sábado, junio 20, 2009

La escritura en blanco



Son numerosas las personas que me han preguntado a lo largo y ancho de mi vida, por què escribo y han opinado tambièn sobre lo enigmàtico, sin sentido, del asunto. Y las que han tenido màs oportunidad de extender la conversaciòn han dicho de todo y nada, como en un cìrculo que se muerde la lengua y la cola al mismo tiempo. Mis respuestas han girado como en un cìrculo que se excede de sus propios lìmites, sube y baja, se desinfla como un globo y puede tomar la consistencia de una roca que no es inmutable. Y convertirse en polvo, ilusiòn pura, arbitrariedad suma. Las respuestas pueden ser un espacio en blanco, la pàgina antes de ser escrita. Un eslabòn que nada ha perdido, que se siente bien sòlo sin pertenecer a ninguna cadena. Las palabras esclavas sòlo ilusionan a su amo.
Siempre he pensado que una ventana no puede estar vacìa. Que detràs de una colina puede haber alguna esperanza. Una pàgina en blanco es mucho màs inquietante que un periòdico. Un televisor depende de nuestro ojo. Las palabras tienen todas las posibilidades que le negamos al silencio. La escritura desconoce su paradero y aùn asì sigue intentàndolo. Las palabras no hacen filas, no reconocen un casillero, estàn para ser descubiertas. Es imposible hablar de una escritura legìtima sin la urgencia y la obsesiòn. Pienso en Rimbaud que nunca abandonò el barco ebrio y que la escritura se le dio deslumbrantemente joven y èl arrojó en un saco sin fondo. Hay quienes aun le piden cuentas por semejante acto. No tuvo màs tiempo el poeta que para las urgencias que impone el tiempo. En el final de sus dìas anticipados por las urgencias de lo vivido, tuvo el afàn de retornar y volver a empezar de cara al futuro. Ya no habìa principio, sino fin. La pàgina estaba escrita. No es el ùnico en la desesperaciòn de la vida y la escritura. Poeta de todas las libertades. Rimbaud partiò con aparente rumbo desconocido, volviò casi muerto y para muchos no deja de vivir en cada lectura que se hace a su poesìa y vida misma. No es el ùnico. Dylan Thomas, Jorge Teillier, fueron despiadados con sus vidas en los bares; otros, como los rusos Essenin y Maiakovsky pusieron fin a sus vidas por propia mano y el sueco Stieg Larsson, hizo estallar su corazòn recientemente de compulsiòn literaria. Lo intoxicò con dos y hasta cuatro cajetillas de cigarrillos diarias, cafès con leche a discreciòn, fuertes dosis de insomnio, trabajo sin lìmites - mantenìa abierto su ordenador con cinco novelas al mismo tiempo- hasta que subiendo y bajando escaleras, revisando su ùltima novela, como si fuera la ùltima en verdad, se desplomò para siempre en medio de la màs horrorosa de las famas. En su novela inconclusa aparecìan las mujeres de Ciudad Juàrez, Mèxico y aventuras en Parìs, entre otras historias. Larsson tomò el camino de la intoxicasiòn literaria del trabajo compulsivo y se le disparò el tic tac del corazòn. Reventò