pájaro sin alas no vuela,
afirma los pies en la tierra,
pareciera decirnos la naturaleza,
al vernos dotados de dos piernas
y una imaginación sin techo.
Rolando Gabrielli2023
Periodista, escritor y poeta chileno en Panamá
pájaro sin alas no vuela,
afirma los pies en la tierra,
pareciera decirnos la naturaleza,
al vernos dotados de dos piernas
y una imaginación sin techo.
Rolando Gabrielli2023
que te convierte en famoso
y eleva al cielo,
inalcanzable como un cometa,
sin retorno a la realidad
y tus pies ya no pisarán
más la Tierra?
Rolando Gabrielli2023
no estuvo, no vino, fue,
pasó la nube sin ver la huella del sol,
dejen, mejor digo, de escupir para el cielo,
siempre estuvo, aún en el olvido,
el Oráculo no miente y la musa no es ciega,
dicta lo que aún está por verse .
Los pasos siempre siguieron un camino,
los puntos cardinales parecieran
tener mejor oído y sentido
que el corrector de pruebas
o el lector furtivo.
La crítica en su limosna diaria
recoge los gusanos que dejan
los cadáveres en invierno
y no alcanza a deletrear,
lo que serían las verdaderas palabras.
Quizás fue pasajero por destino,
más de alguna vez se le vio
cruzar la ciudad igual que el río,
que la afea, envejece,
con sus turbias aguas
y aún así no olvidó el río
que convirtió sus palabras
en algo que dice y no se dice,
la entrada a lo desconocido.
Un poema bien escrito,
es pura especulación,
lo dice hasta un ángel dormido,
lágrimas y risas,
la diversión dramática de la máscara,
del lenguaje y sus palabras.
El poeta puede avanzar con una antorcha
en la noche oscura y no ver más que la luz,
al alba, en la claridad de las palabras
y no estar seguro aún si son verdaderas.
Rolando Gabrielli2023
nadie ni nada lo recupera,
quizás una tarde casual,
inesperada,
nada más, es nada más,
divisar un viejo velero
sin saber quienes son sus pasajeros,
la ruta que lleva,
de dónde viene y va,
sin puerto ni destino.
El mar, solo el mar
y el viento que lo llevan
a algún lugar.
Rolando Gabrielli2023
improvisamos,
sin Norte, solo Jazz,
el día apenas va asomando y promete,
le dimos vuelta a la noche,
comencemos ahora por el jardín
para saber como huele la tierra
que en el aire pisamos a placer,
inconscientemente.
Los colores iluminan el paisaje
y el pájaro de pecho rojo cruza veloz
el pentagrama, digo Jazz,
el silencio también bate alas,
Jazz.
La nota está en el aire y el pequeño cantor,
lleva el ritmo más veloz en sus alas,
arriba el cielo, el esplendor
de un verano tardío, brillante,
corre el pentagrama, sí,
el Jazz,
y si lloviera, otro ritmo
impondría el Jazz,
la razón de su melancolía
de la que sabe disfrutar
el alma sin mover nadie
un músculo,
suspendidos todos
en lo que no se dice
y aparentemente está,
se va a decir,
así puede ser una luz en la oscuridad,
lentamente cae la nieve
en algún lugar detrás de un ventanal,
los ojos silenciosos, expectantes,
porque si el Jazz es negro,
espiritualmente ancestral,
respira también dolor y libera
su peso incontenible de raza esclava.
El Jazz es Blues, Boogie Woogi,
Swing, Dixileand, Cool Jazz,
Rhythm & Blues, hermano,
eso es y más,
pero nada como la improvisación,
define, profundiza el alma
del verdadero Jazz,
viento de metal, viento de madera,
el silencio en toda su levedad,
esta mañana de cielos despejados,
nubes vagabundas, pájaros sin nido,
errando su camino construye el Jazz,
en la callada frontera del alma.
Rolando Gabrielli2023