sábado, septiembre 19, 2009

¿La Batalla sin futuro?


Nadie da una batalla si no espera un resultado, modificar una situación, pasar al otro lado. Roberto Bolaño, hijo de un boxeador chileno, camionero de profesión, permaneció en el ring hasta su muerte. Fue un escritor sin apego al status y menos a las estatuas, y su mal hígado, fue realmente físico, crítico, mortal. Comenzò a presentársele ese problema a los 38 años, cuando aún estaba lejos del olor de la gloria. Sobrevivía, se ganaba el pan concursando, como un vendedor viajero por toda España. Fue vendedor de otras pomadas y celoso vigilante de un camping catalán, autodidacta de la vida y la calle, de los cafés y casas de amigos.
Lo cierto es que Bolaño está devuelta. Traducido al chino y con una flamante exhibición en puerta, de su vida y obra. La batalla futura es el título del documental que lo retrata, como a su maestro Nicanor Parra, y cuya primera parte exhibirá Canal 22 de México, en diciembre venidero.
En 1998, Roberto Bolaño, dio el salto: publicó Los Detectives salvajes, la novela del México actual, contemporáneo. Pero la "batalla" de la ficción y realidad que emprende Bolaño en sus páginas es mucho más interesante como un eslabón encontrado entre el pasado y futuro de nuestra literatura de post boom. Bolaño no se acompleja con la sentencia borgeana contraria a las novelas y se aventura en 609 páginas estructuradas para ser leidas con atención, por decir lo menos. Con Los Detectives salvajes obtuvo el Premio Rómulo Gallegos y sólo la escritora mexicana Ángeles Mastretta, votó en contra como jurado, ese memorable día. Bolaño le agradeciò en su discurso de recepción del lauro, pero su ironía superaba la larga y negra noche de Cortés. Mastretta, diría años después, que no olvidaría nunca ese error. Ahora leía con dedicación a Bolaño, auqnue no compartía su literatura.
Y este universo Bolaño exitoso, se complementa con la edición en estos días de su libro Una novelita Lumpen, que Anagrama pondrá en circulación el próximo lunes. Bolaño es una contecimiento nuevo cada vez que puede. Su estrella se hace cada día menos distante.

viernes, septiembre 18, 2009

Jim Carroll, sí, Jim Carroll


There will always be a poem, I will climb on top of it and come, In and out of time/ locking my head to the side slightly/ As I finish shaking, melting then/ Into its body, its soft skin”. (Siempre habrá un poema, treparé hasta arriba de él y me vendré, dentro y fuera del tiempo/ Ladeando ligeramente la cabeza/ y al terminar me sacudiré y me fundiré luego/ en su cuerpo, su blanda piel).

Jim Carroll, poeta, rockero, novelista, cantante punk, un artista mítico de los setenta, tomó siempre la vida por asalto, como mejor pudo, se adentró a fondo de la mano de sus propios fantasmas, siempre con estilo, sin indiferencia. La muerte escogió un 11 de septiembre y Nueva York, donde residía, para llevarse a este artista fenomenal. El pasado viernes se acabó su extraordinario presente. Un ataque fulminante al corazón terminó con todo lo físico. Le quitó el habla, le arrancó la vida. Debió ser todo tan rápido como el último segundo de aliento. Vivió en el extremo de la soga y se cortó. Su novela “The Basketball Diaries", calificada de extraordinaria por quienes la han leído y la crítica, relata su vida de excesos, con la que cargó hasta el final de los tiempos. Ese libro, fue hecho película, protagonizada por Leonardo Di Caprio. Jim cuenta en esa novela que se prostituía con hombres para mantener su vicio de la heroína. Vivió un tiempo con el poeta Allen Ginsberg.
Jim Carroll perteneciò a una época que el vivió a su manera en la cúspide del sueño y todos sus amigos, compañeros de ruta, Jack Kerouac, Allen Ginsberg, Willian Burroughs - en la foto que preside este homenaje-se fueron desabaratando en el camino como luciérnagas encendidas por el neón de la vida. Kerouac santificó cuando apareció de novela. Alguien le llamó el nuevo Bob Dylan, un autor indispensable para los rockeros de su tiempo y de otros. En la foto, Jim está con Patti Smith, quien sería su mujer por un tiempo. Él, dejó una patada en todas las direcciones y también la contraria, un camino en la vida. Vivió la gran historia beat del momento, fue pionero del movimiento punk, eso tan salvaje, descuidado, sucio, despectivamente dicho en inglés. Se saturó de su época, la que acompaño con su propio, fecundo, innovador arte musical y de la palabra.
Jim Carrol, ahora se dejò ir
apagó la luz de su oscura luz
iluminando las capas violetas
de las calles de Nueva York.
Bah!, esto se terminó aquí, dijo
y empujó el cuerpo un paso
más allá.
Rolando Gabrielli©2009