su corazòn hace un par de semanas. La literatura, el acto de escribir, puede llegar a ser una obsesiòn mortal. No es el ùnico, ni el ùltimo. Cuando Roberto Bolaño supo que su reloj biològico se estaba apagando y que si no reponìa su hìgado, terminarìa todo, apurò la correcciòn de su novela monumental: 2666 y seguramente ya habìa ordenado otros libros, entre ellos de poesìa. Su situaciòn era otra: el tiempo se le habìa terminado literalmente hablando, pero le habìa avisado con cierto tiempo. Hastìo, agotamiento y tristeza, se transformaron en sus palabras de cabecera en el Àfrica.
Hay que intentar ponerse en los zapatos del escritor, entrar en su pellejo, para entender por què Ernest Hemingway siguiò la tradiciòn familiar de volarse los sesos con una escopeta o Pablo de Rokha dispararse con un revòlver como el peruano José María Arguedas. El camino de la escritura pareciera estar plagado de buenas y malas intenciones. Cada laberinto reproduce sus propios pasos y encuentra o no sus salidas. Existen distintas maneras de poner la cabeza en el horno de la poesìa y desaparecer de este mundo, como lo hizo Sylvia Plath. Alejandra Pizarnik que asfixiò a las propias palabras, antes de recurrir a su propio olvido, porque tal vez no tenìa nada màs que escribir la palabra Fin. Su yo desgarrado le arrastrò hasta el final de sus dìas como un tren sin andèn. ¿Por la literatura habìa perdido la vida?
Rimbaud partiò al Àfrica para sacudirse de todo su pasado, arrancarse de su tormentosa existencia, quizàs pensò que habìa escrito todo y su vida estaba en otra parte esperàndole. No dejaba màs huellas que su poesìa, una manera de abandonarse asì mismo, se convirtiò en silencio letal. Se sacudiò de la poesìa como si fuera el polvo de su gabardina. No escribiò màs poesìa, si artìculos y cartas. Naciò la leyenda, el mito, el contrabandista de armas y esclavos. Un personaje que brincaba de una orilla a otra. Sacarìa otras cuentas el poeta, segùn los investigadores de su vida y obra, relacionadas con su actividad comercial y trabajo. La ambiciòn por una supuesta vida econòmica mejor, agotó su vida hasta una muerte prematura, que le invalidò una pierna y llevò a morir a un hospital del puerto francès de Marsella en los brazos de su hermana. ¿Lo devorò la velocidad de la vida? Tenìa planes el poeta que dedicò sus últimos años a viajar en caravanas por los desiertos africanos y a compartir el tedio que describe en sus cartas consigo mismo. La libertad como la intangible esperanza de lo que no se conoce, por no decir lo desconocido. Un reluciente destello de la soledad.
El mito de Rimbaud, su figura perdura hasta nuestros dìas fundamentalmente por su poesía, lo que significò para el siglo XX, su influencia, la manera de ver el mundo, aunque no podemos desvincularnos del adolescente vidente y maldito eternamente insatisfecho. Sus planes de viajero insaciable incluìan Panamà. Rolando Gabrielli©2009

