobre sus mundillos? ¿Tocaba la mùsica que les gustaba bailar? Sus historias se reproducìan como conejos y ponìan a soñar a miles o millones tal vez.
¿Corin Tellado levantò un imperio de papel e historias de corazòn?
Quizàs ahora su historia real llegue al cine. (Rolando Gabrielli ©2009)
PD. Quien quiera leer un texto con mayor profundidad, favor vaya a Google, ponga Rolando Gabrielli, Corin Tellado, la vida en Rosa.

Pasa el paisaje

Pasa el paisaje,
pasan las nubes
sobre el paisaje.
Pasas delante de mì
y echas raices.
Rolando Gabrielli©2009

viernes, abril 10, 2009

El espejo ve


Ojo al ojo del cristal,
el espejo ve,
la imagen mira,
respira, vive
y una luz oscura
la vuelve a nacer.
Rolando Gabrielli©2009

Cardenal premio Pablo Neruda


Era hora, tiempo que el prestigioso premio Pablo Neruda fuera otorgado a Ernesto Cardenal, como efectivamente acaba de ocurrir en Santiago de Chile. En este blog lo solicitamos hace un tiempo largo, porque la obra de Cardenal es indispensable en Amèrica latina y en el habla castellana. Es un poeta fundacional en nuestra Amèrica, la voz de muchas voces apagada en nuestra castrada memoria ancestral. El jurado, integrado por la ministra de Cultura Paulina Urrutia, los poetas chilenos Oscar Hahn y Carmen Berenguer, laureada el pasado año, asì como el argentino Jorge Boccanera, el colombiano Juan Gustavo Cobo y la española Selena Millares, de la Universidad Autónoma de Madrid.
La obra de Crdenal tiene como escenario Amèrica altina, el cosmos, todos los espacios del espìritu humano, y es muy conocida por sus emblemàticos Epigramas, escritos por un hombre que se transformarìa en sacerdote de la Teorìa de la Liberaciòn. Viejo luchador antisomocista, minsitro de Cultura del gobierno sandinista, ha escrito libros fundamentales para la poètica castellana, como Càntico Còsmico, que se suele citar muy poco por lo desconocido, al parecer, pero que es una Divina Comedia latinoamericana.
En Canto Còsmico, Cardenal se refiere a poetas emblemàticos como Huidobro, Neruda, Borges, Nicanor Parra, Roque Dalton. En poco menos de 600 páginas, dije en una oportunidad, sopla el el mundo como si fuera un polvo de estrellas errantes y se adentra en el hombre, la vida y la muerte.
El jurado le otorgò la premiaciòn nerudiana por su "logro de remozar la tradición occidental clásica aplicándola a la actualidad contemporánea, y con este premio, se rinde homenaje a una obra plena, de muchos registros y a un país que puede enorgullecerse, como Chile, de sustentarse y perdurar gracias a la voz de sus poetas".
El premio, el mayor que otorga Chile a nivel regional, lo habían recibido con anterioridad: mexicano José Emilio Pacheco y luego en el argentino Juan Gelman (2005), el peruano Carlos Germán Belli (2006), la cubana Fina García Marruz (2007) y la chilena Carmen Berenguer (2008).
Von esta premiaciòn ha ganado la poesìa chilena, latinoamericana y de habla acstellana, y se repara un olvido, porque la obra de Cardenal es universal y se estaba en mora con su autor, tan vinculado a Chile, pròximo a Neruda y que forma para de los grandes poetas del siglo XX.
Cardenal, de 84 años, recibirà el premio en Chile de manos de la presidenta Michelle Bachelet, el 12 de julio pròximo, dìa del 105 natalicio de Pablo Neruda. Este es un premio que pretigia el Premio Pablo Neruda y pone en la cima a la poesìa latinoamericana nuevamente con un llamado de atenciòn, en medio del bosque del mercado que con sus ramas no deja ver la poesìa.
Algunos revisaràn la obra de Cardenal, miraràn hacia el Sur, festejaràn este 12 de julio a Neruda, reflexionaràn para què sirve la poesìa en estos y otros tiempos. Siempre es un buen paso entrar a un pozo en bùsqueda de un poco de luz. la poesìa sigue entregando esos reflejos, destellos, hallazgos, momentos y todos en algùn minuto de nuestras vidas somos pescadores de deseos incumplidos.
Cardenal es un sobreviviente de un mundo que agonizò por dècadas en la violenta Centroamèrica, Nicaragua, tal dulcemente violenta, un sacerdote de la palabra, un inclaudicable del nuevo verbo. Afortunadamente este no es un premio al azar, sino a la poesìa que ha indagado sobre el hombre americano y sigue reflexionando sobre el origen del futuro.
Sus Epigramas recorrieron Amèrica latina y los leìamos con devociòn, porque Cardenal cantaba tambèn desde un corazòn herido en el amor humano, material, ademàs de luchar contra la tiranìa dinàstica de los Somoza, pesonajes dignos del horror. Su poesìa no se queda en el espanto, Cardenal indaga en el exteriorismo, en el mundo real de lo palpable, que se ve y toca, donde la oscuridad no es palabra ni lenguaje. Su poesìa es una coexistencia permanente en entre el hombre y lo que le rodea, las cosas y el espìritu, el amor al pròjimo y el eròtico.Polìtica y amor tambièn coexisten en Ernesto Cardenal. Algo parecido a la obra de Pablo Neruda, no en el lenguaje, ni la visiòn, pero sì en los principios de ambas poderosas y a veces desprestigiadas palabras. No hay lenguaje sin sociedad/ni conciencia sin lenguaje/Lenguaje que nos une unos con otros/y a los vivos con los muertos./Las antiguas estrellas, que dijo Borges el ciego, dice Cardenal en Cantico Còsmico.,
