con la leyenda,
hoy fui visitado
al mediodía,
por un grillo verde
que ascendió por mi brazo
como si fuera la corteza
de un árbol, un trozo de madera.
Es cierto, no escuché
frotar sus alas, ni su canto,
pero sentí su presencia,
una enorme felicidad
y digo, al despedirlo,
fui afortunado esta mañana.
Rolando Gabrielli2022