viernes, abril 09, 2010

Pablo Neruda/Cartas de Amor (1950/73)

A Neruda le hubiese gustado este libro. Èl  lo habìa vaticinado: cuando ya no estè me publicaràn hasta los calcetines. Asì fue. Un libro que reùne sus  sentimientos, desplazamientos por el mundo, complicidad y  clandestinidad amorosa, presentado como un gran collage nerudiano.  Habla tambièn de la cotidianidad del poeta, sus ùltimos dìas y de soslayo la explosiva polìtica previa al Golpe de Estado, que finalmente agravò su salud y acabò con su vida. Se le nota jovial en medio de la enfermedad. Siempre contento, el poeta del amor y la alegrìa. Neruda es un icono, para sus biògrafos y enemigos, es inevitable indagar en su vida personal, en el personaje, y caminar sus pasos como si el poeta estuviera fìsicamente vivo y se recreara en sus actos màs ìntimos. El lector no encontrarà grandes declaraciones en estos papeles informales nerudianos, en sus misivas furtivas, notas de ocasion, comentarios hogareños y sus palabras y encargos  a Matilde. A esta mujer que conociò en un concierto al aire libre en el parque Forestal de Santiago de Chile, le dedica toda su poesìa amorosa pràcticamnete despuès de los 20 poemas de Amor, con algunas raras excepciones en Residencia en la Tierra y otros poemarios, donde incluye textos de amor. El folletin nerudiano de los 20 poemas es punto y aparte en el genero amoroso,
Una cosa es leer una nota en la prensa internacional sobre un libro y otra es tocar, palpar con  manos y ojos, el texto  que contiene cartas de puño y letra del autor de 20 Poemas de Amor y una Canciòn desesperada. Darío Oses se encarga de contar la historia del Capitán y Rosario, Neruda y Matilde. No es el primero, pero presenta pruebas. En  1951 en Bucarest nacen Los versos del Capitán, libro que  editaría  anónimamente en Napoles en 1952. Este es el primer poema con que Neruda inicia su historia de amor: Siempre. Antes de mí/no tengo celos./Ven con un hombre/ la espalda,/ven con cien hombres en tu cabellera,/ven con mil hombres entre tu pecho y tus pies,/ven como un río/lleno de ahogados/que encuentra el mar furioso,/la espuma eterna, el tiempo!/Tráelos todos/adonde yo te espero:/siempre estaremos solos,/siempre estaremos tú y yo/solos sobre la tierra,/para comenzar la vida!
La pasión continuó, los poemas del futuro libro crecen, Neruda está  exiliado de Chile y viaja con su mujer argentina Delia del Carril por Europa y, Praga específicamente, y luego un largo viaje por el ferrocarril transiberiano a Mongolia y Pekín, relata Oses. Matilde en París pensaba retornar a México con los pasajes ya en la mano, Neruda la detiene con la edición del Canto General y una invitación para pasar un tiempo en Europa. Más viajes, Napoli y de ahí a Capri, a la isla de don Edwin Cerio y un segundo embarazo de Matilde que también se frustraría. Neruda le pide ante la Luna, que se casen, relata Matilde, porque Pablo dice que la Luna es la musa de todos los poetas enamorados. Capri/Venecia/ Isquia/Sant` Angelo y el vapor Giulio Cesare rumbo a Chile: revocaciòn de la orden de su detenciòn por el gobierno de Gonzàlez Videla. Amigos uruguayos en el barco, Alberto y Olga Màntaras, un futuro refugio para su idilio. En Santiago nace La Chascona a los pies del cerro San Cristòbal, su casa capitalina refugio. Un tercer embarazo de Matilde, una niña, y tampoco llega. En 1955, sigue el raconto de Oses, una delaciòn, deja al descubierto el amor  secreto y se rompe la relaciòn con Delia del Carril. Y todo lo demàs  formarìa parte de la historia. Matilde sobreviviò 12 años a Neruda, como relata este libro de Oses, y ella conmemorò el dècimo aniversario del fallecimiento del poeta en plena dictadura. Si muero sobrevìveme con tanta fuerza pura/que despiertes la furia del pàlido y del frìo.... No quiero que vacilen tu risa ni tus pasos/no quiero que se muera mi herencia de alegrìa... Estos fueron  versos parte de un discurso que ella  dijo en la fecha. Cuandos e velaba a Neruda en La Chascona, su casa destruida, inundada por un rìo que los militares deviaron para destruir su propiedad, Matilde enfrentò a los molitares con valentìa y no  aceptò sus cìnicas condolencias. No los recibiò.
No son Cartas de Amor de gran vuelo, profundidad, ni dedicaciòn a la persona amada, porque tienen de circunstancia como informalidad, escritos de paso, sin ninguna pretensiòn literaria. Pero solìa acuñar descripciones como esta:" Hace un cielo blanco, casi frìo, un dìa velado y triste. (Bruselas)  O de Varsovia: "Afuera hay nieve en una plaza grande que se abre a mi ventana. Son las 4 1/2 y ya es de noche" "Que làstima se oyera tan mal por telèfono. Sin embargo fue impresionante escuchar su voz, el timbre de su voz que a veces estaba al lado de mi oreja y otras veces caìa en el espacio". Neruda recurre a todo tipo de comunicaciòn a distancia, desde Berlìn esta vez. Escribe desde Isla Negra, en la vìspera del Golpe de estado, 16 de abril del 73, a Matilde en Francia vendiendo una propiedad de Neruda: "Perrìsima mìa, comienza la epìstola domèstica, nada de poètica, que finalmente firma Su Can. Humor tambièn desde Isla Negra, en medio de su enfermedad y tratamiento con cobalto: Luego de enumerar una larga lista de invitados, incluye el " Menu posible: jurel al horno, pesto, ciervo. No me quedaràn màs provisiones que el alpiste de las catas. Mayo del 73 en I.N., toda la cotidianidad nerudiana: canarios: chillan todo el dìa. Por la noche silencio profundo. Y usted dònde està?, pregunta el poeta: Tiene para mì un silencio de canario nocturno. Su  Cane, se firma. Y siguen los encargos, como si nada ocurriera con su enfermedad, la vida continùa: "Mi Patoja, mis noticias tienen poca extensiòn geogràfica. Se limitan a Isla Negra. Es poco pero Ud. figura en el  sitio central de mi geografìa. Fue a España? Me buscò los mascarones en el Rastro? Y los perros. Besos de su Cane."

