sábado, noviembre 12, 2011

Mi jardín




Ayer, no se acabó el mundo ni sus alrededores,
todo sigue igual aparentemente,
mi mano sobre la sombra de tu mano,
los escombros de una casa en ruinas
advierten el paso del tiempo sobre mis pasos,
bajo un mismo sol rabioso nos vemos las caras.
Mi jardín es mi jardín,
del lado de tu hemisferio la nieve blanca
comienza a deslumbrar  la noche en esta nueva estación 
Viejas  carreteras y paisajes sin fin 
 volveràn a  la velocidad de la rueda  de la luz
y te encontrarás en algún lugar un día
Amanece en este lado del mundo, por fortuna,
el truco no es estar màs cerca ni más lejos
sino ver brillar el revès
de cada cosa.
Rolando Gabrielli 2011



viernes, noviembre 11, 2011

La Musa devora



La Musa devora
mi poesía,
cambia de piel,
sueña que está
en el paraíso,
va por la manzana
Se sube al Metro
de Nueva York
El día concluyó,
para el poema.
Rolando Gabrielli 2011

jueves, noviembre 10, 2011

Mi bella materia


Mi bella materia
no pienso en otra cosa
Te has petrificado
con toda tu estructura
Liviana, esbelta, ligera
Un fruto maduro
dentro de mí.
Rolando Gabrielli 2011

PALESTINA

“Si yo fuera el gobierno de Israel, sería el primero en reconocer a Palestina como Estado. Luego negociaría sobre fronteras, lugares sagrados, seguridad y asentamientos. Pero entonces sería una negociación entre dos Estados soberanos y no entre ocupante y ocupado.”
(Del escritor israelí Amos Oz, de visita en Brasil, en declaraciones que realizó ayer al diario Folha de Sao Paulo.) Página 12/Argentina

martes, noviembre 08, 2011

SIN Voz, Ni LENGUA, mi feroz silencio





Fueron años difíciles para el verbo, la prosa, la poesía, la palabra, cualquier signo que emitiera desde mi lengua. Tartamudiè por años, respiraba asmàticamente, cerraba los ojos, y cuando miraba lo hacía en dirección al cielo o la tierra, es decir, mis pies.  Nada másalto, nada más bajo. Temìa quedar mudo o desaparecer del pequeño paisaje familiar que me rodeaba. Paredes, muebles, baldosa, madera, cama, puertas, ventanas cerradas, el mismo único paisaje. La autoridad de mi padre era el movimiento de un panzer en la arena del monólogo en el cuartel.  Una burbuja que absorbía todo a su alrededor. Ahí se cumplía el dicho, que no volaba ni una mosca. Yo las casaba en solitario  frente a la opaca ventana. No habìa ripio en esa conversaciòn, no se aceptaba otra palabra. Yo mal deletreaba en ese entonces un abcedario de manera irregular, rústica, y me tropezaba con las palabras ante las minas explosivas que tenía que sortear. Era el kamikaze, eso sí, de la familia  que intentaba oponerme a la gran ola del tsunami que producía el Gran father. Se pierden tntas batallas, me decìa a diario, pero ganar la guerra es la ilusiòn de todos. Lo mejor es convencer con los actos.
 Mi papà no era el Juez norteamericano denunciado hace unos días, ni yo presentaba ninguna perturbaciòn, si no  el miedo y la indignaciòn ante la injusticia. Se fue construyendo un clásico proceso de indefensión, la muralla que se plantaba ante ti, inexpugnable. No sabía de la existencia de Demóstenes, si no habría hecho su magnífico ejercicio, aunque nunca tuve  el interès de ser orador. No mejoró la relaciòn con la autoridad, la comunicaciòn se  hizo espesa, inútil, de un solo lado, como una orden de un regimiento de caballería. Desde luego hablo de la infancia de los años  cincuenta, mucha agua ha pasado bajo el puente, aunque los fanatismos religiosos imponen su ley en Occidente y Oriente. En este aspecto geográfico no debemos ser parciales ni hipócritas. La agenda de abusos es grossa y supera la palabra, el bofetón, el uso del cinturón, coscachos, empujones , las golpizas  y en no pocos casos, sin importar género, abusos  màs vergonzosos aùn.
La palabra se atragantaba en la garganta y a veces salìa a tropezones, con energía y sin mirar consecuencias, como queriendo perforar o suavizar la pared. El pequeño verbo  carecía completamente de eco. Lo sentía disminuido, asfixiado, estrangulado. El tiempo y el silencio son buenos amigos, generosos líderes y guías para  crear nuevas oportunidades, salidas, escapes. Vinieron las lecturas  màs interesantes y las palabras propias. Diarios de Vida, poesía, dibujos, narraciones, imaginación, ficciòn, sueños, aventuras, otros personajes con quienes compartir las palabras. Había que centrarse en otros recursos y actividades. Después,  la profesión de Periodista. Fue otro recorrido dentro del túnel del oscuro mundo de las palabras de la infancia, esas que no salìan, eran censuradas, empujadas al precipicio de una conversación cualquiera. La oposición fue tajante. La escogencia paterna: Abogacía.
Me salté todas las leyes y partí un día lejos del gran vozarrón  que erizaba las aguas del Mapocho. Con el tiempo conocì a mi hermano Franz, sí, Kafka, en una pensiòn estudiantil torcida por la vida. A mí padre, pensé, debì escribirle mil cartas  màs kafkianas que las del Dr. Kafka, un prominente abogado checo que escribió Carta al Padre,  un alegato al temor parternal, a  su permanente reafirmación como individuo, de su propia existencia como si nada màs importara. Cruzò caminos el hombre de  EL Proceso y La Metamorfosis, de frente, de espalda cuando regresaba al mismo sitio, dibujò el escenario una y otra vez, quiso borrarlo para la memoria de nadie, y aùn seguimos pendiente de sus pasos. Quizàs, amigo cibernauta, usted  siga enredado con su celular, no importa la marca, en un abecedario empobrecido escribiendo como un pollito entumido frases autistas. Son sus modernas novelas, dirìa màs bien folletines domèsticos, balbuceantes, sus primeros palotes y no conozca nada de Kafka.
Sin saberlo, Kafka es nuestra voz.
CONTINÚA