Cardenal sigue diciendo en este libro su palabra: Pìo XII fue para mì lo que stalin a Neruda. El libro se detiene en pedazos de historia viva. Y lanza pequeñas sentencias: Sòlo el amor es revolucionario. La palabra, digo, es un Arca a punto de naufragar, pero permanece, contra viento y marea. ¿Despuès del diluvio, la palabra?
El poeta nicaraguense, mìtico habitante del archipièlago de Solentiname, dice que del vacìo brotan soles, flores y muchachas.
Cardenal en Chile
El 68, año emblemático, corría la primavera chilena bajo los aromos, cuando conocimos la obra de Ernesto Cardenal, un sacerdote revolucionario que editaba sus legendarios Epigramas, textos de amor y contra la dinastía de los Somoza en Nicaragua. Lo leíamos con devoción de jóvenes poetas en los prados del Pedagógico de la Universidad de Chile y nos pasábamos de mano en mano una edición que aún conservo, de la Universidad Nacional Autónoma de México (la edición es de 1961). Si tú estás en Nueva York / en Nueva York no hay nadie más / y si no estás en Nueva York / en Nueva York no hay nadie. Así de rotundo nos hablaba Cardenal con versos epigramáticos, profundamente originales y que revolucionaban nuestros sentidos en distintas direcciones o tal vez una sola. Cardenal, de 81 años, con una vasta obra, autor del mítico poema Oración por Marilyn Monroe y del célebre poemario Cántico cósmico, entre otros libros, fue la estrella invitada en la 26ª Feria Internacional del Libro de Santiago de Chile, que se celebró del 24 al 5 de noviembre de 2006.
Cardenal es un escritor polémico, activo, comprometido como pocos a nivel mundial, combatió con las armas en la mano en 1954 la dictadura del viejo Tacho Somoza y tras su fracaso, se retira al severo monasterio de Gethsemani, Kentucky, Estados Unidos, donde conoce a Thomas Merton, poeta, y su mentor espiritual y amigo. Por razones de salud se retiraría y fundaría, en el Archipiélago de Solentiname, en el lago Cocibolca, Nicaragua, una comunidad cristiana con características similares a su antiguo monasterio. Ya había sido ordenado sacerdote en Nicaragua, y colaboraba estrechamente con el Frente Sandinista de Liberación Nacional, que ascendería al poder en 1979, tras derrocar en una cruenta guerra al régimen de Anastasio Tachito Somoza y poner fin a la dinastía de 50 años. Cardenal no dejaría de escribir, ni de polemizar, aunque fue designado ministro de Cultura del gobierno sandinista. Fue mundialmente célebre la imagen del día en que el Papa Juan Pablo II lo regañó en el aeropuerto Sandino de Nicaragua, durante una visita a ese país. Cardenal, inclinado y de rodillas, no pronunció palabra alguna en obediencia a la máxima autoridad eclesiástica. En Panamá vi la imagen, y un canal de televisión aprovechó la oportunidad para pasarla tantas veces, como ocurrió con el desplome de las Torres Gemelas.
El tiempo pasa, sucede, Cardenal renunció al sandinismo, fue candidato al Premio Nobel de Literatura en 2005 y hoy es considerado, junto con Nicanor Parra, dos de los poetas vivos más importantes del habla castellana. Tuve la oportunidad de escucharlo y hablar unas palabras con él cuando fue invitado en Chile por Salvador Allende y llegó al Taller Literario de la Vicerrectoría de la Universidad Católica de Chile, dirigido por Enrique Lihn, en el cual yo participaba. Después lo entrevistaría en Panamá en 1976, y guardo por ahí una fotografía. Cardenal no cambiaría su compromiso con el hombre y la humanidad, y menos con su poesía. La Guardia Nacional anda buscando a un hombre / Un hombre espera esta noche llegar a la frontera / el nombre de ese hombre no se sabe / Hay muchos hombres más enterrados en una zanja / El número y el nombre de esos hombres no se sabe / Ni se sabe el lugar ni el número de las zanjas / La Guardia Nacional anda buscando a un hombre / Un hombre espera esta noche salir de Nicaragua. Son versos aún vigentes y no tienen frontera.
Cardenal está presente, ha vuelto a Chile, expresó su amor por ese país desde su época nerudiana, y en unas declaraciones exclusivas al diario La Nación, suscritas por el periodista Javier García, dijo, entre otras cosas de palpitante actualidad, que “el Vaticano se acuesta con la CIA”. Interrogado por García sobre la invasión norteamericana a Irak, dijo: “Bush es el mayor terrorista del mundo. Eso no sólo lo digo yo, lo dice el norteamericano Noam Chomsky, y muchos otros norteamericanos. La guerra de Irak fue que Bush usó armas de destrucción masiva, para combatir unas armas de destrucción masiva... que no existían. ¿Y qué decir de los horrores de Guantánamo, un lugar de Cuba donde Estados Unidos no tiene derecho de estar? Y los otros gulags de Estados Unidos. Y la Gestapo que ahora hay. En cuanto a vulnerables, nada más vulnerable que un rascacielos. Y ahora por cualquier cosa están amenazados: aun un dentífrico, un champú, un desodorante”.
Cardenal recordó su visita a Chile, al Salón Rojo, donde estuvo con Allende en los momentos en que Neruda obtenía el Premio Nobel de Literatura, y dijo que allí moriría coincidentemente el presidente de Chile durante el golpe militar de Pinochet. El poeta nicaragüense visitó la Sociedad de Escritores de Chile en conmemoración de su 75º aniversario, entidad ubicada en la calle Simpson 7, en Santiago. No sólo habló de política, religión, aquellos temas del escalofrío mundial, sino que también de poesía, él, un heredero de la tradición anglosajona, griega, nerudiana.