jueves, abril 08, 2010

El balcòn limeño de Kate Moss

Los balcones de Lima tienen la belleza que reflejan por sì mismos, pero este topless de Kate Moss, sorprende a los propios  artesanos de cualquier època. Mario Testino, fotògrafo  peruano y amigo de K,  le ha invitado a la top model a una muestra fotogràfica. Sin embargo, un paparazzi felliniano se le ha adelantado con esta postal, donde  K se siente muy còmoda dispuesta a recoger los rayos de sol de Lima, la ciudad inca. Afortunadamente. existen otros  ojos que nos recrean la belleza màs allà del maniquì de las pasarelas. La fotografìa es un arte que coincide con la belleza. RG

miércoles, abril 07, 2010

El àrbol

El àrbol da frutos,
sombra,
atrae las lluvias,
oxigena el ambiente,
es amigo de la infancia,
amuebla,
levanta  la casa.
Y tù,
¿què das?
Rolando Gabrielli©2010

martes, abril 06, 2010

Panero vuelve

Panero vuelve a improvisar su herida,
pone la mejilla sobre el madero
de la poesìa,
su otra cara de Faraòn desolado
El temblor de España
està en sus manos
Què haràn con su muerte
se preguntan los gusanos
La muerte no improvisa
dos veces.
Rolando Gabrielli©2010

Lezama deja La Habana

Lezama
deja La Habana
en andas
de la muerte,
vitoreado
traspasa la puerta
sin  aire,
como un campeòn de sumo.
Nunca pisò el suelo,
este Budas
irredento
de la poesìa caribeña.
Rolando Gabrielli©2010

lunes, abril 05, 2010

Cèsar Moro

Cèsar Moro
ha muerto
y es horrible,
en Lima
sigue siendo
un ilustre poeta surrealista
desconocido.
Rolando Gabrielli©2010

Abril mistraliano en Vicuña

De las cosas
A mì me faltan
muchas cosas,
me sobran màs.
No traje nada,
nada me llevarè.
pienso en las veces
que tuve las manos vacìas
y nada me faltò.
Rolando Gabrielli©2010

"Yo sè bien que nadie, ninguna persona en este mundo, puede saber què cosa es nuestra vida sino(excepto) nosotros mismos." Gabriela Mistral, a Doris Dana.

