jueves, marzo 12, 2009

Celestino antes del alba




¿El alba es lo primero...? Rolando Gabrielli
(Este es un comentario a un texto de Daniel Rojas, Director de la revista digital Cinosargo, quien es un joven y talentoso profesor chileno, nacido en el Perù, reside en Arica y ejerce en la Universidad de Tarapacà.
Cinosargo es una de las màs completas agendas de la literatura chilena, latinoamericana y universal. Es una caja de Pandora, llena de hallazgos, que recomiendo sin reserva alguna porque es ademàs abierta, pluralista, sin complejos, ni falsas idolatrìas ni brillantes banalidades. Por sus pàginas desfilan T.S Eliot, Lihn, la Woolf, Cortàzar,Borges, Carlos de Rokha, Vallejo, Cabrera Infante, Arguedas, Bolaño, Kafka, Tolstoi, chilenos de Norte a Sur y màs allà de los mares, la olvidada Bombal, la Mistral, Ferlinghetti, Joyce, Rulfo, Teillier, Neruda, Parra, Benedetti, Gelman, Manuel Rojas, Hemingway, Dostoyevsky, Cervantes, Shakespeare,- la lista es interminable- poesìa joven, mùsica, festivales, cine, grabaciones con la voz de los autores y mucho màs.
CELESTINO ANTES DEL ALBA
Este era el dìa mi estimado Daniel para hacer un comentario de paso, pero cargado de memoria, un dìa luminoso en el tròpico, brillante, de brisa, paradisìaco, una fecha similar a la que cuando conocì a Reinaldo Arenas en La Habana, se aproximò y me regalò con una dedicatoria Celestino antes del alba. Joven, alegre, de pelo ensortijado, de fàcil sonrisa, escribiò bajo el titulo de su obra editada el 65: "Rolando Gabrielly, con y, (algùn origen griego me vio?) esperando conocer su poesìa y que nuestra amistad perdure antes y despuès del alba...sigue una lìnea que nunca he logrado traducir y despuès en Cuba, un abrazo de Reinaldo Arenas".
El libro està dedicado a Maricela Cordovez, la muchacha màs linda del mundo y tiene tres epìgrafes suscritos al inicio por Wilde, Borges y Federico Garcìa Lorca. Muy sugerentes y nos abren los ojos ante una obra decididamente poètica. "Pero ninguno se atrevìa a mirarlo a la cara, porque era semejante a la de los àngeles. Wilde. Amanecerà en mis pàrpados apretados. J.L. Borges. El poema de Garcìa Lorca comienza asì: Dichosos los que nacen mariposas O tienen luz de una en su vestido ¡Dichosos los que cortan la rosa Y recogen el trigo....En su desarrollo se suceden otros epìgrafes iluminadores de la obra y del propio autor: La Uniòn de Escritores Cubanos, UNEAC, la premiò en 1965, y destacò su tècnica novedosa y pienso que su palabra es como un manchòn de mariposas en pleno vuelo. Prosa alucinada, del yo de la infancia, de la naturaleza de las cosas màs queridas, escenarios imborrables, y todo aquello que forma parte de uno mismo, de lo que lo rodea, la rebeldìa del amor, las frustraciones, el himno de si mismo, la familia que te atormenta y da felicidad. Reinaldo Arenas toca con vicio la piel de las cosas y las mira desde adentro, como si estuvieran vivas. Es el niño el mejor poeta de cualquier obra, de mirada virgen, pura, autèntica y reveladora. Marzo, cuando aun no llega a su fin el verano por esta parte del globo, es màgico hablar desde la perspectiva luminosa de las palabras, normbrarlas detràs del espejo y sus sombras. Viajar con ellas en la memoria en aquellos dìas del 69 cuando Reinaldo me entregò este libro quizàs para que lo conservara para siempre màs allà de mi memoria. Libro salvado de tantos cambios de casa y paìses, viajes con los escombros de las maletas y repleto de papeles y libretas de notas volando, poemas aùn no vencidos por el tiempo. Un libro que no fue escrito en el desierto ni sus palabras son arena que se escurre por los dedos de la mano. Yo, que vivìa frente a la montaña, callado, felizmente inèdito, resignado al color gris, azul, cafè, a los trajes de ciudadano de Santiago de Chile, a un paìs cuya poesìa es màs grande que todo su territorio junto-la cordillera, el mar, rìos, plazas, oficinas pùblicas, estadios, la antàrtica, el desierto, sus valles,viñas, minas de cobre, puertos, balcones, campos de concentraciòn, casas de tortura, cuatro estaciones- recibìa este libro mini barroco por su colorido, visiòn de tròpico, paisaje de tròpico, almas de tròpico, sueños de tròpico, noches de tròpico, personajes de tròpico. Y despuès vivirìa en el tròpico bajo la vigilia permanente de Celestino antes y despuès del Alba. Paisaje-paisaje y paisaje humano, interioridad psìquica, visiòn-yo y las cosas, la naturaleza circundante, los muertos que viven el presente, la imaginerìa personal de un joven del interior de Cuba, campesino, donde la naturaleza se pega a la piel y los sentidos. Un escritor que habla consigo mismo y sus fantasmas. En verdad esas sàbanas blancas nunca nos abandonaràn en nuestras vidas.
