Suaves frutos caen
en nuestras manos
en el orden de los días.
Un árbol que nos pertenece
sin haberlo sembrado,
nos regala la gracia
de su fértil semilla.
No sabemos por qué 
nos ha escogido
y a su sombra
nos debemos
y su oxígeno,
respiramos.
Rolando Gabrielli2023

 
 
 
 
 
 
 
 
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