Interrogado sobre Parra, los cuestionamientos del antipoeta sobre Cuba y otros temas religiosos, contestó: “La poesía de Parra siempre me ha gustado, y tiene mucha coincidencia con la mía, pero su poesía es nihilista, de un descreído, y la mía es de uno con fe, y sobre todo de uno con esperanza. Sus cuestionamientos a la Iglesia no los conozco, pero no serán tan fuertes como los míos, y yo tengo más derecho a hacerlos porque es mi Iglesia, y es mi Madre, y debo echarle en cara cuando se prostituye”. De Parra, dijo, sólo conozco aquel que dice: “Cuba sí - Yanquis también”, que en realidad no es ataque a Cuba, sino que siempre tratan de conseguir la solidaridad gringa y la consiguen mucho. En todo caso su poesía me gusta y su persona me divierte. Vea si no esta cita de él que yo hago en mi último libro:
Y yo iba con Nicanor Parra en bus en la India al Taj Mahal, y me habló del físico que calculó el número exacto deátomos del universo y dijo: el que no crea que los cuente.
Cardenal, antes de ser sacerdote, fue un hombre que combatió la tiranía somocista como tantos otros. Después del fracaso por derrocarlo, vino, como hemos señalado, el claustro, y más adelante la ordenación como sacerdote. No nos sorprende su lenguaje coloquial, con la amada y el desamor, y el contrapunto antisomocista, la realidad descarnada de Nicaragua bajo un tiempo herido por el plomo y enfrentado por el pueblo. Tal vez nos casemos este año / amor mío, y tengamos una casita. / Y tal vez se publique mi libro / o nos vayamos los dos al extranjero / Tal vez caiga Somoza, amor mío.
Esta será mi venganza / Que un día llegue a tus manos el libro de un poeta / famoso / y leas estas líneas que el autor escribió para ti / y tú no lo sepas. Irónico, comprometido, dentro del claustro en tiempos de Merton y después en Solentiname, haya continuado con su poesía “exteriorista”, “objetiva”, urbana, en la superficie de la profunda piel del hombre y de Nicaragua volcánica, dulce, avasallada. Ningún espejo ciego se aleja del ojo de Cardenal, quien ordena el tiempo por épocas y continúa su aprendizaje con la nueva realidad. Epigramático hasta aquí, Cardenal ha escrito más poesía y se ha pronunciado siempre sobre el papel del lenguaje. Hombre de historia en la Historia, la humanidad del poeta tiene un solo camino: la verdad en la palabra. Así lo reconoció Cardenal en una entrevista reciente.
Volvió a Chile y dijo que era un país de poetas. Coincidimos, en eso. Bajo cada piedra de Chile, un poeta. Eso lo he escrito y reafirmo. Denunció las altas tasas impositivas para el libro en Chile. Vengo de un país salvaje y el segundo más pobre de América Latina, pero los libros no tienen impuestos en Nicaragua. Dijo más y también sobre Marilyn Monroe acotó que todos formamos parte de la Colosal Producción de la Metro Goldwyn Mayer. Sus palabras no son siempre bien recibidas por moros y cristianos. Cardenal no se ha detenido en su marcha por y con la poesía. Es un ejemplo vivo del poeta militante, no diletante, ni panfletario. Su Cántico cósmico es un texto ambicioso, no sólo por su extensión, sino porque ha sido comparado con la Divina comedia en castellano. Es un canto de amor, reconoce el poeta y prologuista José Coronel Urtecho. Visión poética de la evolución del mundo, con base científica. Cardenal incursiona en búsqueda de luz en el agujero negro del planeta. Poesía de amor, cosmovisión de la poesía en el mundo y su evolución, poesía erótica, confesional, poesía de la vida, de las cosas terrenales y de más allá. Poesía de grandes interrogantes, poesía materialista, espiritualista, exteriorista, historicista, poesía soleada, nocturna, del día a día, poesía galáctica, poesía de la luz oscura, poesía del ojo de Dios, podría decirnos Cardenal. Poesía de la naturaleza, del principio, poesía de la vida y de la muerte. Poesía de la vértebra común, del Paraíso perdido, de los abismos, de la física, de la chispa del Big Bang. El poeta no quiere desentenderse, pareciera, de nada. Todo está a su alcance de alguna manera, la especie que somos y quienes comparten en otro grado con nosotros o viceversa, el planeta Tierra. Cántico cósmico es una especie de Canto general del Cosmos y la Tierra, su evolución. En alrededor de 600 páginas, Cardenal sopla el mundo como si fuera un polvo de estrellas errantes y se adentra en el hombre, vida y muerte. Es más, mucho más. Somos palabra / en un mundo nacido de la palabra / y que existe sólo como hablado / Un secreto de dos amantes en la noche / El firmamento lo anuncia como con letras de neón / Cada noche secreteándose con otra noche / Las personas son palabras / Y así uno no es si no es diálogo / Y así pues todo uno es dos / o no es / Toda persona es para otra persona / ¡Yo no soy yo sino tú eres yo! / Uno es el yo de un tú / o no es nada. / ¡Yo no soy sino tú o si no no soy! / Soy sí. Soy sí a un tú, a un tú para mí / a un tú para mí.
Cardenal hace referencia en su Cántico cósmico a Huidobro, Borges y en especial a Neruda. Y referencias a poetas como Bécquer, Homero, Roque Dalton. “Pío XII fue para mí lo que Stalin para Neruda”, dice en Cántiga 15, bajo el título: Nostalgia del paraíso. Es un libro mucho más complejo, rico, variado, con hallazgos.
(Rolando Gabrielli © 2008)