Es una mirada limpia la de Arenas y Celestino, la del poeta, sin subterfugios se adentra al mundo de lo real imposible, donde existe una comunicaciòn invisible y tangible con su madre y sus abuelos, el primer escalòn de vida.
Asì comienza...alucinàndonos desde el primer instante...un escritor con palabra, vocaciòn, imaginaciòn, temprana madurez y destino infausto...
Mi madre acaba de salir corriendo de la casa. Y como una loca iba gritando que se tirarìa al pozo. Veo a mi madre en el fondo del pozo. La veo flotar sobre las aguas verdosas y llenas de hojarascas.
Este comentario continuarà en mi Blog. Tengo que ir a trabajar. Un saludo Daniel y a los amigos de Cinosargo y sus lectores. Rolando Gabrielli 10 de marzo 2009
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Reinaldo Arenas y la revolución del lenguaje poético en Arturo la estrella más brillante
por Daniel Rojas Pachas
La novela breve Arturo la estrella más brillante del escritor cubano Reinaldo Arenas (Aguas claras/Cuba 1943 – Nueva York 1990) es un texto desgarrador y de enorme belleza como la mayoría de títulos a los que este autor dio vida en su turbulenta e interrumpida carrera. La narración es un testimonio que ilumina al lector con respecto al actuar eversivo y contradictorio de los sistemas de gobierno cuando tienden a volverse instrumentos y maquinarias irracionales de represión que pasan por alto la dignidad de aquellos a los juraron defender y servir, socavando todo principio de libertad y bien común que orientara en principio sus políticas e ideología. Escrita en tercera persona, la narración de Arturo la estrella más brillante nos presenta como eje central de su historia, el encarcelamiento y las penosas peripecias de un joven homosexual de gran sensibilidad que construye en su mente a través de la palabra hecha poesía, un mundo utópico que lo sustrae de la violencia y absurdo del medio que pretende fagocitarlo. El espacio inmediato es un centro de re-encauzamiento o reeducación que trata la preferencia sexual del protagonista y su vida en general como una desviación indeseable para el régimen. En este espacio de miseria y tortura, Arturo conoce las vejaciones de la carne, el abuso de militares sodomitas y figuras indiferentes al dolor ajeno, así como la traición a flor de piel por parte de intrigantes compañeros de reclusión capaces de vender a sus propios progenitores con tal de salvaguardar su pellejo. El tema de represión de cualquier modo no fue algo extraño o mera ficción para el autor. Arenas lo vivió en carne propia desde el momento en que se desilusionó de la Cuba Castrista decidiendo vivir indiferente a la revolución, esta conducta, sumada a su condición sexual, considerada periférica y una desviación no grata, lo pone en contra de los dictámenes unidireccionales y represivos de su contexto, por tanto es torturado, preso en el castillo del Morro por dos años, sometido a trabajos forzados y a confesar por escrito, humillantes cartas de renuncia a sus derechos para evitar así, futuras privaciones. Las condiciones de extrema pobreza que sufrió el autor por otra parte, no son secreto, paradójicamente no le era permitido publicar en su país, la persecución a la que fue sometido, lo forzó a reescrbrir los mismos libros una y otra vez, pues estos eran incautados o autodestruidos por el mismo Arenas por ser documentos comprometedores, sin embargo, sus creaciones, debido al ingenio del autor y la ayuda de algunos amigos que visitaban fugazmente la isla, le permitieron, sacar a Europa los títulos, ganando premios y reconocimientos que no pudo gozar de manera directa. Su alegría se resumía en saber que estos textos, eran una prueba de su existencia. Esta relegación y suma de condiciones desfavorables, duró hasta su exilio en los Estados unidos, país al que llega tras falsificar su pasaporte y escapar de la vigilancia del régimen, el cual prefería mantenerlo silenciado al interior de la isla debido a su labor como escritor que no vendía sus letras al