miércoles, junio 24, 2009

Che Gardel




Cada 24 de junio viene a la memoria colectiva del mundo del tango y de los admiradores de Carlos Gardel, la fecha que puso fin a sus días hoy hace 74 años, en un accidente aéreo en Medellín, Colombia.
Indiscutido icono del río de la Plata, cuya voz inmortal fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el 2003. ¿Nació en Tolusse, Francia, o en Tacuarembó, Uruguay?
La polémica se reavivirá cada aniversario y en cualquier ocasión en que se hable del Morocho del Abasto, el Zorzal Criollo. Francés o uruguayo, vivió en Argentina y está enterrado en el cementerio La Chacarita.
Quedan sus películas y voz, sobre todo el tango, que ya no reconoce fronteras y le seguirá cantando a la vida, el amor, a las frustraciones, penas, al alma, al amor que crece sin fondo ni explicación, como una terjeta de crèdito que nunca experirará.
Una figura emblemàtica del tango de todos los tiempos, hizo historia y pasò a la historia. El tango està a las puertas, en las a la de espera, de ser reconocido como Patrimonio de la Humanidad. Ciertamente, la Humanidad y quienes la habitan, debieran ser reconocidos y protegidos como Patrimonio de la Humanidad antes que mañana sea tarde.

Mi Buenos Aires querido
cuando yo te vuelva a ver,
no habrás más pena ni olvido.
El farolito de la calle en que nací
fue el centinela de mis promesas de amor,
bajo su quieta lucecita yo la vi a mi pebeta,
luminosa como un sol.
Hoy que la suerte quiere que te vuelva a ver,
ciudad porteña de mi único querer,
y oigo la queja de un bandoneón,
dentro del pecho pide rienda el corazón.
Mi Buenos Aires
tierra florida donde mi vida terminaré.
Bajo tu amparo no hay desengaños,
vuelan los años,se olvida el dolor.
En caravanalos recuerdos pasan,
con una estela dulce de emoción.
Quiero que sepas que al evocarte,
se van las penasde mi corazón.
La ventanita de mi calle de arrabal
Donde sonríe una muchachita en flor,
quiero de nuevo yo volver a contemplar
aquellos ojos que acarician al mirar.
En la cortada más maleva una canción
dice su ruego de coraje y de pasión,
una promesay un suspirar,
borró una lágrima de pena aquel cantar.
Mi Buenos Aires querido,
cuando yo te vuelva a ver,
no habrá más pena ni olvido.

1 comentario:

mario capasso dijo...

Rolando, felicitaciones por el artículo acerca de Carlos Gardel y por el blog, que está muy bien,
y como te decía en el mail,

un abrazo desde un suburbio de la ciudad de Buenos Aires, para vos y toda tu gente amiga y lectora