Entre dos océanos donde vivo,
de cara al mar como un pez en el agua,
un tiempo que no es el mío ni de nadie,
se desliza entre furtivas monedas,
palabras no escritas.
Si aquí todo fuera posible,
no pensaría en ti,
alejada de estas costas,
ni volvería al mar a escuchar
el silencio majestuoso
de lo que siempre fueron tus palabras.
Rolando Gabrielli©2016