está en el poema,
en lo que dice,
ignora
o no dice,
aparentemente.
El silencio,
puede ser todo,
lo que contiene.
(RG)
El poema se sostenía en el aire/respiraba/solo respiraba/La luna, el sol/todo lo visible/estaba para ser contado, cantado/de voz en voz/de generación en generación/hasta desaparecer quizás/como si las palabras/fueran escritas en tinta invisible/o la memoria las vaciara en un bosque.
La poesía viene de lejos tiempos lejanos. Fue importante para el alma y la política, nada mejor que un poema de amor para una tragedia, fracaso o una historia de amor. Grandes cultivadores del género, hombres y mujeres, clásicos que permanecen vivos en pequeños círculos devotos de la poesía, en la academia, entre poetas o lectores con fe en las palabras. No es pan de todos los días, ni está servida en la mesa. Los poetas son rara avis, no pertenecen a la prosa cotidiana, ni se les ve en los torneos de oratoria o en las bolsas de valores. Los poetas suelen estar frente a la página en blanco en un desafiante silencio. No hay ganadores ni perdedores, sino un constante desafío, ese ejercicio solitario que nace aparentemente ciego hacia lo desconocido y vuela con las palabras como un pájaro al dejar su nido. La poesía siempre tiene alas. El poeta tiene un mano a mano con la poesía en cada poema. En cada página en blanco, la suerte está echada. Cuando tengas en tus manos un poema, Lector, piensa en esta lucha, atmósfera y, a ti te corresponderá asumir tu propia mirada.
Rolando Gabrielli2023