¿A
quién lee la lectora,
si no
es con vicio,
a la
palabra?
El
mar es una página abierta,
en el
horizonte y sus olas,
la
pequeña tipografía
que
una lectora abandonada
a su
imaginación,
escurre un día de playa
convencida
que es único,
ociosamente
inmortal.
Rolando Gabrielli©2017