lunes, noviembre 07, 2011

CHILE INFORMA, el diario de la diáspora chilena en Canadá

AMIGOS INTERNAUTAS DE CHILE INFORMA
La próxima semana publicaremos la última parte del texto: LOS SECRETOS DE LA POESÍA CHILENA, del escritor y periodista chileno radicado en Panamà, Rolando Gabrielli. Es un trabajo, un ejercicio, buceo personal con la memoria y la palabra. En estos tiempos de “Fin de mundo”, “apocalípticos”, “indignación creciente”, de ocupación colonial y auto-ocupación popular, de marketing feroz, la poesía existe, y no es una curiosidad, sino realidad.
El trabajo de Gabrielli se ubica en el Chile del siglo XX, con algunos pasos en el siglo XXI, y es la época de la poesía chilena en el mundo de habla hispana, la màs brillante, audaz, novedosa y sobre la cual se apoya la nueva poesía en construcción.
La poesía no deja de estar en todas partes, sostiene Gabrielli, y mientras ello ocurra, tendremos un poco de oxìgeno para respirar por sobre el hombro de la realidad. ¿Ilusiòn o Realidad?, se pregunta Gabrielli, y responde…Poesìa….
http://chileinforma.com/

domingo, noviembre 06, 2011

Del volar

Vuelven
divinas,
vuelven,
un soplo,
sin alas,
ni aire,
vuelven,
a volar.
Rolando Gabrielli 2011

¿El último round de Joe Frazier?

Como si se preparara para dirigir una orquesta o pensara en un público que nunca lo fue a ver y hoy ni siquiera se lo imagina luchando contra un càncer terminal, cuya virulencia desconoce, Joe Frazer, la locomotora de los pesos pesados que derrotò a Cassius Clay, vuelve a ser noticia màs allà del cuadrilàtero. Ahí está en ese viejo, oxidado y olvidado gimnasio de Filadelfia, donde el tiempo traspasó sus propias legendarias fuerzas de un bien compactado panzer, que en el 71 entró en gloria y majestad a la historia de los màs grandes campeones de todos los tiempos. Recuerdo la pelea, la vi en un viejo  televisor en blanco y negro, Frasier no se despegaba del cuerpo de Muhammad Alì, como una locomotora bufaba y lanzaba un gancho izquierdo que le salía como un fogonero que no dejaba de alimentar la màquina. Fue en el Madison Square Garden de Nueva York, que logrò esa hazaña en la llamada Pelea del siglo.
 De pie aún, poco antes de ser internado, Joe Frazer, quien escribiò con su demoledor gancho de izquierda una de las páginas màs brillantes del boxeo en el siglo XX, puede que no se levante esta vez de este último round que le ofrece la vida. No sabemos. Las noticias  también son  demoledoras.