jueves, junio 18, 2009

SOTELO

















El tiempo no hace ruido, pero pasa. Sucede y hace verano. Con Raùl Sotomayor (Sotelo) nos conocimos en Chile en Santiago, en el preàmbulo de los setenta y nunca màs volvimos a vernos. Èl partiò poco antes que yo a Parìs, exiliado, donde me entero en enero de este año por un correo que me envìa, que vive seis meses en Coquimbo, Norte de Chile y seis meses en Francia, con su esposa Sady, periodista y amiga de esos años multicolores sabores. No sabìa de Sotelo hace un par de dècadas, hasta estas palabras del 24 de enero del 2009..."Querido Poeta: Ayer hacíamos recuerdos de ti con Walter Hoefler, amigo y catedràtico de esta zona. Parte ya el lunes a Valdivia, huyendo, me imagino de la invasion de argentinos para refugiarse a la rivera del Calle Calle."
Con amistad y humor como siempre, Sotelo, abandona el pincel por la palabra y me voy enterando de su vida que comparte con su antigua y nueva geografìa, siempre en el color inequìvoco de su pintura, en el sueño que la convoca entre el ocèano Pacìfico y Atlàntico con las firmes raices del exilio. Y define sus dìas, pinta el paisaje..."Y seguimos mirando nuestras burras, dos llamas, gansos y patos en lo que aun parece de otra època, pero por bucólica de la imagen no es menos creativa. Mi taller es mi reducto, ya que dicen que el perforado en la capa de ozono tiene peligrosidad alta. Luego habrá que bañarse en el Pacífico con abrigo y sombrero y lentes oscuros. En Antofagasta han descubierto las playas de noche, con lo cual los salvavidas devengan por las horas extraordinarias." Me imaginè de inmediato, en un cuadro surrealista de Sotelo, a esos ciudadanos del futuro, como si los describiera Bradbury, a los visitantes y antofagastinos bañàndose con sus sombreros alones, gafas oscuras y largos abrigos de vaqueros italianos, asì desplazàndose en el contraste con el desierto tòrrido o quizàs helado para ese entonces.
Todo està cambiando en un abrir y cerrar de ojos, es lo que me està diciendo el pintor, que se preparaba en esos dìas para una exposiciòn en un nuevo Centro Cultural en Ovalle, 4a, Región, precisa y que terminò siendo un èxito y reconocimiento a su obra, premiada por la Crítica de Chile- Casa de las Américas de Cuba- y premio al mejor Grabador Nacional 4 bienal Americana de Grabado Santiago de Chile antes del exilio. Ha expuesto su obra en Francia- Nanterre- Orly-Paris Paris- Estocolmo- Quebec- Berlin-Lausana- Berlin-SainDie des Vosges-Francia-Vigneux Sur. Raùl Sotomayor realizó sus estudios artísticos en el Instituto Pedagógico y en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile, donde cursò materias de dibujo, grabado y pintura. En 1973 se integró al plantel de académicos de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile y la Escuela de Arte de la Universidad Católica de Chile, en las que desempeñó el cargo de Profesor de pintura y dibujo. Posteriormente se exiliò en Francia y continuó su vocación pedagógica como profesor de pintura en la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad de la Sorbone. En su permanencia en Francia organizó la Escuela Municipal de Artes Plásticas de la ciudad de Vigneux-sur-Seine, de la cual fue tambièn su director.
Para Raúl lo importante de su participaciòn pictòrica en el Norte de Chile "es que Chile se está recordando de su pasado cultural y hay una serie de manifestaciones que nos reubican en lo que ha sido la Historia de la Cultura y de las Artes de este pais. Es algo interesante, todavía se realiza en forma tímida, con la ayuda de amigos se puede reconstruir lo que en algun momento fuimos y somos hoy. El hecho que existamos es una buena nueva."
La pintura de Raùl Sotomayor me gusta por lo que dice, busca, silencia, otorga, insinùa, traza, recobra y otorga al ojo del pùblico: la fuerza de la identidad, el espejo inconfundible del color y las formas para un nuevo retrato. Es el nacimiento de una nueva visiòn y momento, el pasado recobra de alguna manera el presente. Està la singular chilenidad en la obra de Raùl Soyomayor, que confiesa que Francia es su segun da patria y Chile es como el bolero: "cariño malo".
La prensa de Ovalle dijo en su momento sobre "la exposiciòn del artista Sotelo se centra en lo que significó para el autor el reunirse en torno a una mesa, “el lugar donde estuvieron y estarán los ausentes y los presentes, desaparecidos y aparecidos", sobre todo cuando se enfrenta la dura experiencia del citado exilio en Europa. Gracias al cielo que existe este pais, lo maldices el dia entero y despuès te reconcilias con el, no HAY OTRO IGUAL. En esta nueva era que vivimos somos testigos vivientes y tenemos que dejar algo a los que nos siguen, Una mirada, imàgenes son necesarias para reconstruir un mundo a lo mejor, mejor".
Es el fantasma real de los cuerpos, los amigos de siempre, esa ausencia feroz impuesta no sòlo por la vida, en el caso de Chile, Argentina, Uruguay, y en la mayorìa de los paìses latinaomericanos donde la dictadura borrò gente fìsicamente. Mesas/Exilio, el plural de la vida donde se comparte el pan, el dìa a dìa, lo sustancial cotidiano, la levadura del mediodìa.“La mesa es el último lugar que nos quedó después que partimos, ya que perdimos todo: el país, los olores, las llanuras, las playas, todo lo que conformó nuestras vidas por muchos años”, explica la simbologìa de su exposiciòn Raúl Sotomayor. La Cueca, baile nacional, expresiòn de un Chile popular, el paìs baile de la pareja, forma parte de la identidad de todos nosotros y Sotelo se sumerge en la expresiòn misma de lo que somos màs allà de los días patrios y fiestas de ramada.
Y las mujeres sobre la mesa bocaabajo como saliendo, volviendo a nacer de sì mismas y comparten la desnudez fìsica del cuerpo real para ser en la soledad pùblica un sìmbolo de esperanza.
El autoretrato lo incursionarè en el momento menos pensado, tengo que quererme algo más. Un abrazo. SOTELO