miércoles, abril 08, 2009

Correspondencia entre Cronopios



Julio Cortàzar se reescribe gracias a una correspondencia secreta, ìntima, que se conocerà ìntegramente el proxìmo 13 de abril, cuando la editorial Alpha Decay, edite las cartas en España. es una revelaciòn que hizo ayer el diario hispano El Paìs, que revelò pasajes de las misivas entre Julio Cortàzar su esposa Carol Dunlop (en la gràfica con èl) y su amiga y traductora de Rayuela al serbo-croata, Silvia Monrós-Stojakovic. El tìtulo del libro se llama justamente Correspondencia. Cortázar, Carol Dunlop, Silvia Monrós-Stojakovic , que es un paso profundo, puente sin amarras, entre la vida y la literatura, la amistad, el amor y la entrega. No hay retòrica màs transparente que una carta y màs en las circunstancias en que el trìo de Cronopios se escribe. La vida que se va, atada a un hilo, se corta. Son 19 cartas, 9 de JC y las 10 restantes de las dos mujeres. Es una correspondencia de epìlogo para dos de los tres autores, porque Carol, quien sabìa que Cortàzar padecìa de una leucemia que èl desconocìa, morirìa dos años antes antes que el autor de Historias de Cronopios y Famas. La intimidad del dolor asoma por las cuatro esquinas de estas misivas, sin màs pretenciones por parte de sus autores que retratar una situaciòn, el sentir y paso de sus dìas, estados de ànimo, esperanzas, todo lo humano posible. Lo destacable, por algunas que he leìdo, tal vez sea la gran humanidad de Cortàzar, y desde luego de las dos mujeres.
La Correspondencia es de comienzo de los años 80, un año despuès Francois Miterrand en un gesto propio de un hombre de Estado, intelectual, le otorga la nacionalidad francesa a Julio Cortàzar, regateada por la mezquindad gala previa al primer socialista que llegaba a los Campos Elysseos. Cortàzar morirìa de leucemia un 12 de febrero de 1984, y sòlo su esposa, una gringa encantadora, 30 años màs joven que èl, sabìa de esa mortal enfermedad junto con el mèdico que la diagnosticò como crònica. "Hace casi un año que sé, y soy la única en saberlo fuera de los médicos, que Julio tiene una leucemia crónica. Él no lo sabe, no lo tiene que saber, porque siendo como es, su mejor esperanza de vivir más y bien es no saberlo", relata con preocupaciòn.
Una Correspondencia real es corresponderse mutuamente, alguien escribe y otro responde, y refleja el cariño, amistad, preocupaciòn, amor, la calidez humana de la persona atravès de su palabra. No todo el mundo se Co-responde, hay quienes caen en en el mudo silencio del olvido o en el simple compromiso de responder sin compromiso, màs bien formalizar un escrito que podrìa ser para cualquier destinatario, porque carecen de la esencia de una correspondencia: la sintonìa, el hallazgo de caminos de mutua comprensiòn.
Me ha llamado la atenciòn, sabiendo que Cortàzar es la parte central de esta Correspondencia por su prominencia de personaje literario, una nota de Carol a Silvia, fechada el 10 de agosto de 1981 en Aix, en, Provence y que comienza asì:
"Querida Silvia, me encantan tus cartas, que casi me siento culpable de contestar (pero las cartas de veras, no se contestan, llaman a otras cartas y al final se hacen serpientes en el aire, y la gente que saben deslizar la mirada entre aire y nubes saben que son puentes, puentes donde se puede ir y venir y inclusive encontrarse, y sì, es cierto que la gente se puede contestar, pero los puentes, no-ves que con recibir algo en el estilo, y puedes imaginar que muchas cosas en el estilo no hay en mi vida, pero hoy llegò la tuya....." La misiva es extensa y no he corregido sintaxis, ni nada, tal y como decidiò respetar la editorial, ya que se trata de una norteamericana y una serbia, las que escriben junto a Cortàzar y ella que por ahì dice que le hace falta un diccionario para su castellano. Carol morirìa en noviembre del 82 y Julio Cortàzar le escribirìa a Silvia el 29 de noviembre de ese año. " Silvia, recibo hoy tu postal de Tùnez. Lo que tengo que decirte es horrible: Carol muriò el 2 de este mes, despuès de dos meses en el hospital donde nada pudieron hacer para salvarla. No puedo agregar nada, salvo que ella te querìa mucho y se alegraba con cada una de tus cartas. Estoy en un pozo negro y sin fondo. Pero no pienses en mì, piensa en ella, luminosa y tan querida, y guàrdala en tu corazòn. Te abraza, Julio."
La Carta a Silvia es confesional de su estado y derrocha intimidad, humor, amistad. Incluye parèntesis y dice que èste le comiò la frase. Relata que recibiò a su hijo en Francia...asì, de esta manera... "Era algo raro ir a buscarlo al aeropuerto, llegò tan grande como yo, me esperaba a ello, lo que dio verdaderamente un golpe fue ver sus sapatos en el suelo...mi primera reacciòn era que ha venido con un difraso de payaso...Como su padre tiene el mismo sentido pràctico de siempre, lo mandò con ropa de hace cinco años...sin problemas, me robò shorts, mis jeans, me robò tambièn la mirada y es tan parecido a mì que a veces tengo miedo que yo sea màs que un espejo que cambia de sexo...y es tan tierno y lo pasamos tan bien, caminando, charlando, descubrièndonos de nuevo, que un poco màs y me roba tambièn el alma."
La gringa y Cortàzar escribieron a cuatro manos el libro Los autonautas de la cosmopista, un viaje de 33 dìas entre Parìs y Marsella, arriba de una furgoneta y un puñado de sueños, la aventura sin fechas . Es esta Carta extensa de Carol a Silvia la que va revelando màs intimidad, que incluye a Cortàzar. Carol le comenta que "escribir es como el amor y si uno està de acuerdo para acostarse con alguien, no es cuestiòn una vez en la cama de decir-pero yo guardo el slip puesto, no podìa correr el riesgo de caer en algo que no hubiera podido esconder a Julio, ni escribir cartas de veras. He vivido en una especie de simbiosis con Julio, una hermosa y vertiginosa continuaciòn de lo que vivimos desde hace años y que nos lleva cada vez màs allà; y paralelamente, he vivido una solitud tan grande, que nunca hubiera imaginado nisquiera que fuera posible. Y ya no puedo màs por un lado y estoy màs serena por el otro, tal vez porque poco a poco he venido mirando las cosas en frente. He dejado venir los fantasmas màs negativos, he vivido con ellos durante no sè cuantas noches de insomnio, no sè cuantas veces en la calle, en el mercado, he sentido que de repente un horror sin nombre me caìa encima, y pues, no es que sean màs simpàticos ahora, pero las decisiones por lo menos han sido tomadas, y puedo cerrar los ojos un poco mejor."
Este epistolario adquiere dramatismo constantemente, en medio de la felicidad que Carol reconoce, cuando Cortàzar se enfrenta a la muerte de su esposa y se sabe enfermo, aunque aun, dice, tiene que culminar la tarea que hizo junto a ella y que ha quedado inconclusa. "No tengo planes y sólo pienso en terminar el libro que hicimos juntos Carol y yo, y que tengo que completar yo solo ahora. Se lo debo, quiero que salga, en este momento es mi única manera de seguir junto a ella, hablándole y escuchándola". El amor de Cortàzar es total como su dolor, al final de sus dìas, resulta absolutamente dramàtico. Se sentìa deshabitado, un tèrmino de soledad con soledad.
