sábado, noviembre 28, 2009






La solidaridad tiene dientes de castor
roe bajo la tierra el tùnel
del solitario constructor
La superficie es huèrfana, padre
La ciudad se pudre con sus rascacielos
de màrmol y gypsom
¿Què habrà detràs del muro mañana?
Varado en una carretera
el sol me refleja en los parabrisas
de los automòviles que cruzan
despiadados el atardecer
Frente al bosque hacia el mar
pongo en orden mis ideas
Las hojas de un otoño tardìo, inexistente
acompañan mi aburrimiento
Los ojos de los conductores
con sus radios encendidos
no ven
y sus manos parecieran
usar guantes
Todos saben que estoy varado
en la carretera
con una ridìcula llavecita inùtil
en mis manos
frente al bosque
con la tapa del motor levantada
contra el azul del cielo
casi implorando
que encienda, arranque
el testarudo caprichoso motor
Mientras tanto,
las hojas caen
y el dìa aùn no ha muerto.

No hay comentarios.: