Enfrenté la muerte sin armas,
ni una sola espada y cortè el viento
En una avenida abierta rompiendo el
alba,
el enemigo repasa el acero en su memoria,
acecha invisible de aparentes
sombras,
dispuesto estuve siempre
partir el alma al viento
partir el alma al viento
que colaba el aire tibio,
la sorpresa, la traición
la sorpresa, la traición
que nunca tiene dueño
y ejecuta
fríamente.
Rolando Gabrielli©2013
Rolando Gabrielli©2013