Carol en su misiva a Silvia, continùa hablàndole desde adentro, mientras recorrìa con el autor de Bestiario, la autopista camino a Marsella, y da cuenta de su estado fìsico y emocional en un parèntesis... "Ahora està muy bien, en forma y viviendo locuras como te contarè desùès, pero hace cinco o seis semanas me dio un susto de veras, de pronto tenìa todos los sìntomas del cambio a la etapa aguda- finalmente no era màs que una alergia al medicamento. Hace tiempo que no tiene tiempo de escribir, le contaba a la amiga, y ya no podìa màs de leer entrevistas donde dice" tengo dos novelas en la cabesa, y un dìa voy a partir para una isla para escribirlas."
Despuès de relatar que Cortàzar tiene dos mèdicos que difieren en sus procedimientos, ella afirma que nadie puede saber cuànto tiempo puede durar la enfermedad. Yo creo, realmente ctreo, que seràn años y años Tal vez entre tanto tomaremos en el buen momento el mal aviòn, dice irònicamente porque a JC uno de los mèdicos le recomendò no ir a Nicaragua por su salud, viaje que realizaron y resultò espectacular, segùn relata Carol.
De esta maravillosa carta, se desprende que ella lo hacìa vivir lejos de la enfermedad, se transformò en una guardiana hasta que le fue posible, de la felicidad compartida. En medio de la enfermedad de Cortàzar y de la de ella, anunciada en esta carta a Silvia..."tuve yo por fin que ir a ver un mèdico, muy avergonzada y colorada, pero tenìa lo que conviene realmente llamar a pain in the ass desde mucho tiempo. Supongo (despuès de todo nacì en Boston y algo me quedarà) que si no hubiera llegado el momento en que sangraba tanto que tenìa que ponerme Kotex, que nunca utilisè por otras razones en toda mi vida de mujer, nunca hubiera ido. Diagnosticaron un "pequeño principio de càncer", me lo sacaron...."
Hacìa estas confesiones desde la autopista, rodando con su amor, Julio Cortàzar, con quien compartìa la aventura de escribir un libro sobre una experiencia inèdita, inventada, buscada para ficcionar la realidad y viceversa, seguir soñando la vida, en los albores de una partida que ya estaba señalada. Lo ignoraban, se sentìan "felices, locos, hemos entrado por fin en un espacio que no tiene tiempo", comentaba Carol.
Tomaban el camino màs ràpido, y màs "civilisado", decìa con toda la ironìa Carol, para hacer un viaje realmente de tortugas". "Lo màs impresionante es tal vez que desde el segundo dìa, encontramos tan normal vivir asì, que a veces nos preguntamos por què no vivir siempre asì? En diez dìas, hemos hecho como 14o kilòmetros", acota Carol al describir el viaje hacia Marsella.
La Carta a Silvia està escrita con ilusiòn, no sòlo de contar cosas, sino de revelar planes, como por ejemplo: "...ahora tenemos un proyecto serio de comprar o hacernos hacer una case en la isla -al parecer, se trata de Guadalupe- algo muy sencillo donde podrìamos vivir seis meses por año, porque es casi mposible trabajar en Parìs." O mensajes simplemente cotidianos, dentro de las circunstancias del viaje por la autopista, momentos com oeste: "... hace nueve o diez que estamos viviendo en el camioncito, en la orilla de la autopista Sur, pero volverè a explicàrtelo todo, es una linda locura-y el grandote dice que ya es hora del trago de la tarde."
Esta Carta, desmiente aquellas versiones de que Cortàzar y Carol hicieron el viaje porque se sabìan deshauciados, ya que en algunos pasajes, Carol habla de diversos viajes, proyectos, y el deseo de ella que se cumpla el año sabàtico que Cortàzar le habìa prometido. Todo indicaba que seguìan con planes a futuro.
Carol no deja de pensar en su hijo Stèphane y de decir lo que hace y ella piensa. "Hace un mes o dos que està estudiando español con un profesor, yo querìa que tenga unas lecciones para llegar hablàndolo bien (ya basta llegar tan alto, con pelo rubio y ojos azules-si no habla bien el idioma, va a sufrir como si fuera gringo), entonces dijo a su padre, sabiendo bien donde hay que tocarlo y sabiendo muy bien lo burguès que es,"tengo que encontrarme un profesor de español, porque Carol me explicò que a penas llegemos (a Nicaragua) tendrè que aprender a menjar un arma, y las clases se dan todas en español"
Casi no deja nada por fuera, es un reporte de muchas actividades, recuento de trazos importantes de la vida, un enfoque de situaciòn y un mar de reflexiones sobre que està pasando en su vida y con Julio Cortàzar, la marcha de su enfermedad. No sòlo menciona a los mèdicos que le atienden, sus recomendaciones, sino que incluye a una joven mèdica hematòloga, quien es una "maravilla de persona , y quien hizo lo imposible por salvar a Julio y tambièn para ayudarme a mì. La quiero como he querido a poca gente en mi vida, y no solamente por lo que hizo a Julio, sino por lo que es ella."
No dejò de lado la literatura y se imagina a Silvia "hundida en Rayuela, es una aventura por lo menos tan loca-y tan linda-que la en que estamos metidos nosotros ahora". Es tan detallada en sus descripciones, que al reverirse a JC, dice en un parètesis (Està escribiendo a màquina tambièn, sentado a tràs, y tiene la mesita que nos sirve cuando llueve, como es el caso ahora. Estoy yo muy bien instalada en el asiento de pasajero adelante, y mi màquina està en el del conductor. Todo perfecto", agrega. (tengo una cosa muy freudiana con los parèntesis, me matan las frases!), se despide, pero en su P.S. incluye una ùltima informaciòn. "Sabìas que nos casamos hace un mes?"
He sido lo màs extenso posible con esta epìstola, escrita con tanto corazòn, humor, fidelidad asì misma, como arbitrario, porque no està todo, y no siempre uno rescata lo màs importante para quien haga su personal lectura. He intentado aproximarme al espìritu de las palabras de esta gringa encantadora, quien le escribiò y dijo a su amiga Silvia todo lo que encontrò en el tintero de su vida actual y pasado reciente. Es imposible resumir tanto sentimiento y el lector tendrà que leer el libro y seguir adivinando situaciones.
Cortàzar cierra este epistolario resumido y parcial, con un "Mi querida Silvia" y se refiere a los desencuentros epistolares entre Carol y Silvia motivados por largos viajes de la pareja, los que el escritor lamenta porque su esposa recibìas esas cartas con alegrìa. "los azares postales juegan juegos tan siniestros como este", advierte Cortàzar. "Me sublevo ante la idea de que no pudo leer esta larga carta tuya." Silvia, concluye Cortàzar, no te escribirè màs por hoy, me cuesta hacerlo, estoy tan sòlo y tan deshabitado".
Rolando Gabrielli©2009

