lunes, agosto 15, 2011

LOS NUEVOS TIPS DE LA NOVELA, segùn Carlos Fuentes

Carlos Fuentes, a sus 82 años no cesa de hablar sobre la novela, un gènero desahauciado para algunos, renovado para otros, latente siempre en la imaginaciòn y memoria humana. Habrà novela, digo, hasta el último  hombre sobre la tierra, que se contarà asimismo toda la historia pasada y su propio futuro. Posiblemente, por conveniencia y salud, ignorarà el presente.
De acuerdo con el narrador mexicano, Fuentes, quien lanzarà en España el pròximo 24 de agosto su ensayo: La Gran Novela Latinoamericana, donde señala que los novelistas actuales se centran màs en el presente que en el pasado. Para el autor de La Regiòn màs transparente,  narradores como Gabriel Garcìa Màrquez, Alejo Carpentier, Juan Carlos Onetti y Mario Vargas Llosa contaban la historia no dicha o no contada.
Me pregunto ¿dònde encajan dos de los mayores clàsicos:  Juan Rulfo y Julio Cortàzar? Una vez que conozcamos el ensayo sabremos hacia donde apunta Carlos Fuentes, quien dice que ya se resolviò la interrogante clásica ¿ Quiènes somos? Ahora se resuelve, dice, el ¿Còmo somos?
¿Indagarà la novela hacia dònde vamos? ¿Cuàl es la preocupaciòn de un novelista?
De acuerdo con los anticipos sobre el ensayo, Fuentes analiza la novela  del Descubrimiento de Amèrica (¿Encuentro de dos culturas o choque?) a la actualidad.  Màs de cinco siglos de historia novelìstica. En el siglo XX, adelanta Fuentes en declaraciones al diario mexicano Reforma, autores como el argentino Jorge Luis Borges, el cubano Alejo Carpentier y el uruguayo Juan Carlos Onetti asumen la posibilidad de la imaginación americana".
Hace un tiempo, lei que Carlos Fuentes se negaba a leer a Roberto Bolaño, quien abrió un nuevo camino a  la novelistica post Boom. El gran miesterio de este ensayo será enterarnos si Fuentes hizo caso omiso y superó  su malestar frente al autor de Los Detectives Salvajes, uno novela que conquistó al propio Estados Unidos, como lo hizo en su momento Cien años de soledad, de Garcia Márquez. Son dos harinas de distintos costales, pero la novela es un producto para leer y ambas tienen lectores.
Jorge Luis Borges, que nunca escribió una novela, y cuando  dijo que no leyó  Cien años de Soledad, abrió un camino aparentemente para  el olvido de obras del nivel de las mencionadas. Nunca me enteré si leyò o no,  Rayuela de Cortázar o se refiriera con amabilidad a Pedro Páramo de Juan Rulfo. Sus lecturas eran inglesas, escandinavas,  los clàsicos y su propia literatura, que decìa ignorar, como algunos autores argentinos que fueron su obsesiòn para bien o para mal.
Borges mantuvo hasta el final su ironìa respecto de la democracia, autores latinoemaericanos, españoles, García Lorca fue uno de sus blancos favoritos, la propia Academia Sueca, y todo lo que se moviera en direcciòn contraria a sus ideales de como debìa ser la literatura y el mundo. Su madre siempre le acompañò en esta aventura. Bolaño, el narrador chileno de Estrella distante, siguiò esa lìnea de crìtica a sus pares y que incluyò a la generaciòn del boom, salvàndose Mario Vargas Llosa y Cortàzar. Los mexicanos Paz y Fuentes estuvieron dentro de sus objetivos. Fuentes  no lo perdonò. Pero no es nueva esta situaciòn entre artistas, escritores, poetas, pintores.  Gabriel García Màrquez le dedicò años al guatemalteco Miguel Àngel Asturias. En 1968, cuenta Gerald Martin en su libro Una Vida, biografía autorizada por García Márquez, que el autor del Otoño del Patriarca,  que ina a enseñarle al autor de El Señor Presidente, Asturias, a "escribir una verdadera novela del dictador". Nadie puede  quejarse de estos desplantes. Neruda fue un blanco favorito de diversos autores, poetas y narradores. La figura del Padre es un blanco ideal para plantar picas en Flandes.  Asturias se habìa transformado en el primer  novelista latinoamericano que habìa ganado el Premio Nobel y García Màrquez ya lo olfateaba y le hubiese gustado encabezar la lista de escogidos.  Cosas veredes, le dirìa el Quijote a Sancho y por supuesto que la emblemàtica novela de Cervantes, ocuparà un sitial excepcional en el ensayo de Fuentes, ya que inicia la novela moderna, como la conocemos hoy. La historia continùa... Carlos Fuentes, es otro candidato al Nobel, y el año venidero presentarà su  ultima novela: Federico en su balcòn
La novela  seguirà camaleoneando su existencia, mientras exista asunto, una historia, se realidad o ficciòn, o viceversa, mantenga al lector interesado, en papel o digital.
Los novelistas no son mancos, Sancho, cosas veredes, mi señor.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué tal? Qué dice Panamá? Te cuento que hace poco conocí a Carlos Fuentes, me acordé de contarte porque entré a tu blog. Hasta hablé con él un poco, fue en Canadá (aunque él juraba en su conferencia que estaba en Estados Unidos, no sé porqué) me pareció contradictorio que diciéndose de izquierda haya dicho que Carlos Slim era rico por inteligente. Se me hizo decepcionante pero después lo atribuí a su edad. Ya estoy de vuelta en México y pronto me iré al DF, voy a vivir en la Condesa, creo que es hora de leer los detectives salvajes. Me acordé de ti también. Saludos desde el México Mágico Trágico.. N