Una ilusión muere en
el brillo de la historia,
estrellas doradas, eternas fueron en otros tiempos,
fugaces y gaseosas viajan en antiguos sueños
y alguna cae en las horas muertas,
agoniza lentamente, deja de ser estrella,
por la mano del hombre,
en el muro de una ciudad.
Rolando Gabrielli©2017