Gaza no es la escala de Milàn sino una arquitectura
que no termina de desprenderse del aire ,
ni su partitura de sí misma.
 Oh, el sonido de las
palabras,
 resiste como las viejas
estatuas  futuristas
 que aún odian la
muerte y la historia que las despedaza.
Con ironía y  dignidad
 de hierros retorcidos
te inclinas sin humillarte, solemne,
 a la espera de
mejores tiempos, 
y permaneces erguida, desafiante, 
a tu manera adjetivas los tiempos,
porque nada será igual mañana.
Rolando Gabrielli©2015

 
 

 
 
 
 
 
