Desde hace años,
nadie te toma en cuenta,
el viento sopla y sopla,
mañana volverá el sol,
las estaciones continúan su rutina,
quizás alguien te pida algún favor,
palabras para alguna carta,
puntos y comas para un discurso,
sílabas más o menos para el amor.
Todo se ha expresado con el mismo candor,
días nada extraordinarios,
la misma letra para una canción,
si no fuera por la pesadilla viral,
el ataque, la guerra molecular,
la invisible molécula mortal,
la mentira global.
Y ahora, cuando te disponías
a una siesta
reparadora,
contar las
ovejas del mediodía,
olvidarte que te vigilan
desde algún lugar observan
tus lentos movimientos sospechosos,
te llega un correo y te alegras
porque te solicitan
una cita,
invitan a reflexionar,
quieren verte, hablarte, saber de ti
sin conocerte,
¿no crees que es algo asombroso
en estos tiempos donde solo yo existo?
Te tratan de apreciable porque
le importas, eres alguien para ellos.
Sigues leyendo cautivado,
verdaderamente bajo efectos del asombro,
promueven una atención personalizada,
es decir, solo tú y finalmente
se resuelve la incógnita de la cita
y por qué eres importante.
Se trata de
planificar un plan
de previsión de tu funeral,
para no seguir estorbando desde el más allá
a tus seres queridos y amigos.
Rolando Gabrielli 2021