martes, octubre 20, 2009

La Lolita de Borges


Con Jorge Luis Borges nos repetimos todos y aunque el tema no de para màs, hace noticia. Marìa Kodama, su viuda desposada en Asunciòn, Paraguay, a pocos dìas de la muerte de Borges en Suiza, sigue descifrando a un Borges convertido en leyenda. De todo lo dicho por ella, que no es poco y que seguirà diciendo, me sorprende una confesiòn, para mì, inesperada, y que es por donde creo ella debiera hacer un perfil de la vida de ambos. Kodama revela que comenzò a ser pareja de Borges cuando cumpliò 18 años y èl tenìa 60 años. Borges comenzarìa a ser Borges despuès de compartir el premio Goncourt con el tambièn cèlebre Becquet. Marìa Kodama conociò a Borges cuando tenìa 12 años y se transformò en su discìpula a partir de los 16 años. Era una Lolita.
Marìa, como le decìa JLB, nos revela un Borges para mì desconocido, en un tema que manejó tanto, como el de la muerte, casi con un abuso cronològico, sabièndose inmortal, la deseaba con ansiedad y recreaba como un fantasma a los pies de su cama. Las dos fechas sòlo pedìa Borges: nacimiento y muerte.
MK revela que Borges repudiaba y temìa el continuo tràfico de cadàveres en Argentina, algo que le hacía mal a la naciòn, agregaba. Èl, con tantos enemigos de izquierda, sospechaba, que su cadàver serìa un trofeo. Cuando aprendar a respetar los muertos, la suerte de Argentina, cambiarà, argumentaba el autor de El Aleph, un agnóstico irreductible, que no veìa nada al otro lado de la muerte. Kodama apoya el punto de vista borgeano, porque desde la Colonia, dice, cambian los cadàveres de un sitio a otro. ¿Borges no creìa en la cremaciòn? ¿Què habrà pensado Borges, de la actitud de Pinochet frente a la negaciòn de cumplir el deseo de Neruda de ser enterrado en su casa de Isla Negra frente al mar? Màs de 30 mil argentinos desparecieron durante la dictadura militar. Algunos cuerpos fueron lanzados vivos desde helicòpteros y aviones al mar. Aùn viajan guiados por las estrellas...
La viuda, de madre uruguaya de origen alemàn y padre japonés, de una edad indefinible, desde luego ama a Borges y su obra, y olvida el matrimonio silencioso del poeta de Ficciones con la dictadura militar Argentina, que una vez cayò vio el mal que habìa hecho cuando le visitaron las Madres de Mayo, y le pidieron un compromiso. Eso ya es historia.
Borges creìa màs en sus sueños que en sus propias palabras que corregìa incansablemente. Kodama revela desde sus declaraciones desde Frankfurt, que al despertar una mañana en Estados Unidos, le dictò un poema que era un sueño dictado por Kafka. Titulò el texto en alemàn: Ein Traum y jamàs lo corrigiò, porque los plasmaba intactos. De paso informó que la Bienal que se realizarà sobre Kafka en Buenos Aires el pròximo año, tratarà de este enigmàtico y apasionante tema.
Escribir un poema, es ensayar una amgia menor, le escribe Borges a Kodama en Inscripciòn, una dedicatoria de su libro dedicado a a ella, Los conjurados. De usted es este libro, Marìa Kodama.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nuestro Homero de las pampas
Verdad.
Beatriz Sarlo dice que leer a Borges como un escritor
sin nacionalidad, desde su universalidad, es un acto
de justicia estètica.
Es como desligar a Balzac de la literatura francesa
o solo circunscribirlo a su època.
Implica un debate sobre la estètica y la polìtica.
Complejo...