miércoles, junio 16, 2010

Leopoldo Bloom

Leopoldo Bloom
A Sylvia Beach

Es tu día,
las vísceras de Dublín huelen
el riñòn frito de esta historia,
mi memoria, Nora, mi memoria,
Nora, nunca estuve màs ciego
que mis ojos no alcanzaran a ver
esta trampa de tus pechos,
el sexo de la honda rosa,
de vez en cuando Dublìn,
Irlanda sobre mis palabras,
amor,  juntos al  rìo Liffey que no ahoga
ese paseo que la muerte a nadie roba.
¿Una obscenidad, Leopoldo,
que un libro muera inèdito en llamas
entre las piernas sucias,
falsamente puritanas
de un aduanero de mierda?
Es lo que huele un mal lector,
libertad, libertad
vomita la historia de sus propias palabras.
Pero hoy estamos de fiesta,
un día irlandès para el mundo
de la literatura,
es un paseo
que otros nos recuerden
por lo que aùn no hemos escrito,
pero si vivido.
Rolando Gabrielli©2010

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso el poema, porque es maldito, hay deshecho social, amor, pasiòn, odio., resto...

Anónimo dijo...

Joyce tomò riesgos. Luego las consecuencias. El mundo hablò de èl. Escribir es tomar riesgos...

Anónimo dijo...

Me gusta pensar la literatura con el aporte de Saer, èl habla de Mapas, de topografìas en el lenguaje, los itinierarios que el relato realiza, y pienso en Dublìn en ese dìa, un mapa singular seguramente, asì como en Rayuela La maga andaba vagando por los puentes: "un encuentro casual era lo menos casual".Què planeta bello el lenguaje!!!! es otro universo por donde andar cuando la tierra se pone espesa...