Ligera de bàrtulos-nunca  tuvo equipaje- cargada del espìritu de sus muertos, desapegada de lo material, Gabriela Mistral retorna cada vez un poco màs a Chile, desde su muerte hace màs de medio siglo en Nueva York, Estados Unidos. Ella dijo que no aspiraba a ser màs que un puñado de tierra  en un camino. Sòlo sentìa arraigo por su tierra chica, donde naciò, Vicuña, un 7 de abril de 1889. Su primer regreso fue ese memorable verano del 10 de enero de 1957, cuando se presentò en cuerpo y alma ante Chile, por ùltima vez, sin intermediarios de ninguna naturaleza, en absoluto silencio, porque ya sobraban todas las palabras. Era el regreso fìisico definitivo, ya no habrìa otro, el retorno a la tierra que abandonò como la mariposa a la oruga.
Volvìa por voluntad propia, deseo refrendado en su testamento, retornar al origen, un camino que nunca pareciera terminaremos de andar. Yo la recuerdo solemne, tranquila, austera, imponente, definitiva, como la muerte.La observaba un niño por cumplir  10 años y no era preciso  ni posible decir nada, los ataùdes hablan por sì solos, suelen tener la ùltima palabra. La fila era inmensa, eterna, como el sueño de Gabriela. Aùn usaba pantalones cortos y era verano. El  gran salòn de la Universidad de Chile imponìa un doble silencio y el tiempo transcurrìa como un eslabòn perdido. Me impactò la muerte, fue un primer contacto directo,  habìamos perdido a la Maestra, porque nosotros sòlo sabìamos de sus rondas y poemas a los niños de Chile y Amèrica. Existe una memoria en la infancia que todo lo canta, recuerda y vive. Gabriela viajaba a encontrarse con sus muertos. La Patiloca recorrìa el mundo, viajaba con sus muertos y Chile en la memoria. Ella, se habìa perdido en la memoria de la memoria. Cansada de cansancio, se retirò a vivir su ùltimo tiempo con su amiga errante, como ella,  la norteamericana Doris Dana, quien heredò su obra escrita e inèdita, y mantuvo hasta su muerte todos los papeles, objetos màs ìntimos, libros y secretos de la Mistral, en Roslyn Harbor, Nueva York. Doris Dana  protegiò con celo el legado de su amiga y clasificò con pulcritud  el ùltimo tiempo, los escritos, cartas y los mantuvo en su poder hasta su muerte. Su sobrina Doris Artkinson fue la ùltima heredera del legado mistraliano: los baùles de su poesìa inèdita. Chile  habìa construido el Museo Gabriela Mistral en Vicuña, que carecìa de objetos que mostraran la intimidad y vida cotidiana de la poeta. Asì lo revelò al diario La Naciòn de Chile, Rodrigo Iribarren, Director del Museo, que fue reinaugurado este siete de abril, dìa del natalicio de la Premio Nobel de Literatura.
Este legado cobra vida  y se hace realidad gracias a las donaciones del patrimonio mistraliano materializado por Doris Artkinson y que se mantuvo en Nueva York por dècadas. Ahora los chilenos y visitantes  pueden disfrutar de un lugar donde està viva la presencia de la maestra rural y podràn apreciarla en su profunda sencillez, en la dimensiòn de su obra y palabra, donde aflora una Gabriela màs real.
 La Mistral escribìa sobre una tabla que se apoyaba en sus piernas, en especial sobre esa madera escribiò el Poema de Chile, que fue editado en 1967, una dècada despuès de su desapariciòn fìsica. Los visitantes tendràn la oportunidad de encontrarse con un original del Canto General de Pablo Neruda, dedicado a la poeta, cuya amistad fue inquebrantable.  Podrán  ver ambién el mobiliario de su época de cónsul en Rapallo y Nápoles, también el escritorio que utilizó como directora del Liceo de Niñas Nº 6 de Santiago.
Chile le debe mucho al trabajo prolijo de conservación que realizó por años Doris Dana, que puede reflejarse en la libreta donde anotó con horas y minutos exactos, la situación en que se encontraba Gabriela desde que se enfermó hasta su muerte. Un gesto que ejemplifica y mide el amor, devoción, que sentía Doris Dana por la poeta chilena. Doris Dana conservó hasta el final de sus días una carta de Gabriela en su  caja de fondo, que se inicia con las palabras del epígrafe de esta nota, y dice, entre otras cosas: "La bella vida nuestra es tan imperceptible, tan delicada, por llena de imponderables, que casi no es posible verla. Es posible solo vivirla, gracias a Dios. Yo vivo una especie de sueño, acordándome de todas las gracias que me has hecho Y lo que vivo es una vida nueva, una vida que yo siempre  he buscado y nunca hallé.Es una cosa ella sacra y concentrada. La vida sin ti es una cosa sin sangre, sin razón alguna. Tú eres mi casa, mi hogar, tu misma. En tí está mi centro. (Y el sólo quererte me purifica). Ella es el abandono, la confianza completa. Yo sé que tú eres fiel como una piedra."
Doris Atkinson donó unos 1.500 libros de Gabriela al Museo que se suman a una  biblioteca que ya había donado la Mistral a Vicuña en los años 40, recuerda la periodista Romina de la Sotta Donoso, en La Nación.  Además se cuenta con unos 900  libros que estaban en el Barnard College de Nueva York.  El Museo cuenta con la biblioteca personal íntegra de la autora de Desolación, Lagar, Tala, la triología que la convirtió en la primer Premio Nobel de América latina y única mujer del habla castellana.
La construcción del Museo duró siete años y tuvo un coste aproximado de los 8 millones de dólares. Lo importante que con esta nueva documentación, objetos, material bibliográfico y fotográfico, Gabriela está viva en su tierra.
El director de la Escuela de Diseño de la U. Finis Terrae, Francesco di Girolamo -quien diseñó la nueva museografía-, dijo a la periodista Romina de la Soota: "Algo que aparece con mucha violencia es la precariedad material de Gabriela Mistral, pues ella no tenía muchas cosas, versus su grandeza intelectual y espiritual. Entonces mi propuesta recoge una especie de precariedad de instalaciones museográficas, basada principalmente en la suspensión".