miércoles, junio 17, 2009

Malevo y Chapuza...El mundo, un poema gigante






La lengua puede ser un signo, pero habla con y por nosotros, comunica, expresa, identifica, convoca, porque somos la palabra que nos baña como un río y permanece. El idioma que nos y se reconoce en nosotros, más allá del eco de las palabras. Y en tiempos en que todo se globaliza, satura, mezcla, y convierte en lugar de todos, el idioma hace comunidad y nos sella con su palabra, al reconocernos una identidad propia. La lengua tiene la particularidad de enriquecerse por su uso en distintas geografías y por ser la voz del pueblo, la que la multiplica y convierte en expresión, viva, única, que no requiere de intermediarios.
El ejercicio, la convocatoria del Instituto Cervantes de escoger la palabra favorita en castellano de los internautas, con motivo de celebrarse el próximo 20 de junio el día del Español, del idioma castellano, digamos mejor. Sin duda, es un contacto masivo con la gente que se expresa en castellano. La palabra, el idioma como pasaporte en tiempos de muros y terror. Un idioma en este y otros tiempos nunca debe tener fronteras, porque con la lengua nos enriquecemos, ganamos. No somos mejores, SOMOS, simplemente. Las palabras son pequeños dioses que la Musa pone a nuestra disposición.
Carmen Caffarel, directora del Instituto Cervantes de España, es quien ha lanzado este concurso bajo el lema "Propón tu palabra". De acuerdo con la Agencia EFE de noticias, han participado 47.431, de diez países, que propusieron 2.623 palabras, votaron 18.000 términos, sugirieron 1.485 neologismos para el Ficcionario y enviaron 610 videos.
El mayor número de visitantes procede de España, Brasil, EEUU, Japón y Alemania. De España, Brasil, Argentina, Marruecos y Rumanía son los que más palabras han inventado. Brasil es el país con un mayor número de videos enviados. Caffarel llama la atención que la mitad de los internautas proceden de países donde el castellano o español no es la lengua oficial.
En el azar de la red y por decisión de los internautas, se bajaron numerosas palabras para ser votas, como: Infamia, Malevo, Chapuza, Valentía, Cariño, Albricias, Malabarista, Abrazo, Luz...etc.
La palabra escogida fue Malevo. Las personas que la escogieron en primer lugar dieron sus opiniones y dijeron que les motivaba su decisión y cuan próximos se sentían a la palabra mencionada.
Enviado por Silvia de Suiza el Jueves, 4/6/2009 12:15
Porque representa el culto al coraje, el misterio bajo el chambergo y la poesía en los dibujos de los pasos del tango.
Esta frase la convertí en la representación visual de mi texto y las fotografías responden a ella. La comparto porque yo llegué a esta palabra por los relatos orilleros Jorge Luis Borges y también por el tango. Pienso que Malevo es una palabra del lunfardo: un idioma, dialecto, lenguaje popular dentro del tango y expresión viva de la lengua popular en Argentina. En esta jerga, que es el lunfardo, se ama, odia, rechaza, nostalgea, vive, sufre y se arrastra la palabra como un caballo desbocado. La indiferencia en lunfardo pesa como un mueble atascado en medio de la casa que nadie se atreve a mover porque es inútil y más bien se naufraga con la sombra que te acompaña.
La palabra Malevo no era la preferida de Jorge Luis Borges, quien se inclinaba por éstas: sándalo, penumbra, jacarandá, sombra, cristal, hexámetro, ámbar, runa, anhelar, arena.
El Malevo tiene la fuerza y la personalidad de la sombra, y la velocidad de la sorpresa, olfatea el lugar y lo posee como si reinara sobre él. El Malevo se delita con su presencia.
La segunda palabra escogida fue Chapuza, y personalmente la recuerdo mucho cuando vivía en Chile: es un chapucero, quien hace mal las cosas. Tiene mucho de engaño, fraude la palabra.
Son escogencias curiosas, por decir algo, ya que son palabras que encierran una crítica más biene negativa, de alguna manera. Chapuza, evidentemente, pero Malevo, está en una cuerda floja, tierra de todo y nada, en el encanto de lo posible.
¿Cuántas personas que hablan castellano de los 450 millones, concoen el significado de Malevo y Chapuza?. Tarea para el Instituto Cervantes, que en sus 73 centros en el mundo, celebrarán los actos del Día del Español con una "lluvia de palabras", lanzadas por cañones de aire comprimido, con las palabras : abrazo, amor, añoranza, bailar, beso, chévere, chocolate, fiesta, hola y sonrisa.
Estas diez palabras ilustrarán las fachadas de los Institutos Cervantes y Caffarel inaugurá la fiesta de la palabra en Madrid, con el lema: El mundo, un poema gigante, expresión que permitirá a las personas participar en un lienzo de 150 metros de largo.
Rolando Gabrielli©2009

La rosa




La rosa
tiene nervios
de acero,
porque es rosa.
Rolando Gabrielli©2009