La mítica serpiente de los Aztecas


jueves, septiembre 17, 2009

El poema maldito


El Poema maldito

Cuando muera Parra,
Gonzalo Rojas, Oscar Hanh, Efraín Barquero,
Manuel Silva Acevedo y Armando Uribe Arce,

me van a necesitar.
Chile será un gran desierto
junto al mar,
la cordillera nevada picoteda
por cóndores hambrientos.
Las piedras seguirán siendo mudas,
me van a necesitar.
Floridor Pérez,
un cuento en el camino,
Omar Lara, Oliver Welden, Waldo Rojas,
en sus paraísos perdidos.
Miguel Arteche, qué se habrá hecho,
Pepe Cuevas, un crucigrama en Valparaíso.
Los poetas jóvenes no encontrarán
el hilo, el santuario de la aguja
en el pajar de Chile,

me van a necesitar.
El diablo me devolverá el poncho,
bien arrastrado el sagrado manto
de la palabra.
Y yo, seguiré siendo
el poema.

Rolando Gabrielli©2009

miércoles, septiembre 16, 2009

Cuando no se tiene nada


Cuando no se tiene nada entre manos
es mejor dejar salir el humo
respirar sin decir una palabra
con saliva hornear algún verbo
mientras el pájaro de la memoria
silva en alguna rama
El día tiene distintas maneras
de llegar, permanecer y salir
Todo va o termina por ir
hacia alguna parte
en algún sitio definitivamente
está el lugar
Cuando no se tiene nada
el lugar existe
donde tu caminas.
Rolando Gabrielli©2009

