viernes, julio 27, 2007

En la ciudad de Silvia










En la Mostra de cine de Venecia, la ciudad que flota en la memoria del amor y de los encuentros furtivos, fugaces, finales, escenario del Mercader de Venecia de WS, el filme español En la ciudad de Silvia, irá por el León de Oro, cuando el famoso festival cumple 75 años. en su 68 versión La fecha de inicio de La Mostra es del 29 de agosto al 8 de septiembre, donde competirán 22 películas y América latina no estará representada este año.
El filme del catalán, José Luis Guerín, En la ciudad de Silvia, "es la historia de un hombre que regresa a la ciudad francesa de Estrasburgo para reencontrarse con un antiguo amor, pero esta búsqueda le llevará de una mujer a otra".
La historia puede estar en el aire, se respira, ser un instante fugaz, una mirada, y ser recreada en la memoria y quienes tienen la psoibilidad de transformar esa percepción en arte, un verdadero objeto intangible en una cosa vista, nos permiten en una butaca o frente a unas páginas, dar con el rostro de esa desconocida.
En la ciudad de Silvia, es un filme rodado en idoma francés, melacncolía y silencio, son sus principales ingredientes, sostienen los críticos que conocen la pelicula. Es la Idea hecha mujer, la mujer una Idea, esa imagen que flota, repito, en la memoria, ausencias, digo, con sus presencias, que tocan a real.
En la ciudad de Silvia, todo transcurre en tres días. "El primer día es un presagio de lo que va a suceder el segundo día, y el tercer día es una evocación del segundo. Siempre bajo la gravitación de un nombre, Silvia, sobre la ciudad, las calles y los rostros de esa ciudad.", sostiene la periodista Rocío García.
Guerín ha dicho que "El desarrollo de una película muchas veces empieza así, por una imagen que me apela, una imagen que acude repetida y obsesivamente a mi cabeza". Rocío garcía le ha preguntado qué representan para él als mujeres desconocidas y responde: "Es una gran ilusión, un gran hálito vital que tiene que ver con los destinos no vividos. Me atrevo a hablar de unos fantasmas femeninos que gravitan en muchos hombres y que tienen que ver con las vidas potenciales, los destinos. Cuando uno toma una elección, sobre ella gravita toda la fuerza y la melancolía de todas las elecciones no tomadas".

"En la ciudad de Silvia, el trabajo del sonido ha sido en el que ha invertido más tiempo, incluso más que en la imagen. "En toda la película hay una especie de confrontación entre la mirada subjetiva de un soñador y la realidad más documental del entorno, de una ciudad. A veces, la película participa de esa mirada alienada del soñador en su búsqueda de la mujer y, en otras ocasiones, la película adquiere otra distancia y descubre a esa figura perdida entre el flujo de la cotidianidad. El sonido vendría no sólo a crear una arritmia, sino a definir esas dos perspectivas. He querido que la música esencial de la película fueran los tranvías, las bicicletas, las campanas, los timbres, las voces de gente de lenguas diversas. He intentado dotarle de ritmo y sentido a los sonidos. Se pueden decir muchas cosas a través de los sonidos, mucho más sutilmente que con la música".
Tenía mucho deseo de filmar a Pilar López de Ayala. Desde que la conoció en el Festival de San Sebastián. "Creo que es una actriz excepcional pero, sinceramente, no sé si hubiese pensado en ella por el hecho de haber visto sus películas. Pensé en ella cuando la conocí personalmente. Me gustó mucho su reserva en el trato directo y los ojos extraordinariamente luminosos que tiene. Me dije: 'Tengo que capturar esos ojos"

De alguna manera presiento que el silencio es el protagonista de En la ciudad de Silvia, ese monólogo del espacio, la impecable sombra de la palabra. El trabajo de la ola que se repite frente a la playa y retorna al mar. El silencio es capaz de arrasar el más complejo de los escenarios y decir todo cuanto se quiere decir y más. El dios del silencio tiene la palabra.

Rolando Gabrielli©42007



3 comentarios:

Anónimo dijo...

yo como mujer considero un insolto esta pelicula, la mirada de Guerin, aunque adornada con forzados encuadres, no se distingue de la mirada comun de cualquiera me mira y esa mirada "pega" / Your gaze eats on my face , dice Barbara Kruger en una de sus obras, y lo digo yo de la mirada de Guerin.

María dijo...

Yo todavía no he visto la película, pero he visto algunas secuencias en Internet. Yo he estado de Erasmus en Estrasburgo, y creo que es una ciudad preciosa, pero fría y solitaria. La gente es muy individualista, por lo que pienso que el silencio humano representa perfectamente el carácter de esta ciudad. Además, yo también me enamoré en Estrasburgo de un chico que vi sólo una vez. Luego me dediqué a buscarlo pero no lo vi más.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con anómino dijo... Creo que la mirada de Guerín navega entre el vacío y la poesía barata, adornada con bonitos encuadres y actores de postal. Decepcionante mirada de un cineastra consagrado. Yo he disfrutado de la mirada prolongada en muchos de mis viajes y me he emocionado más que con esta película que estereotipa a la mujer sin aprovechar nada de ella más que su imagen. ¡Y no soy mujer!