viernes, enero 28, 2022

Rosas que no olvidan

 La muerte, el crimen de un niño,

debiera ser un desprestigio

para la muerte, un acto inadmisible,

vergüenza, vergüenza,

rosas que no olvidan.

Pienso en esos  niños judíos de los campos

de concentración, en los niños hacinados,

muertos en la Franja de Gaza,

en los niños esclavos africanos,

en los niños de América asesinados

en los vientres de sus madres, desaparecidos,

en los niños del mundo que no alcanzaron a vivir

bajo bombardeos, asaltos  de tropas invasoras,

sacrificados por los estados autoritarios, dictaduras,

falsas democracias sin democracia,

que nadie quede por  fuera, ni impune,

de la rabia  y dolor de estas palabras.

Rolando Gabrielli 2022

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que poema conciencia, un llamamiento a volver a poner el corazón en lo justo. Las infancias robadas son crímenes de lesa humanidad, gente que no tiene temor de Dios , que cosifica lo humano, lo des humaniza y lo abaja a nivel de cosa. Eso se llama en psicoanálisis perversión . Toda guerra esconde y fundamenta ese rostro que cosifica. Apuntar a un niño con un fusil y no sentir nada es realmente el cierre del ciclo humano.