martes, abril 07, 2009

Conversaciones tontas y admirables






























Cada dìa me conmueven màs las conversaciones banales, absurdamente tontas, esas que se pasan de estùpidas, como si fueran las màs listas. La vida es una cadena de cosas ordinarias y de pronto algo brilla y si no lo ves, sòlo sucede para su propio esplendor. Algo parecido a la cola de un cometa. Me dice un amigo, màs bien un conocido, no vamos a otorgarle a las palabras un sentido que les queda grande. Dejè de doblar,advierte, a la izquierda, tomar cualquier objeto con la gauche, mirar inclusive de soslayo la belleza que viaja por el lado izquierdo, porque mi jefe es ultraconservador, derechista consumado. Tan es asì, que le agradarìa tener dos brazos derechos.
El alemàn es un lengua dura, me comenta una persona al pasar de su lengua sus palabras: ¿De acero pregunto? Su verbo es como un panzer, insiste. ¿Y le pregunto por què Kafka escribiò en alemàn? Estamos en un Mall, donde todo es ir y venir con los pies y los ojos puestos en las vitrinas. Un lugar para el ejercicio de la satisfacciòn personal. Un capuchino importado de la màquina italiana forma parte del mediodìa. Y al caer el reloj, pienso que fue Friedich von Schiller quien escribiò el himno al amor en alemàn:
El cielo azul puede derrumbarse sobre nosotros/Y la tierra puede abrirse/Poco me importa si me amas/“Paso”… del mundo entero/Ya que el amor inundará mis mañanas/Ya que mi cuerpo se estremecerá entre tus manos/Poco me importan los problemas/Mi amor, porque me amas/Iré a la otra punta del mundo/Me haré teñir de rubio/Si tú me lo pides/Iré a descolgar la Luna/Iré a robar la fortuna/Si tú me lo pides/Renegaré de mi patria/Renegaré de mis amigos/Si tú me lo pides/Te puedes reír de mí/Haré como que no me importa/Si tú me lo pides/Si un día la vida te arranca de mi lado/Si mueres, ó estés lejos de mí/Poco me importa! si tú me amas/Porque yo moriré también/Tendremos la eternidad para nosotros/En el azul de toda la inmensidad/En el cielo, no más problemas/Mi amor ¿crees que nos amamos?…/Dios reúne a aquellos que se aman.
La entrega total. La mùsica en el Mall revienta el tìmpano de una hiena, que sigue riendo y pensando en su pròximo festìn. Sabe que le dejarà las sobras al macho y en algùn momento lo autorizarà para que copulen para seguir manteniendo la especie y se reirà para sus adentros, como hiena, con sus amigas. Mùsica dura, que dirìa Schiller, para no pensar, èl "un romanticòn pasado de moda". Los rostros pasan sin mirar. Las bolsas cuelgan de los brazos. Una monja va de buen humor, como si Dios tocara rock. Hay un grupo de feas que se siente integrada a los parlantes negros, hoscos, que azotan las sienes y los sentidos parecen mendigos absortos, anulados. El Mall es como una calle, algunos se hablan, otros se miran, detienen, pasan, pasan. Pasa un profesor de Historia, nos reconoce, saluda. . ¿Por què la gente no conoce su historia?, le pregunto. Y responde, por falta de ideales. La historia se repite, sin embargo, aún así, añade, no nos hacemos cómplices. El profesor se fue con su historia, nos dejó su espalda en medio de los transeúntes borroso.
El estudiante de medicina que me acompaña al lado de mi mesa redonda, se destornilla en carcajadas. Dice que mientras exista misterio, habrá poesía. Bécquer, el de las leyendas, lo profetizó. Eres un romántico, escuché una vez que me dijeron en un hotel de playa azul y el mar siguió su curso rodeando la tierra como hace miles, millones de años. Me desprendo del sitio, nos despedimos y me voy yendo adentro del Mall hacia las billeteras de la lotería, por una tincada con un número que me silva el oído más allá de lo permitido. Cábala, sólo cábala. Me acerco al primer tablero mágico y pregunto: ¿Tiene el 2666? Me mira extrañado y sigo, voy recorriendo la suerte tablero por tablero, azar por azar, uno, dos, tres. Nada. Alguna vez lo tuve. Se voló. Suele ocurrir con los números, porque a nadie les pertenecen. Yo apuesto a la literatura, abro un paréntesis mental y me comento el número en la cábala. Y pido, que no me vaya a fallar San Roberto. ¿Usted señora tiene el 2666?, Sí, me dice. Bingo, digo. Y me pasa un manojo de números. Cuento: 14 pedazos. Me los llevo todos. La suerte es la suerte. 