que produce
la música,
en cualquiera
de sus movimientos,
para la perfección
de los los sentidos.
Rolando Gabrielli2024
Periodista, escritor y poeta chileno en Panamá
que produce
la música,
en cualquiera
de sus movimientos,
para la perfección
de los los sentidos.
Rolando Gabrielli2024
ve todo lo que sueña,
goza y disfruta de la venia
y aceptación de su presencia,
clarividencia pura de un ángel
omnipresente que siempre vuela,
preside, reina un reino que desconoce.
Es un personaje gracioso, respetable,
da brillo a quien se le aproxime
en búsqueda de ingenuidad y pureza,
belleza en las palabras.
Nadie se ofende porque dormita
en las bancas de un parque
con una paloma en la cabeza
y la plaza se convierte en un souvenir
en plena vía pública.
Rolando Gabrielli2024
Algunos piensan y creen, de veras,
que la muerte es una casualidad,
la probabilidad de estar
en el lugar equivocado
y no tomar las debidas precauciones
a su debido tiempo.
Lo dicen con tal seguridad,
que nos hacen pensar,
si realmente existe algún lugar seguro,
cuando un cielo distraído,
aparentemente pacífico,
deja caer una lluvia de bombas,
de un dios cruel, enfermo.
Los ángeles,
debieran estar avergonzados.
RolandoGabrielli2024
Dejo el azar
a su suerte,
nadie comprenderá
mejor que él,
que el futuro
no es más
que una convención
del presente.
Rolando Gabrielli2024
este es mi secreto,
la realidad es lo mejor,
lo más fantástico
que nos ha ocurrido
vivir.
no soy yo.
Soy el
de las palabras
y tú,
la imaginación,
que me enmarca.
Rolando Gabrielli2024
Chagall, no
es escusa en este teatro de horror,
ni una comedia, sin más ni menos
lo que el
espanto pone en escena,
a veces, de
vez en cuando,
como si la
lección debiera repetirse
hasta el
cansancio o la estupidez.
La pintura
del ruso es una metáfora,
dijo Bretón, y el surrealismo corría por París,
como un
caballo con riendas, sin jinete,
yo diría en
la delirante atmósfera
de los colores, sueños y visiones
del maestro
ruso, que tiene tiempo
para la
comedia en el arte de la vida.
Me quedo
con este Chagall,
inclasificable,
a veces, y que me lleva
a la
infancia, donde los colores no se repiten,
ni tienen
frontera.
Rolando Gabrielli2024
La escena, llena de curiosos, ocurre en Hornsey Road, la calle de Finsbury Park, al norte de Londres, y el grafiti es obra del enigmático Banksy, y los vecinos y paseantes se inmortalizan en un estallido de selfies, que inundarán las redes con las imágenes que reflejan nuestro fracaso como especie... Oh, humanos/ la tierra/no comparte/ tu ambición/desmedida/pon atención/a los signos/ de los nuevos/tiempos.
El poema
tal vez
no se
escriba del todo
así mismo,
pero tiene
la libertad
de pensar,
usar los
cinco sentidos,
ser lo más
literalmente
discriminar,
escoger y
decidir,
para que
todos los
que amamos
las palabras,
la
naturaleza íntima de las cosas,
el ser
humano humanista,
la
naturaleza,
la vida a
lo largo y ancho
de sus
mares y ríos
en los
confines más remotos,
donde la
palabra respira
en absoluto
silencio
y desde sus
profundidades
exige y
reclama PAZ
al mundo,
nos
recuerda que mañana,
es El Día Mundial de la Poesía.
Rolando Gabrielli2024
en palabra y verbo,
nacimiento y bautismo,
amarrado a la fe,
dentro de una botella,
náufrago.
Antilhue,
la estación
del Sur,
es la
memoria de todos
mis viajes,
lugar soleado.
Rolando Gabrielli2024
Algunos deambulan,
otros yacen.
no respiran,
bajo tierra, dormidos,
son parte del nuevo paisaje,
ruinas, escombros, mercancías
que caen del cielo,
la descripción de un día
común y corriente.
No parece haber vida.
Rolando Gabrielli2024
de lejos,
el viento
lo trae y mece
en marzo,
en la estación
que nace y espera.
El cielo
está artillado
y los
tanques se abren paso
por las
ruinas castigando
lo que
queda en pie,
aplastando
la valentía
del
silencio.
La muerte sigue
los rastros
de los que aún
deambulan,
yacen bajo
los escombros
y aún nadie
sabe sus nombres.
Rolando Gabrielli2024
Son cosas
del verano y vienen con la estación,
miles de hojas caen naturalmente y no van
a ningún
calendario, solo viajan en la luz
tropical
y las devuelvo al bosque porque aún quedan
bosques
que
oxigenan los antiguos patios de nuestras
casas
y ese es su
lugar en una ciudad que se asfixia así misma.
El sol
abrazador recorre los viejos zaguanes,
aparentemente
está de paso,
como
cualquier ciudadano de este tiempo,
sale a
trabajar antes del alba y desaparece
al
atardecer detrás del mar o de las montañas.
