sábado, febrero 02, 2008

JAZZ, JAZZ, en Panamá!!!!!
























El jazz es libertad, el alma de la música, la soledad esclava del tiempo. Nació en New Orleans, se desplazó a Chicago y se instaló en Nueva York. De la City NY vinieron a Panamá, a tocar seis días en el marco del 5o Festival de Jazz que organiza y promueve Danilo Pérez. Esta vez participó también Rubén Blades.
De lo que estas páginas hablan es de la gran noche ante más de 5 mil personas en el Casco Viejo, en las puertas de la Catedral. Fue la noche del virtuoso guitarrista Stanley Jordan y de la voz de Catherine Russel.
Arte popular, vanguardista, eminentemente popular, el Jazz se hizo sentir en el Casco Viejo de ciudad de Panamá, con su poderosa carga de sentimientos, comunión con cada época, porque siempre ha marcado el ritmo de su tiempo. Se ha dicho que el Jazz es resistencia, fe, una manera de sentir colectivamente, que el pulso del Jazz es el corazón y la piel, ese raro tic tac de los sentimientos.
Rolando Gabrielli©2008




viernes, febrero 01, 2008

Ciudad de Panamà






La ciudad fue un villorio frente al mar
apenas un poblado rodeado de manglares,
la city del mil quinientos y tantos
húmeda sobre el Pacífico tropical,
hija primogénita de la colonia
el fuego devoró su adolescencia,
casas, conventos, torres, bodegas,
el ron y las armas, la cruz, los piratas,
fuego sobre el fuego, los peces nadan,
vuelan las mariposas,
nacerá una nueva ciudad,
el hierro junto al cristal,
puertas, puertas de tierra y mar.

miércoles, enero 30, 2008

DEL ESPEJO


Del espejo me asombra
tu belleza
que lo embellece
y fascina de la nada,
del profundo vacío
que deja su cara.
Rolando Gabrielli2008

martes, enero 29, 2008

La inmensidad de su juego






Bobby Fisher,
finalmente,
logró vencerse asimismo
y zafarse al más desconocido abismo
de la inmensidad
de su juego.
Rolando Gabrielli©2008

lunes, enero 28, 2008

Ya nada sería igual


Yo recuerdo ese ritmo
en la frágil aurora,
cuando el cuerpo iba y venía
de edades desconocidas.
La bella fue piel y viento
aquellos días,
ya nada sería igual.
Rolando Gabrielli©2008