sábado, enero 19, 2019

No te sientas aludida

No te sientas aludida,
amor.
no todo  es poesía
y aunque lo fuera,
tú eres la Musa,
el objeto del deseo
de mis palabras.
Rolando Gabrielli©2019

viernes, enero 18, 2019

Avestruz

Avestruz,
¿este es tu siglo?
Escondes la cabeza,
naturalmente
y un mar de aves migratorias
cruzan el cielo
que tú ignoras.
La lombriz que buscas,
bajo los espejos de la tierra.
No te deja ver
las serpientes alrededor,
que envenenan la sombra
y el sueño de las rosas.
Un hombre cruza la historia
y la noche le devuelve
su oscuridad.
Rolando Gabrielli©2019

jueves, enero 17, 2019

Las aves migran

Las aves migran
por su propia supervivencia.
Tienen alas y pueden volar
por todo el cielo
y cruzar países
sin ser detenidas
en aduanas o por muros
que el hombre levanta 
para protegerse
de sí mismo.
Rolando Gabrielli©2019

miércoles, enero 16, 2019

Fuiste sombra


Fuiste sombra,
oscuro riel del camino.
Vagaste en algún sentido,
contra el río y sus aguas.
Había luna y sol,
amanecer y noche
en un mismo lugar,
dormiste a la intemperie
y trazaste la ruta
desde algún punto.
Partiste, oh desconocida.
Rolando Gabrielli©2019

martes, enero 15, 2019

Alguna vez

Alguna vez, creo,
perdí el sentido,
escribiendo,
verdadera fiesta de la palabra,
interminables,
vaciaban cántaros sin agua,
secas,rotas, duras
como piedras,
flexibles en el silencio.
Volvían solas a su origen
solo de  repensarlas.
No estaban para acatar normas,
ni ser soldados 
de ningún ejército,
libres, con o sin razón,
anárquicas.
Ser ellas mismas,
siempre fue su consigna,
su verdadera palabra. 
Rolando Gabrielli©2019

lunes, enero 14, 2019

Un autista sin nombre

Fuiste un  autista sin nombre
por las calles de Santiago,
tantos años después  de la sangre
y la muerte en alta mar,
donde  buceaban ciegos
los cadáveres  arrojados vivos
del alto cielo.
Volviste, extranjero, forastero,
en tierra de nadie dominada
por el sopor del verano.
Una raza digital, estúpida,
se erige en las sombras
del dìa y la noche,
a todas las horas posibles
conectada con la distancia,
minusválida de afectos personales,
rìe en solitario y un selfie
se llena de autoestima y realismo,
viajando por el Metro.
La belleza del diálogo
se perdió en alguna estación
por construirse en  alguna
nueva  ruta.
Haz estado allì para verlo,
la primavera fue otra cosa
se sostenía por sì misma,
con su encanto  provinciano,
alejada del bullicio,
màs bien envuelta en la seda
que arroja  el gusano
antes de volar.
La ciudad es la metáfora perfecta
de un cuerpo desnudo,
sin alas.
Tus compañeros de juego
se habían jubilado,
la casa paterna derruida por el tiempo
y abandono,
tu madre silenciosa te recibiò
alegre después de las flores
que pusiste en su tumba.
Todo ha cambiado para peor,
la poesía no es ni la sombra
de algunas palabras
que alguna vez escuchaste,
de algún poeta ebrio
en las noches de Santiago.
No importa la fe,
que tù profeces, me digo,
la suerte està echada,
sigue soñando los viejos sueños,

puede ser un camino fácil y repetido,
pero la  ciudad seguirà siendo
una metáfora
de lo que fuiste y no fuiste,
de tu suerte de no haberte
convertido en làpida
para las futuras generaciones,
antes de tiempo.
 Rolando Gabrielli©2019