Rolando Gabrielli2024
Querido y paciente lector; si quieres saber que pienso, consulta el Chat GPT, que aunque repite la información conocida, tiene una super memoria,
capacidad de síntesis y está en continua evolución y podría llegar
a pensar por ti. Es un reciente invento humano. Tú y yo, entonces, estamos advertidos.
No tengo las respuestas y, a veces, no sabemos hacia dónde vamos y por qué.
Tampoco quiero decir que ahí encuentres la verdad, porque los fake news, son para muchos, una verdad pública aceptada, a pesar que quieren cuadrar el círculo con un simple algoritmo. La verdad puede estar a la vuelta de la esquina o al alcance de una estrella, pero hay que buscarla.
Con el tiempo se espera, que la Inteligencia Artificial, no sea tan artificial, y vaya siendo lo suficientemente útil o cada vez más, sobre todo para algunas disciplinas que requieren de su precisión, velocidad, manejo de datos en grandes volúmenes, entre otras habilidades ya demostradas.
Lo que no hay que perder de vista es la humanidad del ser humano frente a la tecnología y su uso no controlado.
Ya están saliendo las reglas, demandas, preocupaciones, abusos, como en todo cuanto ocurre en nuestras sociedades. El tiempo irá ajustando las normas. Eso esperamos, para que no se le agreguen pelos a la sopa que tanto detestaba Mafalda.
Creo que el Chat GPT podría, tal vez, dar respuesta a una interrogante que me han hecho una y 100 veces. ¿Qué hace un periodista-escritor en una oficina de arquitectura?
La pregunta lleva un poco de todo, picardía, ignoracia, curiosidad, diría, y me parece una inquietud válida, interesante y exploratoria, como lo es la búsqueda de respuestas y conocimiento a nuestras inquietudes.
Vaya disciplina, diría, sabe donde amarrar sus caballos, para respondernos con un antiguo adagio, una suerte de metáfora del saber cómo.
La respuesta tiene que ver con lo esencial de la disciplina de la arquitectura que es el diseño. Pues, el escritor es un arquitecto de las palabras, tiene sus propias herramientas para diseñar, es decir, escribir, interpretar un proyecto, mostrar la cara y el espíritu, la identidad de una obra en construcción y a su término. Revelarla ante su propia realidad material e imaginaria, comprometer todos los sentidos con cada uno de los espacios y desvelar una identidad, que la suma de todos ellos terminará por despertar la curiosidad de cualquier visitante presto a conocer su identidad. Es una ruta personal, no es un camino definido, carece de una fórmula, si en verdad queremos encontrar ese espíritu que contiene toda materialidad. Habitar, sin duda, los espacios.
Mucho se ha hablado a lo largo de historia y aún más, de una poética del espacio. De hecho, Gastón Bachelard, un filósofo, poeta, físico, epistemólogo francés publicó un libro bajo el títula: La poética del espacio.
Le Corbusier, considerado uno de los arquitectos más influyentes y renovadores de la arquitectura moderna, fue escritor, al igual que el alemán Ludwig Mies Van Rohe, autor de varios libros importantes para la arquitectura del siglo XX. Por alguna razón acuñó dos famosas frases: Menos es más y Dios está en los detalles. Solo con esas pocas palabras abrió un nuevo mundo para la arquitectura. Lo demás sería papel sketch y lo que nunca se borrará de la mente humana por más Chat GPT, la imaginación, creatividad, los sueños, que son la esencia de esta disciplina y del Arte.
Renzo Piano, arquitecto italiano, sostiene que la arquitectura es arte y utiliza la técnica para crear emociones con su lenguaje específico: espacio, proporciones, luz y materiales. Para un arquitecto, sostiene, es como el sonido para los músicos y las palabras para los poetas.
El poder de las palabras en la arquitectura lo hizo explícito el joven arquitecto de Julio César. Marco Vituvrio Polón, hace más de dos mil años, cuando escribió su tratado sobre la disciplina: De architecture y que se conoce hoy como libro de Los diez libros de la arquitectura. Esta enciclopedia de la arquitectura influyó en Leonardo y Miguel Ángel. El poder de la palabra es innegable desde tiempos inmemoriales y no puede faltar en la mesa de la arquitectura. Vitruvrio pensó en todo y lo escribió.
La arquitectura, según Vitruvio descansa en tres principios: firmitas, utilitas y venustas, es decir: Resistencia, Funcionalidad y Belleza. Esos tres pilares, tres palabras, rigen hasta hoy día. No todas las palabras se las lleva el viento. En este sencillo y poderoso trío de conceptos se sostienen los formidables puentes romanos, teatros, acueductos, el propio Coliseo, donde se puede sentir el poder absoluto del César y la voz del pueblo, en su estado de multitud y fiesta. Los romanos supieron recoger la herencia constructiva etrusca y la estética griega.
Los pilares de la arquitectura, las viejas columnas griegas, romanas, se fortalecen cada día con nuevas ideas, tecnologías, materiales y planteamientos audaces de los arquitectos del siglo XXI, cuyas obras atraviesan continentes y son las nuevas huellas de nuestra civilización.
