lunes, febrero 06, 2006

GRACIAS A LA VIDA, SIGUES NACIENDO EN TU CANTO



VIOLETA SIGUE NACIENDO HERMANA
Rolando Gabrielli
Dónde, dónde naciste hija del maqui /alfarera de Chillán, cantora de la lengua popular /San Fabián, San Fabián, sí, de Alico,/lo dice Nicanor y todo el familión/Naciste en el corazón de Chile,/ Violeta Parra aunque digan San Carlos, Roble 531/,San Fabián de Alico en ruinas./Es mejor cantar que llorar/San Carlos o San Fabián/Chile es chico para tu guitarra/Violeta, Violeta sigue naciendo hermana.
CHILE entero quedó mudo cuando Violeta Parra se suicidó un verano de 1967.
El canto se fue ese fatídico 5 de febrero de la mano del viento y el humo, en la carpa de Violeta Parra. En La Reina, su carpa quedó viuda de su canto.
Yo recuerdo ese día, porque sentí quebrarse las guitarras y rodar los cántaros de su voz y música.
Violeta nos dejó en silencio y hasta el vino lloró ese día.
Nos dejó tanto y se fue con nada. Así era Violeta, sencilla, mujer de pueblo, alma genuina.
Recobró para Chile y América latina, el folclore disperso, diseminado por los campos del sur y de la geografía. Recopiló alrededor de tres mil canciones populares de Chile y logró el reconocimiento del folclore como arte.
Fue artesana de la greda, cerámica, pintora y tejió sus famosas arpilleras que la llevaron al Museo de Louvre.
Pero fue su canto la que la hizo popular en América Latina. El mensaje de sus canciones y su voz inculta, eminentemente de pueblo, su espíritu popular, lleno de alma, sentimiento, cautivadoramente humano.
Gracias a la vida es un himno en América latina, el profundo sello de Violeta Parra. Es la canción emblemática del siglo XX chileno.
Volver a los 17, Maldigo del alto cielo, 21 son los dolores, son tres de sus canciones más emblemáticas y que a menudo se escuchan en las más diversas latitudes.
Violeta fue una artista sin institución, ni padrinos, un producto genuino del pueblo, no para el consumismo, sino para la vida, la poesía, el amor.
Su voz fue mucho más que el lamento desgarrado de Chile, que la queja o contestación, la denuncia, el testimonio, la ausencia o la presencia de su tiempo, y yo la siento que no ha partido.
Viola, Violeta, esta mañana/ eres mi canto mudo/ la aurora de mi viento lejano/ la voz que siento tuya, señora del Sur./ Que nadie te borre en ausencia/ tu amada presencia/ Violeta de los mil amores/ Huella que la huella deja/ tu palabra nadie la aleja/ es cántaro que cantas/ y no terminas de cantar/ cantora sin igual./ Viola, Violeta hasta la muerte/ canta tu canto, hermana del dolor/ guijarro, sueño, pasión./ Ay Viola Violeta, Violeta corazón/ esta mañana eres mi canto mudo/ la aurora de mi viento lejano,/ Violeta de los mil amores. (R. Gabrielli)

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