¿Te borro de la
faz de la tierra?,
pero si eres mi
mundo,
me digo,
sin entender
mi radicalismo,
tan de moda
sin ser un traje a
la medida,
me vuelvo a decir,
explicándome
lo inexplicable,
pero forma parte
del mundo
en que vivo y
muero
con otros siete
mil millones
dando vueltas como en una rueda,
sin eje,
ni principio ni
fin.
Un grano de arena,
me digo,
no hace un
desierto,
una gota de agua,
un mar,
un par de zapatos,
un paso en la luna
o un camino
sin ida, sin
vuelta.