martes, septiembre 15, 2009

Parra al dente



A Nicanor Parra lo prefiero al dente en el menú de la antipoesía ante su negación reiterada de una perfomance anunciada. Definitivamente lo único que queda de un poeta es su lectura y bajarse a tiempo ante el abismo de la montaña rusa. Las vanguardias de tanto repetirse terminan en retaguardia. Las noticias que nos llegan son de un pobre libreto costumbrista de un mismo libreto. Se abusa del lugar común y la poesía ni la antipoesía, estàn para estos descuidos.
Un poeta que se usa como el espacio público, termina contra la pared. De tanta irreverencia se convierte en un sacerdote de provincia.
Parra coqueteò con la cámara cinematográfica 11 años. Se dejaba y no, aparecía y desaparecía. Que sí, que no, ecos de una Cueca Larga. Es lo que cuenta el realizador chileno Víctor Jiménez Atkin, quien tuvo el coraje de hacer un cortometraje sobre un poeta cuya obra desconocía y que confiesa "no tenía idea que Parra era tan importante". Dice el cineasta que demorò tanto en el cortometraje de 71 minutos que terminó titulando Retrato de un antipoeta, porque al final no sabía por qué lo estaba haciendo. Hasta que hace dos años, cuenta, conoció a la Jefa del Departamento de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Bristol, quien es una fanática de Parra y le informó acerca de la importancia internacional que tiene la antipoesía y el rol que él asume en la evolución del lenguaje. "No me cabe duda que la película fuera de Chile, va a tener un impacto súper importante", redondea su historia Jiménez.
Recuerdo a Parra a principio a finales de los sesenta, principio de los setenta, paseándose por el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, una mañana soleada, hablando como un viejo socrático con su cabellera blanca y a su lado un joven alemàn que se aproximaba a las nubes, escuchando la materia viva para su doctorado sobre la antipoesía. Ya el antipotea de los Versos de Salón, volaba con viento propio y había creado y ascendido a su propio Olimpo.
Lo màs entretenido de los entretelones de esta filmación, me parece, fue la salida del antipoeta, quien interpuso una demanda con abogado y todo, tres semanas antes del estreno de la filmación. La película duraba 72 minutos y medio, relata Jiménez, y Nicanor le amputó minuto y medio. Literalmente puso censura. Hubo que usar las poco (anti) poéticas tijeras y el antipoeta irreverente, se bajò de algunas tomas, donde hablaba de sus mujeres y otros detalles, que a pesar de sus 95 años, no dejó escapar para la historia. Parra con sus cinco sentidos aún, no practica la política del tejo pasado, quizás en la poesía, pero no referida a sus actos más íntimos y personales. Con la carne, pareciera decirnos, no se juega. Cuando ya no esté, dirá, podrán decir lo que quieran, pero ahora mando yo, sigo siendo el Rey. Además aprendió de lo que han hecho con la vida de Neruda después de muerto. Los novelistas, cronistas y quienes desean ascender en los hombros del poeta, cuentan su historia, ficción, realidad y todo lo que aguante el papel.
El poeta, cuenta el realizador, se entregó a la imagen y al celuloide en un principio, tenía alrededor de 84 años, pero en los últimos años de la filmación, se escondía de las cámaras, y convirtió en un clásico esa fotografía cuyo rostro cubre con sus manos de otro siglo. ¿Parra detrás de sí mismo? ¿Algo imposible? Parra, que es un viejo zorro al cubo de la n potencia, se camuflageaba en el futuro, la historia ya era para él un calcetín viejo. ¿Para qué seguir posando? Jiménez tiene una extraña teoría sobre esta actitud parriana. Sostiene que el antipoeta de Las cruces, hijo de San Fabián de Alico y de la Reina por adopción literaria, se ocultaba para asemejar a Shakespeare, cuyo rostro aún se discute. Es una teoría como encontrar la aguja en el pajar que no buscamos. Parra es más conocido que la chuchoca que se usa en las cazuelas de Chile, aunque recién la señora Balcells va a editar una antología de su obra a principio del 2010.
Parra sí se fotografió con Ricardo Lagos, ex presidente de Chile, quien lanzó su antología global editaba por editorial Gutemberg el 2006. Y recientemente apareció tomado de la mano, con una cierta distancia en el lente, aparentemente, con la señora Balcells, quien descubrió y se enamoró del antipoeta a primera vista. ¿Todos los derechos reservados para sus perfomances? No en vano el antipoeta ha "bajado del Olimpo" a los poetas. Su terreno son sus propias pisadas.
Retrato de un antipoeta, el filme ya estrenado, oleado y sacramentado por Nicanor, comienza con una escena del 2004, relata Jiménez, donde Parra le llama cogotero, que en chileno es el asaltante más traicionero, ese que actúa con sigilo, sorpresa, por la espalda, y el antipoeta huye enojado de la escena. Un Parra kafkiano, en verdad, fiel discípulo de Franz y el hombre invisible se hacía visible sólo para espantar al cineasta de su casa con algunos desplantes y arrebatos de anonimato, olvido de sí mismo. No en vano ha traducido a Shakespeare, maestro del teatro. El personaje debe desaparecer, riposta Parra, él no puede hablar por él. Jiménez en medio de la filmación descubrió que Parra había influido la poesía inglesa y norteamericana. Nadie mejor que el poema habla del Poeta o Antipoeta, en este caso.
El Hombre Imaginario/Nicanor Parra
El hombre imaginario vive en una mansión imaginaria rodeada de árboles imaginarios a la orilla de un río imaginario De los muros que son imaginarios penden antiguos cuadros imaginarios irreparables grietas imaginarias que representan hechos imaginarios ocurridos en mundos imaginarios en lugares y tiempos imaginarios
Todas las tardes tardes imaginarias sube las escaleras imaginarias y se asoma al balcón imaginario a mirar el paisaje imaginario que consiste en un valle imaginario circundado de cerros imaginarios
Sombras imaginarias vienen por el camino imaginario entonando canciones imaginarias a la muerte del sol imaginario Y en las noches de luna imaginaria sueña con la mujer imaginaria que le brindó su amor imaginario vuelve a sentir ese mismo dolor ese mismo placer imaginario y vuelve a palpitar el corazón del hombre imaginario

