puede estar el infinito,
lo que no tiene comienzo
ni fin, sino azar
que marca destinos,
algo parecido al porvenir.
Nada será igual,
es la mayor certeza
que puedes tener,
la continua marcha
del futuro,
eso que apenas vislumbramos
y ya ha cambiado.
Solo estamos
a 154
millones de kilómetros
del Sol.
Ni muy cerca
para
quemarnos,
ni muy
lejos para enfriarnos.
Giramos alrededor del Sol
a 107 mil 280
kilómetros por hora.
Su órbita
elíptica,
de 930
millones de kilómetros,
se recorre en 365 días con seis horas.
Cada cuatro
años tenemos
un febrero
bisiesto.
La
traslación da origen
a las
cuatro estaciones.
El Sol nos
atrae,
giramos a
su alrededor,
es luz,
energía,
nos da
vida,
en una
palabra.
Rolando Gabrielli2023
sin palabras,
sin voz,
sin naves
que quemar.
El mar
inmensamente
solitario.
Siempre,
frente a ti,
extremadamente,
libre.
Rolando Gabrielli2022
Escribir un
poema con rabia
sería una
injusticia para tanto malestar
acumulado
en cinco letras.
Prefiero
seguir un sueño
a la deriva
de su propia esperanza,
con
resultado incierto,
la aventura
de un comienzo
sin fin.
Rolando Gabrielli2022
Arrastra vientos y cenizas,
el tiempo lo puede casi todo
y confirma a cada paso
el poder de su infinita gracia,
el orden de las cosas en las cosas.
Abramos el año con un poema,
la palabra no escrita, ni dicha,
reservada en los antiguos conventos
y abadías para adorarla
en pequeñas cuencas de susurros,
voces medievales,
que no saldrán del silencio de esas paredes.
Rolando Gabrielli2022
