jueves, noviembre 09, 2006

LOS GIGANTES DORMIDOS YA SUEÑAN CON PANAMÁ





En Panamá está ocurriendo un fenómeno novedoso, único en la historia del país. La arquitectura, en especial los rascacielos y grandes proyectos turísticos que se realizan en sitios costeros, ocupan cada día un mayor espacio en los medios y son motivo de atención creciente en la opinión pública.
Llama la atención su desarrollo explosivo, en los próximos tres años, un período brevísimo para cualquier capital, la silueta será tan diferente, como si no hubiésemos conocido ciertos sitios importantes por donde nos desplazábamos habitualmente.
Las grandes ciudades nunca han visto su futuro como una amenaza a su pasado.
Panamá, esta creciendo aceleradamente, zonas deterioradas, avenidas antiguas, lugares próximos al mar están siendo construidos y ocupados por edificios que ascienden los 100 pisos, además de conjuntos habitacionales vanguardistas.
Ante este panorama, que no es una idea en las mesas de diseño, sino una realidad, se presentan numerosas interrogantes y no pocas aprehensiones por parte de la población.
Es un hecho que la arquitectura está en la vida cotidiana de cada individuo y en la sociedad en su conjunto.
En mayor o menor grado respiramos la ciudad, vivimos sus lugares, sus grandes fachadas y espacios construidos para ser transitados diariamente.
MEGA PROYECTOS Y NUEVAS TECNOLOGÍAS
La presentación de los proyectos, de dos firmas importantes en Panamá: Mallol & Mallol Arquitectos y Pinzón Lozano Arquitectos, motivó un amplio debate entre más de 150 estudiantes de arquitectura, diseño e ingeniería de la USMA, sobre los mega-proyectos y nuevas tecnologías en Panamá
El arquitecto Ignacio Mallol llamó la atención en el foro de la USMA, que en treinta años de carrera profesional no había experimentado un auge inmobiliario de la magnitud que vive Panamá en la actualidad. Un punto de partida para entender un presente efervescente y un futuro que ya es visible, es recorrer Costa del Este y Punta Pacífica, los dos desarrollos urbanos más importantes de Panamá, dijo.
Los rascacielos son los gigantes dormidos que ya sueñan una nueva ciudad y logran inquietar por su imponente altura y especialmente por la demanda en servicios de su voluminosa infraestructura. Surgen del papel sketch con su apariencia de fantasmas, simples trazos que van adquiriendo poderosas formas estructurales. Están creciendo frente al mar y ya están sorprendiendo a los viajeros cuando descienden en el Aeropuerto Internacional de Tocumen.
Mallol y Pinzón Lozano son dos firmas con varios proyectos que van de 50 o más de 100 pisos, como Ice Tower y Torre Planetarium, que tendrá 90 plantas, un apartamento residencial por cada una de ellas con lujosos acabados y 8 mil metros cuadrados de área social.
UNA CIUDAD CON DESARROLLO URBANO
¿Cómo deseamos que sea la ciudad?, es un punto de partida dentro de las interrogantes que a diario se repiten pregunta que flotó y surgió también en el foro de la USMA.
La ciudad se relaciona con la gente, con quienes la transitan y habitan. Ese es un tema que debe asumir el Estado con un mayor planeamiento de los espacios públicos.
Mallol está convencido que el desarrollo siempre llega, es inevitable, y lo que se requiere es transformar los espacios de una manera adecuada, funcional, no agresiva, sino que estimule el medio ambiente a una mejor vida humana.
Para ello, está el diseño, la planificación, los nuevos materiales que crean y hacen posible compartir un mejor ambiente.
Mallol, quien dio un vistazo a sus últimos y más importantes proyectos comentó que Panamá es una ciudad joven, en pleno y vertiginoso crecimiento, con un desarrollo inmobiliario sorprendente para los cálculos más optimistas.
No es una idea personal, sé que esta afirmación la comparten otros Estudios de Arquitectos, como Jesús Díaz, Edwin Brown, George Moreno, Alfonso Pinzón Lozano y Musa Asvat.
El tema que domina el foro público, la atención de los panameños, de los promotores nacionales y extranjeros, es el de los edificios altos, en especial con vista al mar.
¿Qué es un edificio alto, en el siglo XXI, se interrogó Mallol? ¿Porqué la gente le gusta casi conversar con las nubes? ¿Porqué la demanda de por los pisos altos?
¿Una edificación que mide 350 metros? Hace unos 70 años, se respondió, ya se hacían edificios de 100 pisos en Nueva York, y hoy eso no constituye una novedad.
LOS RASCACIELOS SIGUEN CRECIENDO
Frank Lloyd Wright hizo una propuesta hace más de medio siglo de construir un edificio de 1.600 metros (Mile High), ejemplificó, y no estaba equivocado porque la arquitectura es un desafío permanente a los sueños posibles del hombre.
En Buenos Aires, recordó, quieren conmemorar los 200 años de vida republicana con una torre de doscientos pisos y estamos hablando de América Latina. La arquitectura es también el arte de la globalización.
Lo que quiero enfatizar con estos ejemplos es que más bien estamos algo atrasados en edificaciones altas, que debemos seguir pensando en grande y que el futuro nos demuestra en arquitectura que nada es imposible.
La respuesta es que no podemos, ni debemos decir no al desarrollo, ser optimistas y contribuir con propuestas interesantes para que el estado cree, mejore, adecue, una nueva infraestructura acorde con el crecimiento urbano, enfatizó Mallol.
Las ciudades se hacen y rehacen a lo largo de los tiempos y los más jóvenes tiene un mayor potencial para descubrir y enriquecer sus nuevos espacios. Una ciudad nunca terminará de construirse. Siempre habrá espacio dentro del espacio, para lo nuevo, sorprendente y el futuro.
Rolando Gabrielli©2006

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