Los huidizos papeles kafkianos de Franz




Si Max Brod hubiese cumplido con los deseos de Franz Kafka de quemar su obra inédita, todos sus papeles, el mundo no habría dejado de ser kafkiano, y no estaría pendiente del juicio por sus documentos que su amigo heredó a su secretaria Esther Hoffe y ésta a sus hijas, quienes intentan desesperadamente venderlos para salir de unas cuentas. Esther murió hace dos años a los 101 y durante 40 años bloqueò, en Tel Aviv, Israel, a los investigadores que andaban tras la huella de los últimos vestigios reales de la obra y vida de Kafka, uno de los escritores màs influyentes del siglo XX y que murió de tuberculosis hace 75 años. Ruth y Hava, sus hijas, ahora frisan los 80 años y quieren vender los manuscritos. ¿Còmo llegaron los manuscritos a Israel? Max Brod, huyendo de la invasión nazi a Checoeslovaquia en 1936, viajó a Israel donde donó algunos escritos a los archivos oficiales. Al fallecer en 1968, Brod dejó algunas pertenencias y los enigmáticos, aun desconocidos, papeles kafkianos, que tienen detrás a los gobiernos de Alemania e Israel.
Kafka escribiò en alemàn su obra y algunos de los documentos de la famosa maleta con que viajó Brod a Israel, Esther se los vendió a Alemania por 1.8 millones de dólares."Hoffe fue arrestada en el aeropuerto internacional Ben Gurion, en los ochenta, bajo sospecha de que estaba sacando del país documentación importante de contrabando, según el Archivista del Estado, Yehoshua Freundlich." Algunos de los manuscritos fueron copiados por el estado Israelí. Israel anda tras el pasado judío de Kafka, sus supuestos vínculos sionistas, aunque ninguna de sus biografías nos orientan hacia un Kafka practicante del judaísmo.
Esta historia digna para una novela policiaca, negra y peluda, divertiría quizás a Kafka, quien consideraba sin importancia sus escritos, que libres de las llamas siguen vagando por el imaginario alemán y judío, como un patrimonio único, irrepetible y muy valioso. Kafka se paseaba en bicicleta y remaba por el Moldava, en Praga, ejercía como abogado y escribía en las noches sobre un mundo inexplicable, real, futurista, absurdo, y sin proponérselo lo bautizarían en su nombre de kafkiano. Su literatura influyó a tres grandes innovadores de la prosa y poesía de Latinoamérica: Borges, Bolaño y Parra.
Las inefables hermanas Hoffe, herederas circunstanciales de los papeles de K, de los gatos de su madre, son seres irremediablemente kafkianos y por ello, no sabemos, estaba escrito que eran las perfectas herederas de un legado extraordinario. Ambas son sobrevivientes del Holocausto. Los sabuesos israelìes creen que en sus páginas se oculta un pasado aún indescifrable del autor del Proceso, La Metamorfosis y El Castillo. Mientras, las hermanas Hoffa, son protagonistas de un proceso absolutamente kafkiano, ya iniciado en la Corte Suprema de Israel. Alemania ha ofrecido dinero por los documentos del extraordinario checo. El Estado israelí podría haberse hecho cargo de la manuntención y darles una pensión o comprarles los documentos kafkianos, a Ruth y Hava, debido a su edad y ser además víctimas del Holocausto. Rolando Gabrielli©2009