14 balboas que son dólares . Pago y me marcho. Suerte, señor, me dice. Sigo, pero la música me rompe el alma, dilata las venas, el corazón vuela del pecho y se estrella con un celular. Se han volado los decibeles más allá de Marte, aqui en la tierra, sobre las baldosas. 2666, digo para mí. y sigo, el sol ha estado fuerte, brillante en febrero, marzo y ahora abril. Debiéramos estar más optimistas. Los números quieren que alguien se los lleve. Ahí no hacen nada, se ven la suerte entre ellos. Pertenecen a un mismo tablero y azar. Se la juegan con sus cuatro cifras. Ninguno se siente feo, olvidado ni humillado. Algún día saldrán.
Dejo los tableros a su suerte y me encuentro con el dibujante. El artista del pasado, el que rescata la imagen de una foto a punto de desaparecer. Una manera de encontrar un viejo presente.
Voy saliendo del Mall y el aire de la calle, su paisaje, me dice que la naturaleza es fecunda como una infancia siempre alerta. Ya estoy en la vía Argentina y en un clic atrapo los pericos que no dejan de volar y periquear sobre los árboles. Usted amigo lector haga clic en la fotografía donde está el árbol sobre el edificio rosado. Es la penúltima de la serie de arriba hacia abajo y dígame cuántos pericos ve en la foto. Suelen volar en bandadas por las tardes en plena ciudad y sólo hay que cerrar los ojos e imaginar su cotorreo sin igual.
El Mall es un vicio del mudo moderno, ahì muchos hacen sus vidas diariamente, paseos, compras, vitrineos, cine, comidas. Es el gran espacio pùblicos social por excelencia. Las tazas de cafès se pasan de mano en mano y las voces siguen su camino.
Yo estoy viendo a Isabella en su Arca de Noè, viajando por el diluvio que ella guìa con sus botones y los animales, esas bestias en parejas salvadas, parecieran hablarle, expresarle sentimientos encontrados, como si quisieran bajarse de la nave y olvidarse del diluvio que tarde o temprano nos taparà a todos. Ella sòlo se deja llevar por el movimiento del Arca que nadie sabe adonde viajarà. Hay ruido de mar, aunque el de la ciudad es de lentas y pacìficas aguas. Me pregunto si Noè habrà hecho escala en esta parte del mundo. Còmo habrà capeado el temporal esa nuez en todos los mares del planeta.
La pequeña flor , que yo dejo invariablemente sobre mi escritorio, crece a la vera de un camino y permanece como el rostro de su dueña.

lunes, abril 06, 2009

Anònimos: Prohibido, prohibir



La ùnica frase anònima que me anima a creer en la imaginaciòn, inteligencia y creatividad humana es Prohibido, Prohibir. Nace de un mismo juego y su mensaje da en el blanco del objetivo¨Libertad total.
Leo con espanto cuando alguien, que es periodista, al menos de oficio, elogia a los comentaristas anònimos y al mismo tiempo les asigna una funciòn providencial en cuanto a la formaciòn de opiniòn pùblica.
En Internet se escribe todo tipo de disparates posibles, verdades a media, pero los Blogs surgieron para decir la verdad, aquella que no contaban los grandes medios impresos. Es la historia real. Lo que dice a continuaciòn Juan Pablo Meneses, un blogger de El Clarìn de Buenos Aires, es cuando menos, sorprendente:"Los comentaristas anónimos cambiaron la forma de escribir una sociedad. En estos momentos, mientras todos hablamos de crisis económica o de crisis del papel, se está desarrollando una terrible y secreta y oscura guerra. Una guerra mayor que la de Irak y que la narcoguerra mexicana. Es la guerra entre los comentaristas conocidos y los comentaristas de Internet. Entre los líderes de opinión y los opinadores de blogs. Y esa guerra, para desgracia de los líderes de opinión, la está ganando por goleada el comentarista anónimo. Por eso, los comentaristas conocidos los acusan públicamente de fachos, de xenófobos, de idiotas.., como si eso fuera algo inventado por Internet. Basta ver la transmisión de un partido por las eliminatorias, para entender que todas esas características negativas el comentarista las recibe y aprende y absorbe de los opinadores oficiales. El triunfo del comentarista anónimo es el gran fracaso y la gran crisis terminal del opinador público ¿Quién informó y formó a los comentaristas mediocres, malos, agresivos, ignorantes? ¡Los medios!". R.G.

