Estás condenado a
un mismo texto,
cerrar la única
circunferencia que conoces,
abrir esa puerta de
improbable destino,
reescribir tu
misma historia,
en la casa seguirá
resonando el eco de tus pasos,
es blanca la
fachada desde la primera piedra,
no eres el lector
y alguien inesperado
se encontrará con esa palabra
que tuvo inicio,
pero no fin.
Rolando Gabrielli2025
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