miércoles, febrero 20, 2008

Mi pequeño detractor


Mi pequeño detractor
es un poeta sin sangre,
herido en la bilis,
belicoso de lengua,
me dice de tan lejos,
no sé que me dice.
La envidia es una lombríz solitaria.
Yo veo una puesta de sol
con los ojos vendados.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso espero....

Anónimo dijo...

Gracias. Siempre ha sido un Caballero.

Mr. Kent dijo...

A ustedes, poderosos editores y escritores consagrados, les pido que me ayuden a ser parte del establishment. Deseo vivir sin pegar un palo al agua. Levantarme a las diez de la mañana, tomar mi zumo de naranja recién exprimido y unas tostadas con aceite. Luego darme un baño en la playa, pasear con mis perros, hacer el amor con mi mujer, y alrededor de las doce del mediodía, escribir dos cuartillas. Luego degustar el aperitivo, tener una conversación amena con mis amigos, seguido de un almuerzo gourmet. Después, como es lógico, para reparar fuerzas, una pequeña siesta. Y a eso de las cuatro de la tarde, cuando la inspiración está en su máximo, escribir otras dos cuartillas. A las siete de la tarde, salir a dar un paseo, tomar mi copa de vino habitual, cenar y sostener una pequeña tertulia con mi vecino alemán. Finalmente, a partir de las diez de la noche, silencio, y retomar la escritura hasta las dos de la madrugada. Como resultado: seis cuartillas perfectamente digeridas y listas para ser vendidas. Ya ven, todo está planificado, solo me falta un editor. Gracias