lunes, noviembre 06, 2017

Tiempos modernos

Tiempos  Modernos,  Carlitos,
la película se repite en serie,
en blanco y negro, a todo color y terror,
el mundo se abrocha los zapatos con tallarines
y le muerde la oreja a la Luna.
La modernidad se sigue rascando
la cabeza  y también se muerde la cola
de la historia digital.
Son otros tiempos más modernos
que  todas las modernidades juntas.
Alguien quiere apretar el botón
de una rosa invernal a punto de estallar.
Es que  nos empeñamos
en borrar  a la tierra
de la faz de la tierra.
¿Somos más modernos
que sus tiempos?
¿Qué piensa  usted,
 Charlie?,
 nos hemos vuelto
más mudos que su cine.
Las cristales  se rompen.
es sabido lo frágil que son,
lo mismo que los  sueños
no cumplidos.
Rolando Gabrielli©2017

1 comentario:

Anónimo dijo...

yo no soy escritora pero siempre me sentí hacedora de un quehacer que dialoga con el arte......veia ayer que ese girasol en medio de una vereda era ignorado por muchos ....me cuesta entender eso, para mi la belleza da sentido a la vida, sin duda, la re-inventa, la ilumina . No es un entretenimiento, los libros son parte inmemoriales del mundo...es más los libros sagrados intentaron explicar el MUNDO usando de la palabra, el lenguaje es lo más humano pero trasciende la comunicación, también instala el equívoco , palabra oral, palabra escrita, han ido evolucionando junto a la materialidad del mamífero humano. En todas las épocas la condición humana dejó sus marcas sobre piedras, sobre hojas, dando cuenta de su paso por la existencia, es el testimonio de haber transitado la tierra. Cuando en el silgo XXI uno ve las librerías llenas de opciones , algunas más interesantes que otras , te hacés una pregunta al respecto de la insistencia de seguir testimoniando, es la lucha contra la muerte la escritura, la inmortalidad ganada en el grafo y un destino incierto de esa materialidad que tiene el libro, que irá de generación en generación, puestos sobre bibliotecas, o encerrados en cajas de mudanza, o deteriorados por lluvias, manchados de tanto ensimarle, con hojas desperdigadas, en la recoleeción de basura y dispuesto a prestarse para compartir la leña , transmutado en otra cosa, itinerante de si mismo . Mis primer libro de infancia fue "Gregorio y yo" ( literatura infantil) y luego David Coperfield de Dickens y los Tres Mostequeros. En la adolescencia Hesse marcó mucho y de ahí al estudiar letras esos tres años se abrió un universo maravilloso.