domingo, marzo 01, 2009

UNA CRÒNICA MORTAL: el àrea dòcil del pecado




"Con la mujer correcta, "todos los hombres pueden ser fieles" . HH
Hugh Hefner es aparentemente un gringo comùn y corriente que siguiò todos los pasos del stablishment: High School. Sirvió en el ejército estadounidense durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial. Luego estudió psicologìa en la Universidad de Illinois, Chicago y proviene de una familia conservadora y religiosa. Tal vez le faltò brindar un par de años sus servicios al Cuerpo de Paz en Àfrica y una pasantìa como Mormòn en el Caribe. Pero su currìculum es completamente, bàsicamente norteamericano.
Lo que iba a hacer despuès formarìa parte del Sueño Americano: fortuna, fama, poder, hedonismo, transformarse en una celebridad y gozar de ese altar hasta el final de sus dìas. H.H. està vivo y vive a sus 82 años con dos mellizas de 19 años: Karrisa y Kristina Shannon. K.K.
H.H. se iniciò con una revista para hombres sòlos en los años 50, toda una osadìa post Segunda Guerra Mundial, un periòdo de efervescencia en la reconstrucciòn de Europa y expansiòn imperial. Al poco tiempo, ese primer intento, se transformò en el sello del conejo màs famoso del mundo revisteril: Playboy, nacìa para satisfacciòn del hombre soltero y casado y de cualquier lector sin anteojeras. Marilyn Monroe al desnudo catapultò la primer ediciòn y todos los semàforos se encendieron en rojo con la luz propia de la Diva del momento.
Un gran olfato de H.H. Playboy trajo dividendos incuantificables, el negocio se ampliò a casinos, hoteles, clubes nocturnos: la imagen del inocente conejo de las bunnys se expandiò y adentrò en la mente de los norteamericanos y del mundo entero. No habìa fronteras para este hedonista conservador y saltò a la TV. La vida es placer, podrìa acuñarse esta frase a su favor, aunque no la hubiese dicho. Años setenta y la competencia cayò como un rayo inesperado, desolador y el viejo modelo comenzò a agotarse. HH cediò el negocio a su hija Christine, quien lo modernizò. Habìa llegado la hora de lo mediàtico desde el celuloide en adelante.
Êl, se casaba y descasaba, vivìa su propia vida de Playboy. Un verdadero ascensor sin para fija. Del subterràneo a la torre màs alta. Bueno, contaba con todo el andamiaje y la materia prima. El viagra le volviò a abrir el apetito. Las conejitas desfilaban como saliendo del sombrero de un mago. El pisicòlogo movìa sus fichas y al divàn.
Nosotros leìamos en un principio Playboy, con el rabo del ojo, debajo de la cama, entre las sàbanas, bajo una estricta disimulada autocensura y nos sentàbamos a la mesa a comer arroz con leche. Era el Chile pacato, con alfombrilla y peste cristal, seudo conservador, trasnochado, pueblerino, con ese toque encantador de la inocencia perdida de puta de pueblo chico. La montaña vigilaba por todos nosotros. Los Playboy desfilaban en los recreos de los colegios sacros, laicos y de cualquier religiòn. HH habìa tocado el pubis de la sociedad con sus conejitas, pero tambièn con grandes artìculos, un periodismo de primera fila, documentado, inteligente, visionario, pluralista, sin complejos. La belleza y el sexo sin cortinas, ni persianas. El tabù de la equivocada educaciòn sexual se disparaba en caìda vertical. Los viejos guardaban su Playboy en la mesita de noche junto al Reader Digest. Lecturas de closet. Què verguenza, què olor a naftalina. You Tube se matricularìa en las Monjas Ursulinas, si hubiese existido en ese entonces. Internet estarìa bajo arresto domiciliario de por vida.
HH supo que Marilyn Monroe le pondrìa en primer balòn de oxìgeno a todas las conejitas que vendrìan despuès. La portada con la MM arrancò las cabelleras del hombre blanco de frontera a frontera. El psicòlogo de Illinois no venìa a improvisar y a hacer apuestas chicas. El Punto G era su Sueño Americano. Que otros se quedaran con el petròleo y W.S. Viet nam, Irak, Afganistàn.Èl iba por la piel, la respiraciòn sin artificios, esa àrea dòcil del pecado universal. Su atmòsfera era ingresar a la caverna humana y hurgar en la pisquis del placer. Viejo cochino, dirìan algunas damas, pero HH, siempre sale sonriente como un confeso pecador sin remedio. Un verdadero profesor que sueña con sus alumnas desnudas en clase. El tiene el poder de sacarlas al pizarròn de Playboy y exhibirlas por el mundo. Su ùltima oferta de portada fue para Kate Winslet, reciente ganadora de un Oscar y quien ha mostrado y demostrado su ligereza en el evstir y desvestir, aunque dice que no saldrà màs desnuda en una pelìcula. Lo ha hecho en 10. HH va por la portada, "en un mundo tan competivo", dice: es la celebridad màs sexy del momento. HH sigue teniendo sueños, inclusive màs allà de la muerte. ¿Es un capricho de gusano rico? Entrar en la mente del Conejo de Alicia en el Paìs de las Maravillas, no era fàcil. Pero, en èste Padre de todas als conejitas, es una tarea aùn superior. ¿Su ùltima ocurrencia es la de un hombre agradecido con el passado y la posteridad? ¿Un ùltimo capricho de enamorado del mito de los sesenta? ¿Narcisismo de un promiscuo que busca el amor eterno entre huesos, polvo y renovados gusanos? ¿Un necrofìlico? ¿Quièn es (HH) Hugh Hefner? ¿Un visionario de la reencarnaciòn y quiere despertarse al lado de una de las mujeres màs sexy? Este pisòlogo de Illinois, profeta de la promiscuidad, nos quiere asombrar con este gesto puritano postmortem. Vende cruces hasta despuès de muerto. La eternidad tiene paciencia de chino. Nos espera a todos. HH se prepara a subir a su ùltimo carrusel, al final del peldaño. Tomò la sana decisiòn de comprar su espacio en el màs allà.
Su ùltima inversiòn, la previsiòn final, lo dice todo. estuvo con todas las conejitas que el cuero le eprmitiò, pero decidiò comprar una tumba en el Westwood Memorial Park de Los Ángeles., al lado de Marilyn Monroe. No podìa existir una oferta mejor, màs que una piràmide egipcia para un Faraòn, expuesta a tantas investigaciones y manoseo cientìfico. HH encontrò su verdadero nicho, reposo. Al lado de la atribulada, incomprendida, enigmàtica, audaz, siempre diva Marilyn Monroe. El ubicuo, pràctico de bolsillo y olfato, HH, revelò los motivos de su decisiòn con impecable soltura de cuerpo y palabras: "Supe por casualidad que el sitio de al lado se había quedado libre y actué de inmediato. ¿Quién no querría estar junto a Marilyn para toda la eternidad?", sostuvo Hefner en una entrevista que publica hoy el diario alemán "Welt am Sonntag"
¿Què le tendrà preparado Marilyn? ¿Le contarà la verdad de su suicidio o crimen para que lo edite en Playboy? Una crònica mortal. Estoy curioso de que hablaran los muertos, si en vida parecen sordos de un mismo oìdo. Rolando Gabrielli©2009

No hay comentarios.: