No tengo grandes cosas que decir ni contar,
la planicie es este horizonte delgado
de ojos vacíos sin objeto.
Sobre un muro blanco al otro lado del rìo,
corre un animal, quizás hace el viaje
que mi destino ha desconocido
o me ha negado.
La hoja del árbol cumple su ciclo naturalmente.
No me he movido con los ojos de ver,
la memoria hace otro recorrido
y no he dejado de ser el mismo que he sido.
Me espera la ciudad en primera persona,
Se dicen tantas cosas que el progreso espanta,
alguien puede estar leyendo estas palabras
que aún no he escrito ni termino de pensar
La modernidad adormece en un puente en construcción,
por aquì pasaremos hasta el cansancio,
viviremos un destino viejo aparentemente anónimo
la pesadilla de la voz de un fantasma
que hemos visto crecer en este siglo
No se ha dicho la última palabra en ningún sentido,
que nadie tire la primera piedra