servicio del poder central, sino que todo lo contrario, osaba desafiarlo con un verbo dinamitero, excesivamente hiperbólico y exuberante. Reinaldo Arenas en tal medida fue un libérrimo creador, en muchos sentidos hedonista y desaforado en su literatura y vitalidad, subversivo poeta y relator de enorme barroquismo que con su obra, pretendía desafiar tanto a nivel semántico (plano del contenido) como en el diseño textual (plano de la expresión), al lector y a las letras latinoamericanas. Su espíritu carnavalesco en el caso de Arturo la estrella más brillante, se acompaña de un extremo dinamismo, prosa capaz de romper las normas gramaticales, específicamente los límites del ritmo impuestos por la puntuación y demás elementos suprasegmentales. En la obra la sintaxis se deconstruye y el receptor del mensaje literario desde el epígrafe del libro dedicado al amigo de Arenas, Nelson Rodríguez Leyva, (autor del libro el Regalo y joven víctima del régimen de izquierda) debe zambullirse en picada en una frenética carrera que lo deja sin aliento, precipitado al encuentro de un final trágico que en su intrincado decurso no deja jamás de exaltar los sentidos y las puertas de la percepción La flagrante oposición entre medio normalizante y creación poética de un mundo alternativo que desafía los cánones sociales, lo vemos empero, no sólo en esta novela del autor, sino en su narrativa, dramaturgia y obra poética en general. Los protagonistas de Arenas son alegorías de su devenir personal. Jóvenes intelectuales, escritores vapuleados, seres que viven su libertad de forma exaltada y que deben chocar con una realidad perniciosa, limitante que no tolera ningún discurso contrario a su visión de lo que se considera normal y esperable en un miembro respetable de la sociedad o correligionario del partido en edad de servir y defender los valores de la centralidad. Entre sus trabajos más destacados se cuentan, además de Arturo la estrella más brillante, El portero y su autobiografía Antes que anochezca (Before Night Falls) que daría vida a la película documental del mismo nombre, dirigida por Julian Schnabel e interpretada por Javier Bardem en el rol del escritor. Sin embargo dentro de su bibliografía no podemos obviar la pentagonía, serie de novelas también biográficas y testimoniales, ficciones delirantes que abarcan el devenir Cubano desde el gobierno de Batista hasta las proyecciones más oscuras y nihilistas que el narrador esgrime acerca del futuro de la isla, esta penta-saga de dolor incluye los títulos Celestino antes del alba, La noche de las blanquísimas mofetas, Otra vez el mar, El color del verano y El asalto. Todas estas novelas, junto a Arturo la estrella más brillante, podemos hasta cierto punto relacionarlas con los planteamientos que tiene la teórica literaria europea Julia Kristeva en su obra la revolución del lenguaje poético al señalar la dicotomía entre un mundo simbólico altamente conductual y normativo y una dimensión semiótica, reprimida y que la poesía como subversión consciente del mundo diurno puede hacer posible, liberando un contenido polisemico, altamente connotativo, original e inesperado. Kristeva analiza el continente semiótico en la poesía de Mallarme y el Conde de Lautréamont, también conocido como Isidoro Luciano Duchase. En torno a la obra de estos poetas señala la teórica, que estos procesos primarios se encuentran liberados de lo inconsciente, por ello es posible relacionar la utilización del sonido en la poesía con los impulsos sexuales primarios por ejemplo. El contenido del mundo semiótico llamado por Lacan imaginario, esta compuesto de una multiplicidad de signos que se oponen a lo simbólico, en la medida que lo semiótico desvirtúa los caminos esperables y esperados convertidos en norma por la sintaxis, mundo coherente y lógico necesario para el orden e identidad de los hombres, pues lo simbólico trabaja con la sustancia de lo semiótico y consigue cierto dominio sobre él. Arenas podríamos decir, consciente de esto