sábado, julio 13, 2024

Wimbledon: ¿Djokovic dictará su cátedra en la catedral del tenis?

Me pregunto en estas largas noches tropicales como un curioso observador del tenis: ¿Novak Djokovic dictará  su cátedra este domingo en la Catedral del tenis mundial, Wimbledon, frente al veinteañero español Carlos Alcaraz, uno de los desafiantes líderes de la nueva generación de tenistas?

De ocurrir una victoria del serbio, la 25 ava de Grand Slam, estaría batiendo nuevos récords en su larga y exitosa lista de triunfos, francamente extraordinaria, espectacular, deslumbrante carrera deportiva. La australiana Margaret Court, tiene los mismos títulos actuales de Grand Slam que Djokovic y el serbio quiere también romper ese récord, que se le escapó en Australia, porque no se vacunó del Covid y recientemente en el Roland Garros, por su rotura de meniscos.

Así, se transformaría en el tenista de ambos géneros con un mayor número de Grand Slam en la historia de este deporte e igualaría los 8 títulos en Wimbledon del genial suizo, Roger Federer. El suizo, retirado hace algún tiempo, después de dar verdaderos conciertos en las canchas, en una suerte de ballet tenístico, dijo: me parece bien que Nole siga desafiando todos los récords.

Djokovic junto a Nadal y Federer conforman la más brillante generación de tenistas en el presente siglo, un trío que ha coleccionado el mayor número de Grand Slam en la historia del tenis, un récord no fácil de igualar, cuando todavía el serbio pisa fuerte en las canchas de Londres, París, Estados Unidos y, sobre todo, Australia.

Qué generación tan brillante, no sé cual estadio incluirá a su entrada las tres esculturas que simbolizan a este trío gladiadores modernos, cuyo legado ya es imborrable. En este siglo XXI, ha dejado no pocas enseñanzas y han escrito una singular página en la historia del deporte, no solo aplicable al tenis.

Djokovic, sigue vigente, Nadal, reincorporándose de una larga lesión que lo tiene a prueba  y volverá para las olimpíadas en París, próximas a iniciarse. El serbio tuvo que ceder su primer lugar por un retiro físico obligado en el  reciente Roland Garros, luego de ganar en 5 sets, cojeando, por una lesión en los meniscos de la rodilla derecha, al argentino Cerúndolo. En este juego, el serbio mostró su temple, jerarquía, por qué nunca se da por vencido, una de sus características más notables en cada juego. El tenis es mente, fuerza, concentración, buenas y rápidas decisiones, saber jugar cada pelota, a veces casi sin pensar, no hay quien ayude al jugador, porque es un deporte eminentemente individual. Está solo frente a su oponente y al público, a todos los pensamientos que cruzan por su mente, es una partida de ajedrez a estadio lleno, física y mentalmente, donde cada error tiene un precio.

Djokovic es un jugador cerebral, mantiene un gran estado físico, es la mejor defensa actual, quizás del tenis mundial, mantiene una extraordinaria resiliencia en cada juego que pareciera que va a perder, pero vuelve a remontar, lo que no solo sorprende a su oponente, sino al público y aquellos comentaristas que lo ven en cada Grand Slam, como el Ave Fénix que vuelve a renacer una y otra vez.

Mañana enfrentará en Wimbledon, en una final sin pronóstico, a  uno de los jóvenes que  se manifiesta como sucesor de estas grandes estrellas, de solo 21 años, pero ya con tres títulos de Grand Slam.

Alcaraz y Djokovic han jugado varias veces, pero cada partido es distinto por a, b, o c motivos. El  español de El Palmar, sabe que está frente a una leyenda  y que ambos van por la gloria, por hacer historia a su manera.

El último juego del serbio, hace unos días, con el italiano Musetti, se mantuvo impecable de comienzo a fin.  Ejerció toda su maestría, serenidad en los momentos decisivos y  algunos puntos fueron de antología, que explican en pocos trazos la belleza del tenis, donde hizo lucir toda la belleza de su espléndido estilo y del mismo juego.

Me imagino que ya tiene listas las zapatillas para cuando termine el juego, si los dioses le conceden la victoria, con el número 25 y su teacher, camiseta, de su tan codiciado Gran Slam. En ese gesto podríamos resumir la pasión de toda una vida dedicada al tenis en la más alta cumbre. Mañana sabremos si ese deseo se le cumplió a Djokovic.

Rolando Gabrielli2024

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