Tú eres de terror, amor,
bella, diosa, enigmática,
me dejas sin palabras,
en un mundo locuaz,
de megáfonos y sordinas parlantes,
drones que viajan inalcanzables
y la muerte inocente les recibe
con los brazos abiertos.
¿Seguirás siendo, me pregunto,
mi cuerpo etéreo no tripulado,
volando hacia tierras remotas?
El mundo que tú y yo habitamos,
al uno y otro lado
de nuestros puntos cardinales,
sucumbe al fuego enemigo
del mercado de la palabra,
en un cine de barrio vulgarmente
acribillado por los efectos especiales
de esta realidad que supera el asombro.
Ante ti me inclino,
no por diosa
y yo falto de laureles.
En la derrota, me parece,
somos iguales.
Rolando Gabrielli©2014
Ante ti me inclino,
no por diosa
y yo falto de laureles.
En la derrota, me parece,
somos iguales.
Rolando Gabrielli©2014