No dieron
sábado, julio 19, 2008
No dieron
viernes, julio 18, 2008
El puente de hielo
Mis torpes dedos, trajeron la magia del imponente, majestuoso glaciar, el Perito Moreno que cautiva al mundo con su puente, tunel de silencio y se desploma para que el sueño de la mujer encantada vuelva a (re) nacer una y otra vez. El hielo detenido es un misterio ante la inmensa cordillera que lo vigila y donde nadie olvidará el olvido, sólo la memoria en el blanco espíritu del glaciar flotando nos sobrevive. Fueron días, horas, minutos, segundos, el instante final, pobres noches desoladas a la intemperie y el crujir de sus alas blancas. La espera es el asombro, la pausa y la belleza del glaciar. Se puede avanzar un centímetro, metros o kilómetros, pero nada es más poderoso que el instante perfecto en que ello ocurrirá. Sé que estabas allí, como esas palomas dormidas en las plazas, pero contemplando. Absorta tú, más que la masa de hielo rompiente silencio y abriendo el puente: pasos que otros pasos...¿recuerdas?. Si una campana sonara a lo lejos el puente abriría sus aguas. Nos soñaba el puente entre el Norte y el Sur, un pequeño gran paso, más allá de la memoria, el porvenir.
Se viene la Historia....
jueves, julio 17, 2008
martes, julio 15, 2008
Chile cien años, mil sueños
La cita es en el Estadio Nacional de Chile, el 7 y 8 de noviembre para conmemorar el centenario del natalicio del presidente mártir Salvador Allende Gossens. Un lugar emblemático rodeado por la Cordillera de Los Andes, perennemente nevada, campo de juego donde Chile obtuvo un tercer lugar en el campeonato Mundial de Fútbol, Pablo Neruda fue homenajeado cuando recibió el Premio Nobel, sitio de grandes espectáculos e historia, y también Campo de Concentración, donde el régimen de Pinochet torturò y asesinò personas, a partir del 11 de septiembre de 1973.
Esta es la fiesta de una nueva primavera y vienen artistas de España y América latina, amigos de Chile y de la paz.
Yo pisaré las calles nuevamente
de lo que fue Santiago ensangrentada,
y en una hermosa plaza liberada
me detendré a llorar por los ausentes.
Yo vendré del desierto calcinante
y saldré de los bosques y los lagos,
y evocaré en un cerro de Santiago
a mis hermanos que murieron antes.
Yo unido al que hizo mucho y poco
al que quiere la patria liberada
dispararé las primeras balas
más temprano que tarde, sin reposo.
Retornarán los libros, las canciones
que quemaron las manos asesinas.
Renacerá mi pueblo de su ruina
y pagarán su culpa los traidores.
Un niño jugará en una alameda
y cantará con sus amigos nuevos,
y ese canto será el canto del suelo
a una vida segada en La Moneda.
Yo pisaré las calles nuevamente
de lo que fue Santiago ensangrentada,
y en una hermosa plaza liberada
me detendré a llorar por los ausentes.
Pablo Milanés