La arquitectura, desde hace siglos hasta nuestros y futuros días, continuará con su insaciable búsqueda, vocación, diría, innovadora y perfección de su capacidad funcional, su atención preferencial por resolver las necesidades de un cliente público o privado, de servicio, y su ineludible sentido de la estética, la belleza que nos han heredado los griegos, por citar un ejemplo. La belleza siempre es tendencia en la buena arquitectura, en el diseño que marca una identidad, un encanto casi indefinible en una obra. El diseño refleja no solo la destreza en el dibujo de un arquitecto, sino la memoria histórica de la disciplina, un viaje por el pasado que tiene como destino el presente y que debiera sostenerse en el futuro.
La arquitectura ya no es el arquitecto solitario en su mesa de trabajo rayando el papel sketch, lo que no quiere decir que hayan dejado de existir, sino que el trabajo en equipo con otras disciplinas va construyendo el nuevo mundo. El talento no se ha diluido, porque siempre estará presente junto a los sobresalientes que suelen brillar en cualquier disciplina y más una que requiere una dosis artística, imaginativa, poética.
Hay no pocas tareas pendientes, no en el futuro, sino en este presente que no reconoce futuro, pero si lo vislumbra y advierte.
Los muertos agradecen
la ayuda del cielo.
Están hambrientos
de vida.
Los paracaídas
caen en silencio
en medio del sordo ruido
de las bombas y cañones
un poco más al sur.
La muerte repartirá
comida rápida
antes de volver a matar.
Esta preciosa mercancía
ya tiene un nombre,
además de un propósito:
alimentos post mortem.
Rolando Gabrielli2024
La musa es el cuerpo y alma,
el espíritu real de la poesía,
y, sobre todo, del poeta.
2
La arquitectura
es una gran seductora,
la verdadera amante
de un arquitecto.
3
El agua,
la paciencia del sol
y del jardinero
sostienen en silencio
la luz del jardín.
4
Un peluquero
está atado
a una tijera
y al movimiento natural,
anónimo de sus manos
sobre un montón de pelos
de un desconocido.
Rolando Gabrielli2024
1
Se ha roto el espejo,
al otro lado, la realidad
va silbando imágenes
que alguna vez creyeron
perder algo de su identidad,
bajo el cristal herido.
2
Bajo el cristal herido,
al otro lado,
la realidad va silbando,
imágenes que alguna vez
creyeron perder algo
de su identidad.
Se ha roto el espejo.
Rolando Gabrielli2024
Difuso el terror,
lo negro es oscuro,
se siente el ruido de las alas,
aves de mal agüero,
el mal aliento de la noche.
la oscura paleta del paisaje,
la gente está inerme frente al mar,
hambrienta, triste, desolada,
abandonada por el mundo,
viuda su existencia vaga
por la arena en la cárcel
presa del terror,
bajo la gran sombra de la muerte
y de la humanidad.
Rolando Gabrielli2024
Este verano
arde en su propio deseo,
pensaba estos
días en mis tres jardines,
el sol en todas partes y no era una metáfora,
un
dios absoluto prácticamente en llamas.
Qué pueden
decir estas palabras
que arden de solo frotarlas.
El sol baja
por nuestra garganta,
está ciego
y no ve de tanta luz
por donde
anda y a donde va.
Es el
verano que a tientas
nos visita con una puesta de sol,
su mejor
cara.
Rolando Gabrielli2024
La poesía de ocasión,
circunstancial, oportuna,
del momento,
de pública y privada
aceptación,
esa muy solicitada,
de sobremesa,
casi improvisada,
retórica,
de rima fácil
que de aplaudir motiva,
No le abras
la puerta,
ni le cierres,
la salida.
Rolando Gabrielli2024
al silencio
de sus palabras
y de su
propia voz
que se
desvanece
en lo real
invisible.
Es el arte
de la simulación,
palabras que
ocultan palabras.
Rolando Gabrielli2024
La multitud muerta de hambre,
asediada por el hambre
está verdaderamente hambrienta.
El hambre se come al mundo,
pero esta gente,
ya casi no vive en este mundo,
la están matando de hambre y de balas.
Los cuerpos yacen de pie,
esperando una migaja de pan.
Rolando Gabrielli2024
El día que Gabriela Mistral regresó a Chile
por última vez, fui a conocerla con mi madre.
Estaba por cumplir diez años y me acordaba
de los piececitos de niños azulosos de frío,
porque iba a la Escuela 50,
ubicada en la Alameda, próxima a Las Rejas,
donde asistían niños con los pies descalzos
y los inviernos en Santiago son crudos
como la cordillera nevada de los Andes.
La Mistral había dejado el país para siempre,
vagabundeó por la loca geografía como maestra,
Cónsul en Europa, Brasil, México, Estados Unidos
y de tanto dar vueltas por el mundo,
decidió quedarse en Nueva York, en Long Island.
Fueron sus últimos años en esa Larga Isla.
Regresó a Chile maquillada en la solemnidad
de la muerte y así fue, en realidad,
como la vimos con mi madre, de vuelta a Chile.