como creador y poeta, logra en el diseño y contenido de su obra liberarse de lo simbólico, de las represiones de la Cuba Castrista y desafiar el mundo racionalizado y dirigido del lector, por ello abre un discurso carnavalesco e hiperbólico que aspira a ampliar los límites de la gramática, el proceso de lectura, y la recepción, pues atenta contra los significantes, ramifica estos y los saca de su centralidad, de lo monológico y referencial, de lo cerrado y predecible. En definitiva lo que plantea Arenas, es un mundo nuevo en la poesía, sus personajes crean un espacio utópico liberador, muchas veces ambiguo al estar cargados de violencia y ternura, por tanto las reglas que rigen estos espacios-tiempo difieren del orden social, militarizado, normativo e institucional. Según Kristeva lo simbólico coloca a los sujetos en posiciones y hace posible el que tengan una identidad, de manera que Arenas al contrariar el lenguaje, al desafiar la interpretación, la lectura, y el mundo, también desafía los conceptos fuertes y fundantes de nuestro orden, categorías tan tajantes como masculinidad/feminidad. Kristeva por su parte, contribuye a entender esto al adoptar las explicaciones del psicoanalista Jacques Lacan que reformula las teorías de Freud a fin de comprender las fases de encauzamiento de la conducta y el paso de un mundo semiótico a uno simbólico. Kristeva señala que el mundo semiótico compuesto por una serie de códigos prelingüísticos, signos, sonidos y gestos, el niño los pierde producto de la educación y la dirección de sus conductas dada la vida familiar y lo que la sociedad espera, provocando el almacenamiento de este contenido en el subconsciente, privilegiando un mundo normado, regulado por la madurez del adulto y los sistemas de vida. El material que se reprime va desde conductas tan sencillas como las necesidades excretoras hasta la identidad sexual, lo cual nuevamente nos permite reafirmar la originalidad subversiva y de desmitificación del autor cubano. El prolífico quehacer Literario de Arenas, nos revela a una de las voces más originales y sinceras del siglo XX en lengua española, su prosa es revolucionara en la misma medida que la obra de Kristeva plantea la revolución del lenguaje poético. La palabra revolución en el nombre de su obra implica la posibilidad de un cambio social radical, según ella muy relacionado con la modificación de los discursos autoritarios y fosilizados. El lenguaje poético abre un camino a través de los cerrados espacios del orden simbólico de la sociedad, por ello lo que la teoría del inconsciente busca, el lenguaje poético lo realiza dentro y en contra del orden social. Arenas al tanto, plantea a sus voces como poseedoras de un discurso desestabilizador que situados en una realidad coercitiva y de encierro, una isla teñida por el inmenso sometimiento de ciertas conductas, logran pese a las dificultades combatir con su lenguaje creativo una mirada unidireccional, jerarquizada, rutinaria y típica del mundo y sus dimensiones. Esto explica el rechazo que a través de la historia han tenido los dictadores frente a los artistas y escritores. Podemos graficar el miedo y sistemático ataque a la literatura y pensamiento que busca orientarse a la fuerza. El caso expuesto por medio de esta obra, desnuda la otra cara de Cuba, la precariedad que toco vivir al sensible poeta Arenas y a otros maravillosos autores como Lezama Lima, Virgilio Piñera, Cabrera Infante, Heriberto Padilla, Norberto Fuentes entre muchos más, que vieron suprimida la posibilidad de un pensamiento libre. El poeta siempre violentado, siempre peligrando, reprimido por la fuerza de su imaginario y creatividad inabarcable. Ante semejantes circunstancias pervive como un aliciente en la oscuridad el consejo que el autor de Paradiso, Lezama Lima da a su colega Arenas ante los duros momentos que viven “la única salvación que tenemos es por la palabra: escribe” Autor: Daniel Rojas Pachas

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