martes, julio 28, 2009

Del Tarot de Gala




Las Musas siguen hablando desde el más allá. Y esta rusa llamada Gala, fue Musa de Musas, hizo historia entre los surrealistas: Paul Eluard y Ernst. El Padre del surrealismo, André Bretón, la despreció y acuño una frase compuesta que se decompone en el nombre de Dalí, con quien vivió 50 años y lo rescató de la locura. No es poco decir tirar de los tirantes a Salvador Dalí cuando se iba al infierno.“Avida Dollars”, es la palabrita que recoge la historia y marca a la inefable y adelantada Elena Ivanovna Diakonova, que abandonó a Eluard por Dalí, aunque careció de toda fidelidad comprobada. El pintor catalán pintaba según el resultado que obtuviera gala de las cartas del Tarot que lanzaba bajo un olivo. Ella no dejaría nunca más la historia inmóvil, ni la personal y tampoco la del pintor. Es difícil explicar la existencia artística de Dalí sin Gala y no estaríamos exagerando porque ella le devoró la poca razón que le quedaba y se la entregaba con su propia existencia que caminaba en un calculado tablero de ajedrez. Gala se superó a ella misma. Ya cuando Dalí no se pertenecía y estaba a punto de declarar su amor, le preguntó qué quería que hiciera. Y ella, fue simple y rotunda: mátame. Así es muy difícil pasar por el cadáver del ser amado. Gala había superado el espejo.
Gala ha vuelto a renacer en el hallazgo de una pintura de 1931 sobre una tarjeta, en la miniatura espléndida de la Musa y de la mano de Dalí. Sólo una pequeña leyenda, de mano del autor:pour l'oliveta Salvador Dalí 1931'. Oliveta (oliva pequeña). Así le llamaba. Es la primera obra que el pintor hizo a su Musa y fue adquirida por La Fundación Dalí en 540 mil dólares en una subasta en Nueva York.

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