El mobiliario, comentó,  es de vidrio y madera, y todas las piezas están suspendidas, al igual que los paneles. Y hay bastantes transparencias. "De lejos parece que todo estuviera volando. Es que ella no estaba atada a nada más que a su poesía, y no acumuló nada. Para mí, Gabriela era los 'Piececitos azulosos de frío' y descubrí a una mujer adelantada a su época, que se relacionaba con la intelectualidad, la cultura y la ciencia, fascinada con todo, y esto se refleja en la estructura museográfica. Es como si abrieras su velador, porque puedes ver las cosas íntimas que trasladó por todos los lugares donde vivió".
"Hace diez años, reveló di Girolamo, no habríamos conseguido como país que Estados Unidos nos enviara de vuelta estas colecciones. Pero si antiguamente las grandes metrópolis trataban de acaparar y mostrar el mundo en los centros, hoy se reconoce internacionalmente el derecho de las distintas comunidades a preservar su propio patrimonio. Simultáneamente, en Chile se ha instalado una museología de calidad y con experticia que genera confianza; ya no se teme que ese patrimonio se pierda".
Lo que no todos los internautas saben, es que Gabriela Mistral, fue maestra tres años en Vicuña, que le marcaron para siempre su vida, porque la directora era su madrina, no vidente, y la trató como una inepta y le recomendó que se dedicara  a los oficios de casa y no abriera la boca. Este relato lo hizo la Mistral, curiosamente en Panamá, que es desde donde escribo esta nota. Gabriela concluyó que había llegado el momento a partir de esa recomendación,  de abrir la boca y comenzar a hablar. Ella era una joven tímida, pero su madrina la calificó de taimada e inepta.