miércoles, diciembre 15, 2021

La sombra de un poeta

No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo.

Álvaro de Campos, es decir, Pessoa 

¿La sombra de un poeta

 basta para estos tiempos distópicos?

No lo sé, salí en la mañana a ver que traía

este nuevo día, distraído en el ocio

de observar y ver la ciudad en su asfixia,

como tantos lugares en el mundo,

filas de automóviles haciendo lo mismo

todos los días, uno tras otro queriendo avanzar,

parece tonto perder el tiempo así,

pero la vida  se desplaza de esta manera

en estos tiempos distópicos,

donde todo es igual porque nada

es lo mismo aunque efectivamente

sea semejante asimismo.

Unas cuantas palmeras, árboles

en el camino que no han podido derribar,

el hombre pareciera negarse a vivir,

respirar, pertenecer a la tierra

como el custodio y protector

de semejante patrimonio natural.

Miro al cielo, solo nubes, va a llover,

se limpiarán las calles e inundarán

las avenidas, los ríos tal vez se desborden,

miro otra vez hacia el cielo| borroso,

no descenderá un ángel,

lo más probable es que algún cohete

espacial esté cursando ahora el cosmos,

dicen que una nave

atravesó la corona del sol,

la estrella mágica que hace posible

nuestra vida en la tierra.

El hombre quiere  volar,

el hombre quiere habitar otros planetas,

el hombre sueña con dejar la tierra,

el hombre no sabe que hacer con el hombre,

el hombre se suicida un  poco cada día.

Voy a seguir observando la ciudad,

me aproximaré al mar  antes que el hombre

sea devorado por  la inmensidad

de sus aguas y no haya construido

un Arca de Noé a tiempo.

Rolando Gabrielli 2021

4 comentarios:

Anónimo dijo...


"El Dìa en el cuàl hablò el hombre de blanco "

Anónimo dijo...

Que foto maravillosa, con esa sombra sobre la pantalla, el traje blanco. Una estética con buena energía. Me alegro que ese momento perdure en positivo.

Anónimo dijo...

Una tirada de dados jamás abolirá el azar...

Anónimo dijo...

Hombre D blanco va el poeta...