Félix es un fulano sobreviviente,
flaco, huesudo, de carnes viejas,
atravesó ya el carnaval de la vida
con ochenta en el lomo de su propio poema
y aún respira el putas por las calles viejas,
las inmaculadas veredas de La Habana.
¿A quién salió este soldado sobreviviente,
sino tiene parientes?
Él, inmutable a huracanes y vientos
de cualquier punto cardinal,
recorre la geografía urbana
de sus días difíciles, ordinarios,
con poco que cargar en la mochila,
muy poco que llevar y solo existir.
Rolando Gabrielli 2021
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Félix es un poeta, periodista, promotor cubano que conocí a finales de los 60 en Malecón y Galeano. En esa época había escrito El Fulano Tiempo, un poemario que aún conservo con su dedicatoria y letra grande. El tiempo ha pasado, suele suceder, y él pareciera ser un pasajero en tránsito de si mismo, inmutable, frente al mar, allá en la Mayor de las Antillas. Félix al enterarse de este homenaje, me escribió. He aquí su respuesta, tal cual su contenido y tipografía.
Cómo he reído con tu hilarante texto, en el que mezclas —como en el carnaval de mi vida— lo real con ficción, biografía, parodia, etc. ”en las inmaculadas veredas de La Habana”. Gracias, Poeta.