viernes, febrero 12, 2016

Sólo en Nueva York


Solo, solo en  Nueva York,
todo es posible  me dicen estas calles santas
y la memoria de la memoria  que algún día
hablará de mis pasos,
la ciudad me ladra  y no se reconoce en mis palabras,
 como un perro que ve caer la nieve por una ventana,
me pide más y más comprensión en este frío glacial
en que castañeamos ambos los dientes y las manos,
un vaho que se pierde en la boca de la ciudad.
Sólo Nueva York retiene a Nueva York
y dispara un selfie  que la retrata  de cuerpo entero,
en Manhattan o en el Central Park,
 liviana, risueña, casual, icónica,
siempre concurrida en el gesto
 que no encuentra su propia mirada
El sabor único de la soledad de Nueva York,
me conmueve ante la catedral de sus edificios
y allí oficias de la más pura entre todas las mujeres.
Oh, ciudad,
visitada hasta la saciedad de mis sueños,
aún virgen celebras  por cada segundo
una luna de miel y me pregunto,
cuándo nos encontramos,
no sé,
a la salida  de un café,
pon tú la hora, el día y  el lugar.
Rolando Gabrielli©2016

1 comentario:

Anónimo dijo...

Oh un poeta en Nueva york!!! debe ser una ciudad terrible y sola como dices en tu poema...pero tenès una cita allì con la ciudad, esplèndida idea...