ha sido
siempre,
la poesía.
Rolando Gabrielli 2021
Periodista, escritor y poeta chileno en Panamá
A mi abuela, Enrica Serra i Miró
Hijo
de fontanero, cantó al Mediterráneo,
a nuestra juventud dorada, inmortal,
hizo con el poeta camino al andar,
hablaba
de uno, nosotros,
de
nuestro tiempo, la felicidad
de esas pequeñas cosas,
del día a día,
del
amor en primer lugar.
Soy
un romántico y se dónde va
el
corazón inequívocamente,
irreemplazable
como el aire a respirar.
Todo
tiempo es el pasar,
como
la brisa del mar
o la
luz infinita de las estrellas
que
volverán a iluminar.
Se va
y viene, de un lugar
a
otro lugar, Joan Manuel,
el Sur también existe.
Nos dejas
estos mundos sutiles,
ingrávidos,
gentiles
y serán
nuestras pompas de jabón
al
despertar cada mañana
y
volver a la infancia,
como
si el tiempo
nunca
fuera a pasar.
Rolando Gabrielli 2021
Joan Manuel Serrat, quien acompañó nuestra juventud y madurez con sus canciones a la vida, felicidad, al amor, cotidianeidad, a las cosas simples, y supo apoyar las luchas sociales de Nuestra América, comienza a despedirse de los escenarios públicos y lo hará con una gira final de un año, que partirá en el mes de abril del 2022 en Nueva York, lo llevará a América del Sur-su segunda casa- y retornará a Barcelona el 23 de diciembre, donde nació hace 77 años. El mismo Serrat ha dicho en diversas y recientes entrevistas, que se despedirá en persona y que no lo hará el virus. Veinte o 30 canciones, sus verdaderos himnos, le acompañarán en esta gira, bajo el título: El vicio de cantar 1965-2022.
Serrat, un poeta de nuestro tiempo y para todos los tiempos, sabe y cantó al Sur, a ese Sur que también existe, él, quien vivió exiliado del franquismo en México, conoce nuestra tierra y sus luchas.
ni será el mantra de ninguna
generación,
carece de esa aspiración inútil, estéril,
de hacer y ser parte de la historia y la memoria,
fue escrito por placer en tiempos
difíciles,
para encontrarnos en las palabras,
ser nosotros mismos, solamente ser,
reconocernos en la incertidumbre,
monologar libremente frente al mar
con las piedras de Demóstenes en la garganta,
para
aprender a hablar nuevamente, decir.
Solo fue escrito para confiar estas palabras
a un lector distraído, ocioso,
y que las comparta con sus horas muertas.
Rolando Gabrielli 2021
No sé si sabías,
me solicitaron el
currículum,
mi hoja de vida,
(algo de ella
hemos compartido),
pero es más técnico,
formal diría, el
pedido,
más bien
presumido,
porque quién soy
ante la inmensidad
de las palabras
que nunca
alcanzaré a decir,
la luz del día
cuando dejas un túnel
ciego en la
oscuridad
o los amigos que
escaparon de tu puño
apretado hacia
donde iremos inevitablemente
todos algún día.
Son datos, nadie
debe asombrarse,
letra menuda de tan pequeñas cosas
escritas en un
papel
y que responden a
un perfil,
supuestamente.
Rolando Gabrielli 2021
Escriben historia sin hache
proclaman a los cuatro vientos
un presente eterno, perpetuo,
la memoria es una red de vientos,
que soplan donde los puntos cardinales
no encuentran su norte, ni sur.
Este y oeste son la misma cosa.
Una loca brújula loca
marcará los nuevos tiempos,
inevitablemente.
Rolando Gabrielli 2021
A dónde va
el donde
que no lo
encuentro,
a ti
especialmente,
en el
espacio absoluto
de la nada
que propone
el no
lugar,
sitio del
misterio,
desencuentro,
de lo que
se extravía
y quizás nunca existió.
Rolando Gabrielli 2021
y de dónde
venimos?,
dos
preguntas clásicas
para una
tercera,
¿quiénes
somos?
Las dos
primeras interrogantes
han tenido
diversas
respuestas
y aproximaciones,
con sus
inexactitudes
y
especulaciones,
dudas.
Sobre nosotros
mismos,
¿qué
sabemos?,
caminamos
sobre nuestro
propio
abismo,
el cerebro
es un misterio,
vamos y
venimos
adentrándonos
en nuestro
propio laberinto.
Arriba de
nuestra cabeza,
el cielo,
abajo de los
pies,
la Tierra.
Polvo, solo
polvo.
Rolando Gabrielli 2021
Si el hombre no
midiera el tiempo
y todo
sucediera, pasara,
como por un cedazo, en silencio,
tal vez
sabríamos el valor
de un grano
de arena,
de una copa
vacía,
la pluma de
un ave volando,
el dedo en
la llaga,
porque no
todo es placer
ni bondad
en el hombre
y de esas
pequeñas cosas
que
pareciera estar hecha la vida,
sin tiempo,
ni gloria,
debiéramos
saber que nosotros
también
estamos hechos,
para
funcionar un tiempo.
¿Somos la
aguja en el pajar
o el reloj
de arena en la memoria
de un ciego
minutero?
Rolando Gabrielli 2021
inocentes peces deletrean
voces nuevas detrás del cristal.
Esta es agua sin mareas,
para los que no saben nadar.
Boca arriba, el pez,
queda en silencio,
sin palabras.
Rolando Gabrielli 2021