Las llaves secretas de la Mistral





¿Gabriela Mistral se reservò el derecho que la admiraran o respetaran màs despuès de su muerte? ¿O se reservò el derecho de volver a nacer? A 120 años de su nacimiento, la Mistral sigue màs viva que nunca y tal vez esa no fue su intenciòn, porque Chile paga con rupias, maravedìes, a sus escritores. Un mito que no termina de conformarse y se confirma cada día. Del polvo nacen las estrellas y ella quiso que la dejaràn como el polvo en el camino en su valle amado, donde el cielo es màs claro que cualquier cristal.
Su poesìa y vida nunca fueron un libro abierto. Publicò con avaricia, corregìa sus libros ya impresos cuando los obsequiaba. Nunca estuvo satisfecha y su potente caligrafìa da cuenta de ello. ¿Se mistraleaba en el poema? La poesìa es vida, repito hasta la saciedad lo ya dicho y la Gabriela no escapaba de sus muertos màs pròximos, geografía, cordillera, sus rìos profundos
dentro de sus venas, con las ramificaciones que le trazaron los vaivenes de su tiempo.
A 120 años de su nacimiento, natalicio dicen los biògrafos tenaces, sigue viva como el valle que la acunò durante toda su vida, ese que la rodeò con sus cerros en la infancia. Nunca saliò definitivamente de allì y volvìa en sueños tìpicamente mistralianos, con su memoria de vieja bíblica.
Arrastraba como un gran Buda femenino sus afectos y desafectos, contradiccìones, humores, desencanto, luchas, enfundada en sus traje sastres cerrados de maestra sin tiempo ni gloria, y la atrevesaba la Amèrica india, que puede resultar un lugar comùn, pero a ella no sòlo le calzaba como anillo al dedo, sino que era una postura natural, ètica, social, cultural, propia de una humanista visionaria, adelantada a su tiempo. Màs allà de las rondas infantiles, de su vocaciòn por la niñez, maternidad universal sin hijos propios, otra Mistral luchaba en el corazòn de Amèrica y dentro de su propia visiòn poètica marcada por la austeridad, rigor, su hermètico y complejo universo de caliz y espadas.
Con sòlo cuatro libritos conquistò el Premio Nobel en 1945, amèn de una trayectoria diplomàtica, filosa prosa social, conferencias y viajes por la geografìa de nuestra Amèrica, la otra Amèrica y Europa.
Siguiò siendo admirada, humillada, olvidada, la pieza oscura de la poesìa chilena. Lihn, autor de ese libro, dijo en un verso sublime: Diràn que està en la gloria. Fue bautizada con tan malos tìtulos, de Gabriela pùblica y privada; Una mujer nada de tonta; etc. y no valen porque no reflejan ni un centìmetro de la clara oscuridad de su lenguaje. Fue autora en verdad de un sòlo libro inconcluso, como su vida, que partìa de un nacimiento interminable y se hacìa y rehacìa por el mundo. No entendieron sus detrcatores ni el màs leve vuelo a ras de tierra de esta discìpula de la palabra, mujer de compromisos, dura y tierna como describiera su poesìa Paul Valèry.
Han pasado 120 años y su poesìa late màs viva que nunca- Gabriela nos hace un guiño para que comprendamos su presencia Americana, profundamente chilena, universal, sin duda, carente de falsas fronteras, vital en sus raices. La vitalidad de su palabra sorprende a moros y cristianos. En vida incomodò a toda suerte de oficialismo y a la pesudo crìtica que la fustigò permanente y àcidamente. Nunca la entendieron ni descifraron sus Sonetos a la Muerte, y menos su original, enigmàtica, trascendente obra.
Todos, al menos mi generaciòn, somos algo mistralianos en Chile, educados con los Piececitos de Niño, la visiòn tutelar de la Cordillera de Los Andes, Las Reinas de Lucila, la visiòn de la maestra errante que partiò de Chile dejando su sombra en medio de la crìtica pueril que cocina todo en un mismo sartèn
Mujer de profunda espiritualidad, la llevò a buscar un "Dios terreno", y de paso superò esa religiosidad que se le atribuye constantemente, porque maneja una suerte de religiòn alternativa. Mujer de ideas, màs que de cabellos largos, pionera, adelantada, polèmica, una Gabriela sin pelos en la lengua, es lo que vimos entre lìneas, las que podìamos reconocer en las lecturas de sus mùltiples mensajes. Poesìa de profundo pozo. Seguramente ella veìa en el reflejo de la oscuridad, su rostro màs allà del poema y aguardaba la llama encendida temblar.
Dice en su libro Lagar: La bailarina ahora està danzando/la danza del perder cuanto tenìa./Deja caer todo lo que ella había/padres y hermanos, huertos y campiñas./el rumor de su rìo, los caminos/el cuento de su hogar/su propio rostro/y su nombre, los juegos de la infancia/como quien deja todo lo que tuvo/caer de cuello, de seno y de alma.
Es ella sin nada, quien amò las cosas que nunca tuvo, con aquellas que ya no tengo.
Rolando Gabrielli©2009

domingo, abril 05, 2009

Diosa


Asciendes, diosa,
no pisas tierra,
aire,
rosa en cuerpo y alma,
despegas clavos,
Bella, vuelas.
Rolando Gabrielli©2009