sábado, enero 03, 2015

¿Quièn juega con el azar?

Y comienza un nuevo año, aquí en la Tierra, un lugar  basta agitado, enrarecido,  habitado por el hombre y muchos animales en extinción, producto de las actividades del hombre, que incluyen  además de la contaminación en todas sus fases, el asesinato de su propio hermano. Las razones son múltiples para haber llegado a  este panorama poco halagador, nada idílico, como cuentan las tradiciones, cuando nuestros padres A y E, habitaban el llamado Paraíso. A ellos les duró poco, nosotros,   los dueños del mundo, creen que este es el verdadero, el que pisamos cada día con un ojo en la nunca y el otro en el despeñadero. Pero vamos hacia adelante y hacia arriba.
Historia repetida de un bípedo insaciable, a lo largo y ancho de su propia historia. Vamos a la deriva como una nave loca en manos del dios-mercado, somos parte de la oferta y demanda, materia prima,  George Orwell del Gran Hermano. Un producto hasta cierto punto querible, pero sumamente desechable, por a, b, c, motivo.
 
 
 
 
El año  nos presenta su propuesta tradicional de 365 días, 52 semanas,  12 meses, es su menú  tradicional con sus puestas de sol, mareas, cuatro estaciones, eventos naturales de toda naturaleza, y luego se sienta a esperar para dar vuelta una hoja cada día. Lo que haga usted, querido  internauta, lo que hagamos con este espacio y tiempo, dependerá de nosotros. Es cierto, los grades eventos no dependen de nosotros, ni los empujados por la mano del hombre y menos los naturales.
¿Quién juega con el azar?
 
 

miércoles, diciembre 31, 2014

martes, diciembre 30, 2014

¿Oyes las campanadas?

¿Oyes las campanadas?
Aquí repican en mi memoria
y no las quiero oír.
Un caracol dentro de mí
vacía el ruido del mar
y la pared que tú levantas,
es la magnífica ola
que a mí silencio llega.
Rolando Gabrielli©2014

domingo, diciembre 28, 2014

La hora del insomnio

La noche es un freno de luz,
oscuro telar detenido,
tiempo sin palabras,
En el insomnio absoluto,
sin un andamio,
he cruzado la noche.
Madre,

no me dejes solo,
el asma y el amanecer,
no borrarán la oscuridad.
Rolando Gabrielli©2014