martes, enero 10, 2006

Vicente Huidobro


Subamos al carrusel de Huidobro,
sin paracaídas no vaya a ser
el último paso por el Paraíso perdido.
El aire, las estrellas, los puntos cardinales,
que buscaba, dónde buscaba.
No perdamos de vista el horizonte,
ni el abismo al doblar una esquina.
Una ventana cruza un pájaro, lo vuela,
el cielo no tiene techo.
Un mar sin olas no es un mar,
es una tasa de té.
Un poema es el huracán de sus palabras.
El tiempo cruza la tarde.
En el juego de la poesía,
se aceptan castillos en el aire,
se rematan adjetivos,
se vende un desierto amueblado
se alquila un mar y sus respectivas estrellas,
se vende un desierto amoblado
y se alquila un mar con sus respectivas estrellas.
La realidad es el mejor montaje, es miope,
Pero la ficción usa binoculares.
Un conejo prefiere sus propias orejas
que salir de un sombrero de copa.
El espejo sólo tiene una mirada
que se repite si uno cree en los espejos.
De un agujero sólo se sale
entrando al revés.
No es sal lo que necesita mi hombro,
ni un trébol de cuatro hojas mi suerte.
Sólo subamos al carrusel de Huidobro.
Rolando Gabrielli©2002-2006
Homenaje al Poeta Chileno Vicente Huidobro
en su 110 avo natalicio, hoy 10 de Enero de 2006

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