Nada nuevo que la nube distraída ignore,
el viento moverá las aspas en un
mismo sentido
y yo estaré mirando la fotografía hasta que se produzca
el milagro de saber que te encuentras feliz
adonde sea que hayas ido con el viento en algún sentido.
El mundo es una botella lanzada al mar con un mensaje
que no sabemos si llegará a destino.
No pareciera que vamos en un mismo barco,
como dice el refrán, porque de todas maneras naufragaremos.
El puerto o las olas han perdido su verdadero camino,
nada nuevo, pero tú siempre fuiste diferente,
hablabas desde el corazón a la montaña, el mar,
al límite de las inmensas llanuras que podían
no tener nombre, ser imaginadas en sus confines,
en el más absoluto silencio de las palabras.
A la memoria, acudo, sabes, ahora, veo
pequeños fantasmas, nidos vacíos,
quizás esté cambiando el tiempo
o todo y nada sea igual.
Mañana será otro día,
en papel de calco.
Rolando Gabrielli2023