viernes, noviembre 26, 2010

Madame Nueva York


Olvìdame Nueva York,
no somos nada,
màs que tú y yo,
 frente a un mar de cristales
  crispados por la distancia,
amantes del mar y sus aguas,
un museo flotante,  rascacielos erizados
como si la noche descendiera a volarnos de su altura
inverosímil escrita  en el infinito abecedario,
 de tus palabras rentadas
para la ocasiòn
Sospechas que las deudas sobrepasan
la realidad y nada ilumina màs
que la oscuridad en medio de la luz,
donde queman las entrañas
esas   falsas monedas
 falsas de W.S.
Multitudes sin aire respiran
una misma  burbuja soleada,
horadan con sus pies la huella de Nueva York,
nieve oscura sobre el espinazo tibio 
extranjero 
Cabes apenas en un recorrido de mi memoria
de gourmet de provincia,
me digo,
flor de las distancias, alas pàjaras 
tu opulencia de sacerdotisa mundana
babilònica gastronòmica histriònica
llena de  basura  mi nostalgia
este  desconocido  noviembre
No me pongas a prueba
con tus diamantes desgastados
Alguien nos ha engañado
 con pasos que en alguna calle
resuenan en mi memoria
A nadie le sobra tiempo
para ver la nieve pàlida,
detràs del vidrio la cara
del poeta en Nueva York
Y  venir hablarnos sus perros, 
de  la sombra, de sus dìas
ladràndonos
Par de desconocidos,
cada uno caminando
a la inversa
de nuestras historias
por el Central Park
al lado de nadie,
como en el cine mudo
flotando con el aire
de las carcajadas
Madame Nueva York,
por tu ombligo
de moneda corriente,
te amo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

N york N york decìa la vieja canciòn!! sigue generando aùn hoy cierta fascinaciòn esa cuidad. No sè còmo serà pero me la imagino demasiado frìa, y lumìnosa por la noche. Aunque hay gente que dice que a las diez de la noche las calles se descomprimen por la inseguridad....

Anónimo dijo...

Fantàstico!!!que descripción impecable para mi gusto!
Su talento està presente en cada uno de sus escritos!
Lo felicito poeta!!
Desde Argentina, un abrazo no tan lejano al alma.

Rocío.