lunes, septiembre 14, 2009

La esquina de Federico
















La poesía es la poesía,
pon un pie primero,
el verbo después
te dirá que hacer.
Es vida la vida
en el poema y la palabra,
como en el fondo de una taza
el destino y el olvido,
nace en una esquina
de la mesa o de la calle.
Rolando Gabrielli©2009
Caminaba este domingo por Calle 50, una de las principales arterias de ciudad de Panamá y de pronto más de un centenar de ciclistas llenaron la avenida como un manchón de ruedas en velocidad. Me quedé inmóvil, en silencio, a la espera de su paso para continuar mi camino hacia un Mall de la ciudad, haciendo hora porque White estaba en el veterinario bañándose y examinándose un párpado algo inflamado. Los domingos son espléndidos porque el tráfico vehicular disminuye de manera agradable y se puede manejar frente a la brisa del mar, de cara al sol o la lluvia, con mucha tranquilidad. La ciudad se hace amigable y el paisaje se deja apreciar. Los ciclistas estaban en un circuito, El Tour de Panamá. Y en una esquina viendo este pelotón buscando una presea, esforzándose por alcanzar y llegar a la Meta, dejè pasar el tiempo.
La media mañana escarbaba con el sol la espalda y el pecho de los que estábamos pisando o corriendo por el asfalto. El sol literalmente hablando picaba. Y de pronto se me acercó un hombre humilde, con una bolsa de plástico, golpeado por la vida, humillado por el tiempo, sacudido por la existencia. Se detuvo y comenzó a recitar un poema, indudablemente era La Casada Infiel de Federico García Lorca. Le completé unos versos y seguidamente me dijo, que en sus tiempos escribía poesía y cuento, que lo había hecho en varias fiestas nacionales. Me detuve en sus ojos, golpeados por el sol, acuosos, pequeños y en sus manos que reflejaban su pobreza y abandono. Él siguió hablando de Federico García Lorca: "mataron a un genio, lo asesinaron, era el jardín que hacía crecer la poesía". Un artista, me dijo, y cómo es posible que lo asesinaran, se interrogoba. ¿Qué les hizo Federico?, volvió a preguntarse. Yo le miraba y él repetía el sitio, Víznar, Víznar, el nombre del lugar donde cayó asesinado el poeta granadino, el duende de España. Mientras hablaba de García Lorca, la poesía, Franco como un perro rabioso, me hizo repasar mis largas y adolescentes lecturas del Poeta en Nueva York, del Romancero Gitano, la tragedia de España. la fe, el vicio de los poetas por la vida y la poesía. Tantas cosas estaban sucediendo en esta esquina en la voz de un vagabundo apasionado por la poesía y la vida. Pensé en la influencia de García Lorca en el primer Nicanor Parra, en una manera vital de ver la vida, en su espíritu gitano de fiesta, la alegría del genial andaluz, su amistad con Neruda, viaje a Buenos Aires, el teatro garcíalorquiano, todo lo que nos había dejado su espíritu creativo. Por estos días España busca reencontrarse con la memoria y es posible que se exhumen las osamentas de García Lorca para saber cómo fue su muerte finalmente. Los poetas vivos del mundo, la gente decente de España, esperamos una respuesta. La memoria de la memoria, es la vida de los pueblos. El hombre miraba con respeto la vida y el día que se le había asignado esa mañana. De pronto le dije, no soy español, sino chileno. La Mistral, me respondiò, tengo un libro de ella. Tala, le dije, como sabe que tengo ese. Una intuición. Sí, es el que tengo y lo guardo como un tesoro. Neruda, repitió, Chile, un país de poetas. El vagabundo de pie frente al sol de Panamá alegaba en favor de la poesía, él que sólo le quedaba su vida errante por las calles que no eran de su país. Viaje a Costa Rica, me dijo, allí apreciarán su arte, repitió cuando supo mi nacionalidad y que escribía. Sus ojos estaban totalmente acuosos y su mirada era de serena admiración y respeto por el día que le tocaba vivir y estaba viviendo. Nada es por azar, me dijo.
Habían dado muerte al jardín de España, repetía el vagabundo en la equina, en una zona con grama verde, iluminada y grandes casas y edificios rascacielos. Pensé en ese mal día de García Lorca caminando hacia su sepultura, como millares de otros desconocidos, después de España en Chile, Argentina, Uruguay, Guatemala, Paraguay, Colombia, Nicaragua, El Salvador. La historia se repetía con y sin nombre propio.
La poesía nos permite descubrir la vida y la belleza. Ahora pienso en esos grandes festivales, maravillosos espectáculos de la palabra, gente que cree aún en la poesía, que buscan ser vanguardia, decir lo nuevo, avanzar en la punta de flecha. Digo, me repito, no deben olvidar que detrás, dentro del fruto de la palabra está el hombre. La poesía sigue siendo vida. La poesía tiene voz propia, no requiere de intermediarios. La poesía se inventa y reinventa, su escenario son todos los tiempos, una manera de ver, vivir, sentir una época, el amor, la vida en toda la extensión de la palabra. Hablar mal de la poesía, de los poetas, entre los poetas, sobre los poetas, parece un arte indisoluble del arte de la estupides. Pero, se ejercita a diario, por pose, vicio, costumbre, por joder o porque no tiene nada mejor que decirse o ya no queda poesía. Si la poesía fuera un aborto de la naturaleza, por compleja, difícil, (indi) diferente, no se inistiría tanto con esa palabra mágica que se usa para diferenciar en algo la rutina, de la ausencia de belleza, de la carencia de ese algo, cuando se dice: esto es poético. La poesía está en la poesía, en todo lo que no se ve y toca. La poesía no paga publicidad para que la vean y conozcan. Es un ruido misterioso que el silencio escucha. Mientras la poesía siga siendo la contraseña de la literatura y una señal, nos mantendrà en estado alerta a todos. La poesía està escrita. Sòlo queda repensarla. Apropiarse de su mèdula. Descubrir su nuevo fruto. La poesía para algunos regímenes no es tan inocente, la consideran su enemiga y la relegan al sótano del olvido. La llegan hasta prohibir.
La poesía tiene sus propios recursos. Existe como un círculo, se mueve en su propia espiral, sobrevive, cuando es verdadera, a la tormenta del poder. La poesía respira por el reverso de la moneda. Respira, donde no hay aire. Se crece en el desprecio y desdén.
El poema es un Manifiesto de sí mismo. Usted, amigo, querido lector, internauta, lo interpreta. Encuentra su propio camino en esas palabras.
Rolando Gabrielli©2009